lunes, 20 de febrero de 2017




FIBROMIALGIA ¿UNO DE LOS NOMBRES DE UN TIEMPO DONDE SE PROMUEVEN LOS  CUERPOS SIN SUJETO? 

SOBRE LA FUNCIÓN DEL OTRO EN LA INTEGRACIÓN  DEL YO CORPORAL Y EL YO PSIQUICO.


Segunda parte:

En la primera parte de este artículo manifestaba que muchas de las propias enfermas de fibromialgia rechazan la posibilidad de pensar que en la aparición y  manifestación de su  enfermedad puedan estar coadyuvando factores de orden psicosocial además de los biológicos,  aún cuando desde esta esfera del saber los médicos dicen desconocer la etiología de dicha enfermedad.Este dar por sentado que la causa habrá de encotrarse tarde o temprano en la biología del cerebro y fundamentalmente en los genes como considera una amplia mayoría , va acompañado de un estar permanente y solamente centradas en las manifestaciones dolorosas que se presentan en su cuerpo así como en una prolífera sintomatología que acompaña dicho dolor.Este dolor, frecuentemente es referido de forma sintética bajo la frase “me duele todo”, la cual además de englobar a los dolores  musculo- esqueléticos permanentes que caracterizan fundamentalmente a la enfermedad en  los puntos dolorosos que se extienden por diferentes zonas del cuerpo, nombra también el padecimiento  de dolores de cabeza  permanentes, de dolores hasta en la piel, las uñas, etc. ,los cuales a su vez pueden ir acompañados  de otras enfermedades (colon irritable por ejemplo) ,o trastornos como el del sueño, la fatiga y el cansancio que puede catalogarse dentro del denominado Sindrome de fatiga crónica.

Una, como psicóloga /psicoanalista se pregunta qué significa o que nombra realmente ese “me duele todo”, si no hay también ahí en ese “todo” un dolor más allá del cuerpo que no puede ser nombrado por fuera del cuerpo.

Pero muchas de ellas no solamente no conciben que en el desencadenamiento de la enfermedad pueda  haber jugado algún papel algún dolor de orden psicológico,aún cuando muchos investigadores manifiestan que el desencadenamiento de la misma coincide en muchos casos con algún tipo de traumatismo psicológico ( una pérdida u otros proceso dificultosos afectivamente ), o a veces también físicos(como un accidente por ejemplo), el cual obviamente siempre va acompañado de su correlato a nivel psicológico, señal del desequilibrio que provoca en la vida de la persona.

Muchas consideran que las manifestaciones de dolor a nivel psicológico como ser la ansiedad y los sentimientos depresivos que experimentan, son consecuencia solamente de su enfermedad, debidas al malestar y las limitaciones  que la misma genera en su vida cotidiana, pero no que estaban prsentes antes del proceso de enfermar físicamente  generados por dificultades psico-sociales.

Salvo en un número limitados de casos las enfermas consideran que efectivamente en el desencadenamiento de su enfermedad han coadyuvado o tenido una importancia muy marcada factores o un malestar de orden psicológico. Obviamente todas coinciden en algo evidentemente indiscutible,  que la propia enfermedad a su vez aumenta o hacer aparecer nuevas formas de malestar a nivel psicológico, especialmente estados depresivos.

¿Cómo podemos entender estas dos versiones de la enfermedad, y a qué pueden obedecer las mismas?

La relación que establecemos entre el cuerpo y lo que llamamos mente o psiquis no viene dada genéticamente, es una conexión que ha de establecerse con la ayuda del Otro.Esa conexión que mantiene el cuerpo enlazado a la subjetividad(alma, mente, psiquis o lenguaje),  que hace que podamos decir que en tanto sujetos  “tenemos  un cuerpo”, y no que somos total y únicamente cuerpo o instinto como sucede con los animales, es posible merced al lenguaje,  lo social. El cuerpo  deviene así cuerpo del lenguaje, por tanto cuerpo socializado, limitado, re-cortado de la animalidad; eso es lo que nos permite hablar de pulsión en psicoanálisis, y ya no de instinto.
Pero  esta domesticación de la marca del lenguaje en el cuerpo no se produce de la misma forma para todos los sujetos, se va a producir con fallos (falta),y en algunos casos puede no producirse o se produce  como sucede en la psicosis de forma no anudada a lo simbólico , de lo que resulta una disociación en la que el cuerpo es vivido como extraño y a veces fragmentado.

Para que se produzca la integración cuerpo-mente se requiere de una sutil y casi artesanal construcción del vínculo imaginario(espejo) entre el Otro materno y el hijo, mediatizadas por la terceridad o castración simbólica, unas sincronías que al principio de la vida son necesarias entre ambos para la que el bebé pueda realizar la construcción de un yo integrado, un yo psíquico que se corresponda, o guarde relación o conexión con el cuerpo, el cual se reconocerá en este caso como propio. Yo que será entonces un símil, en tanto conformado a imagen y semejanza de un otro, pero Otro, lo igual y lo diferente, el narcisismo y el rasgo unario-marca de la diferencia- aúnados para la constitución del sujeto del inconsciente.


Para que se produzca esa conexión cuerpo mente evitando que el cuerpo quede por un lado y la psiquis más o menos escindida de aquel, el Otro de lo social y especialmente  la madre, primer representante del mismo,  o quien realiza la labor de amamantamiento o maternaje , habrá de tener ella misma internalizada esa conexión, para poder trasmitirla al ser en estructuración que es el bebé. Es un proceso complejo y podría decirse artesanal, un arte sano que si es llevado así a cabo, dará como resultado un yo donde cuerpo-mente estarán realtivamente integrados o conectados.Conexión que no es unión porque no están adosados uno a otro, lo que significaría una asmilación o coincidencia perfecta entre cuerpo –mente/psiquis, entre lo que sucede en el primero  y lo que se registra en el otro, lo cual  implicaría un absurdo por cuanto serían entonces lo mismo.Es por eso que no decimos yo soy mi cuerpo,o soy cuerpo, si no, tengo un cuerpo, la operación simbólica de nombrarlo, a la vez que implica  separarlo , o sea, ponerlo a distancia simbólica de la pisquis  (registrarlo y ser capaz de concebirlo como algo biológico fuera del sí mismo psíquico),  implica poder reconocerlo como propio, poder registrar que  pertenece o forma parte del sí mismo aunque sea de otra naturaleza(material), por estar enlazado simbólicamente al yo psíquico, enlazado por tanto por el lenguaje que es eso que llamamos la mente. Y al separarlos enlazándolos el símbolo permite al yo del sujeto, tenerlo, y así decimos: tengo un cuerpo, “mi cuerpo”.Pero para que lo que sucede y se experimenta mediante los sentidos a nivel del cuerpo guarde una relación metafórica, y por tanto para que  el dolor físico pueda salir más allá del cuerpo,  a la pisquis, se requiere del lenguaje.

Y el Otro tiene durante los primeros años de vida una incidencia decisiva en ir haciendo esto posible mediante la interpretación o lecturas que puede o no, ir haciendo de los malestares en el cuerpo.Si la persona tiene una teoría desde la cual concibe que cuerpo y pisquis mantienen un lazo estrecho, no siempre leerá los síntomas físicos solamente como manifestación de enfermedades biológicas, sino que también será capaz de pensar en algunas oportunidades al menos,que los síntomas a nivel físico expresan un malestar psíquico o piscosocial, que son síntomas en el sentido que les otroga el psicoanálisis.

Por ejemplo, muchos bebés presentan diversos síntomas (entendidos a nivel médico) asiduamente, y son atendidos de manera exclusiva por médicos pediatras. A veces provoca desconcierto en el profesional y  en los padres el hecho de que un bebé que no presenta ninguna enfermedad  grave, presente sin embargo  síntomas recurrentes que  a veces no permiten encuadrarlos en ninguna patología reconocida, o que  incluso como suele suceder habitualmente, presenta fiebre sin que presente ningún tipo de síntoma que permita diagnosticar una enfermedad biológica.Muchos padres son capaces de constatar y referir narrativa o ficcionalmente la fiebre y esos síntomas de manera espontánea , a algún acontecimiento vital que puede resultar conflictivo: es que empezó a concurrir a un centro infantil, es que desde que empezó la guardería no hace más que enfermarse, y no solamente por los virus que supuestamente hay allí dada la cantidad de niños que van, sino porque sabe que de esa manera no tiene que asistir, y se puede quedar con mamá o con la abuelita en casa por ejemplo.En cambio, quienes no sean capaces de hacer esta otra lectura simbólica que permite hacer del síntoma en sentido médico un síntoma en el sentido que les da el psicoanálisis,en el cual el mismo  más alla de remitir el signo de las enfermedades al cuerpo , lo remita a otros significantes posibles del contexto socio afectivo en que la vida del niño se desarrolla,se envolverán a si mismos en una espiral médica ,y cuanto más, seguramente más prolifera será la sintomatología, ya que el tapón que significa el signo, al no permitir el desplazamiento del cuerpo y de lo que en este  sucede sobre el lenguaje y por tanto la psiquis, con el alejamiento concomitante del cuerpo que esto implica, endurecerá o se anudará sobre el propio cuerpo saturándolo de dolor cuando no de inflamación. 

Para que eso no suceda,  conviene  hacer como dice una parte de la bellísima canción  “Soy Pan, Soy Paz, Soy Más “de Mercedes Sosa:

“Vamos, decíme, contáme
todo lo que a vos te está pasando ahora
porque sino cuando está el alma sóla llora,
Hay que sacarlo todo afuera, como la primavera
nadie quiere que adentro algo se muera.
Hablar mirándose a los ojos
sacar lo que se puede afuera
para que adentro nazcan cosas nuevas.”



Cuando esto sucede  estaremos ante lo que en psicoanálisis denominamos el síntoma tal como lo entiende Freud; especialmente presente en la estructura histérica (y también obsesiva) proclive a hacer  síntomas en el cuerpo, ahí el mismo será o tendrá el valor de  una metáfora, de una sustitución por lo tanto de un dolor psíquico expersado en el alma o psiquis como diría él en sus muchos trabajos sobre el tratamiento de la histeria.
Que obviamente esta conexión entre lo que sucede en el cuerpo es una metáfora de lo que ocurre en la psiquis desplazado en el cuerpo, ya que el cuerpo es tal por el significante, y que no puede ser comprobada como causalidad científicamente es un hecho, pero dado que el trabajo asociativo que algunas pacientes realizan con este sentido les ayuda a entender y curar o disminuir al ferocidad de los síntomas,  debería ser suficiente prueba de que que esa conexión es posible, y que lo que imposibilita medir con exactitud esa realidad es la naturaleza misma del elemento en el cual ella se asienta , que es el lenguaje (ídola fori decía Bacon) , pero que no debería ser pensado como un obstáculo , sino como lo hace el psicoanálisis como la vía regia para trabajar con el sujeto ya que el icc esta estructurado como un lenguaje, como dice Lacan,y el cuerpo puede estar cifrado en el síntoma con un mensaje que habremos de descifrar simbólicamente, narrativa o ficcionalmente, y eso permitirá al sujeto decirse  una verdad de otro orden que la que promueve la ciencia, una verdad particular,subjetiva, una verdad del sujeto uno por uno.

Un ejemplo de una enferma de fibromialgia , de las bastante escasas que sostienen que su dolor en el cuerpo es metáfora de un dolor psicológico es la siguiente  y esta tomada de un material que encontré en google(1)



I.



I es una mujer de cuarenta y tantos años, atractiva, culta e inteligente, que asume desde un principio que algo de lo psicológico juega un papel más que relevante en su cuadro de FM. Natural de una pequeña ciudad de un país del Magreb, recuerda que ya un psicoanalista le dijo, mucho antes de llegar a Europa, que el origen de su dolor era fundamentalmente psíquico, algo que en su momento escuchó con escepticismo e irritación.

Capaz de rebelarse ante los planteamientos rígidamente tradicionales y conservadores de su familia, se casó, deslumbrada, con un español ambicioso y exitoso en lo profesional, que llega de la mano de su trabajo al país de la paciente y que arrastrará a ésta a un ritmo de vida lujoso y febril que conllevará frecuentes viajes y cambios de residencia. Así, la familia, formada por la pareja y dos hijos, se ubicará a lo largo del tiempo, en diversas capitales del mundo, desde Oriente Medio hasta América Latina.

La paciente insiste en su constante necesidad por presentarse como una mujer encantadora, atenta, ilustrada, “perfecta”. En el entorno de alto nivel social y cultural en el que su marido se movía, en su vida cotidiana y, desde luego, en el ámbito familiar, exigiéndose siempre un funcionamiento irreprochable como madre y esposa.

En el grupo se consolidará progresivamente la interesante idea de cómo, ante los constantes requerimientos de su marido hiperactivo, ante su infatigable deseo de complacerle y seguirle en un estilo de vida que requiere un derroche de energía considerable, es su cuerpo el que asume una actitud de rebelión, desplegando un conglomerado sintomático que se etiquetará de FM y en el que destacará, sobre todo, un cansancio descomunal. Así, ya no será ella quien rechace las propuestas de su pareja de asistir a tal cena, incorporarse a tal viaje o arreglarse para tal recepción. Es su cuerpo el que no puede. Es su cuerpo el que se declara en huelga.

El matrimonio se rompe en Sudamérica. Ella regresa a Madrid, frustrada y deprimida, con sus hijos. Durante el proceso grupal emergerá la rabia intensa y sostenida, la reivindicación de sí misma como mujer con deseos propios y con legítimas limitaciones. Sus síntomas, meses después de terminar el grupo, se mantienen en remisión casi total.



 


En caso de que esto no suceda, el sujeto podrá vivir diferentes niveles de  dolor y síntomas que seguirán solamente entendidos e interpretados  a nivel bio medico remitidos una y otra vez al propio cuerpo y a la enfermedad biológica , dificultando lo impidiendo la salida delsueto y su dolor pro al vía narrativa/ ficcional , la cual es muy resistida por los especialiatas médicos  por considerar que quienes trabajan desde estas teorías hacen  tratamientos psicológicos no científicos,  aunque cabría preguntarse por que será que actualmente hasta los psicólogos cognitivo conductuales tan defensores también ellos de la llamada psicología científica y al criterio de verdad que la ciencia considera único, se están abriendo también a tratamientos de este tipo en la llamada por ellos, terapia cognitivo narrativa.

A continuación presento un caso tomado del mismo trabajo que el anteriormente citado, de una enferma ed fibromialgia que centra su enfermedad en el cuerpo  sin considerar ninguna relación por lo pronto al inicio de la terapia, entre lo que el sucedía en el cuerpo y el dolor psíquico.




P.

P se presenta dedicada a trabajar a favor de mejorar las condiciones de vida ed las mujeres que presentan FM. Diagnosticada hace ya años, se ha implicado muy activamente en uno de los múltiples movimientos asociativos que se articulan en torno a la defensa de los afectados por la FM, el Síndrome de Fatiga Crónica/Encefalomielitis Miálgica (SFC/EM) y el Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple. De hecho, a su llegada al grupo es vicepresidenta de una de estas asociaciones. Vital, locuaz, con vocación de liderazgo, llena de energía, ha dedicado y dedica muchas horas del día y mucho esfuerzo personal a la reivindicación del sufrimiento, a la defensa de los

derechos y a la demanda de atención sanitaria o legal de los miembros de su asociación. Se lamenta de su desvalimiento físico, de los dolores que padece, de su desfalleciente potencial cognitivo, de la incapacidad para superar su inmenso cansancio… Y se muestra, sin embargo, poderosa, “un huracán”, en su papel de constante animadora de la vertiente relacional de su colectivo: atiende múltiples llamadas de pacientes, organiza actividades, contacta a potenciales colaboradores, programa conferencias, lee constantemente acerca de la FM y de los restantes síndromes solidarios con ella, diseña y pone en marcha encuentros y jornadas. Mucho más allá de lo anecdótico, su caso es un ejemplo de una vida que, en gran medida, toma sentido a partir de la FM.



En el grupo, su papel es complejo. Acepta entusiasta, desde el primer momento, participar en el mismo. Asume sin objeciones la idea de un trabajo fundamentalmente psicológico, centrado en la reflexión acerca de lo emocional y lo relacional. Le parece lógica la declaración de intenciones de hacer un esfuerzo por incrementar la capacidad de mentalización a fin de salir del cuerpo doliente. Llega al grupo con ganas y no falta prácticamente nunca. Pero le resulta luego difícil salir del discurso de lo físico, de lo medicalizado, de lo pasivo y victimista, de lo reclamante de “unas técnicas” que erradiquen los síntomas somáticos. Convive así sin demasiado conflicto en la contradicción. Y tan lógica le parece la reivindicación fundamental de la psicoterapia como deplorar con irritación que se pueda pensar en lo psicológico como relevante en problemas como el suyo. Está muy perdida, y también muy defendida, pues le resulta muy difícil desviarse de su imagen bondadosa y entregada; y muy doloroso hablar de una vida dramáticamente llena de vacíos afectivos.



Poco a poco podrá desvelar algo de su biografía. Hablar de un padre muy perturbado. De una madre poco protectora. De una hermana con la que ha mantenido y mantiene una relación de pegazón tan salvadora como enervante y enloquecida. Puede relatar su frustrada trayectoria como bailarina (otro guiño a un referente de esta causa como es Manuela de Madre). Su infortunado y finalmente truncado matrimonio. Su desnutrición emocional. Y el desierto relacional que tanto sufre y del que huye colocándose en el lugar de atenta cuidadora y guía de los que habitan y se duelen, como ella, en cuerpos en los que se refugia la aflicción. Una huida que la conduce a otra cárcel: la de la rabia difícilmente asumible y expresable que se dispara al ser una vez más cuidadora y no cuidada; al ser tratada con poco mimo y mucha desconsideración por su hermana; al verse atrapada en un escenario en que se le pide mucho y se le oferta poco.

Emergen estas temáticas en su discurso. Progresivamente, el cuerpo pierde cierto protagonismo
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Mientras el discurso Amo de la Ciencia siga haciendo predominar la concepción biomédica del enfermar dejando lo psicosocial y al importancia del lenguaje en el sujeto fuera, las personas tenderán a convetirse en cuerpos sufrientes sin sujeto, esto es, cuerpo sin historia biográfica donde su ser biológico y su dolor en el cuerpo encuentre  sentido.



COMPLEMENTO SOBRE LA FUNCIÓN DEL OTRO EN LA INTEGRACIÓN  DEL YO CORPORAL Y EL YO PSIQUICO.

El Otro habrá de tratar a ese ser que al comienzo vive en función de lo corporal  (comer. dormir, defecar) donde las necesidades de supervivencia física estan sin lugar a dudas en en primer plano,  como un ser humano. Esto significa que si bien se encargará de satisfacer las mismas para que el bebé sobreviva,  al llevar  cabo dicha tarea lo hará  de forma tal que el mismo  tenga la experiencia de placer o bienestar necesario para poder aferrrase a la vida,  experiencia que ya podemos catalogar entonces de psíquica o psicológica,ya que si el bebé experimenta bienestar , también está experimentando  sinonímicamente seguridad, confianza , tranquilidad lo cual le permitirle ir fijando una vivencia y un  sentimiento de unión , unidad , o integración cuerpo- mente, ya que ese Otro aún es para él , sí mismo, y no Otro. En caso de que el Otro realice estas tareas de forma mecánica como quien está soalmente atendiendo a un cuerpo y no a un sujeto, o  que lo haga de formas que generen malestar en el niño, por ejemplo con  ansiedad excesiva, con agresividad , o  malinterpretando de forma  repetida y  a veces crónica  las necesidades del niño, y respondiendo por lo tanto  de manera inadecuada ( que le de de comer cada vez que llora por ejemplo, sin percatarse  cuando el bebé lo hace por otro motivo, que quiera imponer su voluntad sobre el funcionamiento de ese cuerpo sin aceptar la forma en que el niño expresa sus necesidades (*)  no satisfaciendo sus necesidades sean de tipo biológico o afectivas , se irá estableciendo un vínculo asincrónico que repercutirá en el afianzamiento de un patrón de discordancia en el propio bebé, una alteración de su vivencia de conexión cuerpo mente, un patrón de desintegración y disociación cuerpo- mente que es el que encontramos en diferentes grados en las estructuras psicóticas.Esto explica el origen forcluido de las vivencias alucinatorias, y en ocasiones organizadas en forma delirante que tienen muchos enfermos psicóticos, respecto a intrusiones( del Otro) y daños tanto corporales como psiqucos, así como su  disociación cuerpo/mente.

(*) Un tema donde se puede apreciar este aspecto es el de dar el pecho. Hay quienes hablan de dar el pecho a demanda, o sea respetando de alguna forma las necesidad del bebé, pero cabe cuestionarse qué tipo de necesidad en realidad  el niño necesita satisacer cuando reclama el pecho, puedes ser hambre pero también necesidad de contacto y seguridad, por lo cual ya la animalidad de lo instintual que implica la satisfacción de la necesidad primaria biológica que es el hambre, se transforma en una necesidad afectiva,y por tanto deviene pulsión oral, la cual  entra en el circuito de la demanda al Otro, y ya por tanto del Deseo de un objeto que hace falta.

Para que la conexión cuerpo mente sea posible  además, el Otro deberá poder percibir al bebé como otro “objeto/sujeto”, objeto en la medida en que el bebé imaginario ocupa el lugar del objeto fálico simbólico para la madre, esto significa que la madre proyectará sobre el ser físisco de su hijo la imagen de un bebé ideal que ella ha construido en su mente/pensamiento, pero deberá  poder aceptar seguramente no sin desilusión que el bebé real  no se corresponda con esa imagen que ella deposita en él, e intenta ajustarle como un guante a la mano ( Lo deseó o lo  imaginó “tranquilo y dormilón, y el bebé es por el contrario, inquieto y está siempre despierto, por ejemplo). Solo en la medida en que la madre acepte ( y quiera igual o aún así a su hijo real)esa distancia entre la imagen ideal del objeto bebé que ella tiene en mente, y la imagen que el bebé real le devuelve, el bebé podrá empezar a devenir sujeto; este intercambio imaginario  estará así  regulado y por tanto resguardado por la castración, la cual  deberá estar por lo tanto presente en la estructura materna, ya que solamente así,  el bebé  podrá cumplir esa doble función : “ hacer como si fuera el objeto “ que completaría a la madre, e  ir deveniendo también, al mismo tiempo, sujeto.  Tiempo estructurante de  renegación de la castración materna.


 
Si  la madre realiza su función “de acuerdo a” o regulada por la lógica de la falta,  trata al bebé como sujeto, lo personaliza al decir por ejemplo : él o ella, o el bebé tiene frío, hambre etc.La madre por lo general , en la medida en que funciona psicológicamente en la terceridad edípica , o sea, que su función materna y la relación imaginaria que establece con su bebé  está regulada por la castración ( por el  significante de la falta en el Otro, el falo), se dirige al niño en tercera persona; por lo general nunca le habla de tú a tú. No dice: tienes frío, dice más bien: mi niño, el bebé, o Juancito, Pedrito tiene frío, hambre, caca, etc. Aunque a veces obviamente puede dirigirse directamente al niño, sin que ello denote necesariamente estar por fuera de la castración.

Ahora bien, cuando el llanto del bebé no logra ser vinculado ni resuelto por el Otro materno en términos de necesidades físicas , puede que obedezca a necesidades psicológicas, y eso habrá que ser capaz de leerlo quien se encargue de su cuidado; diferenciar cuando llora por un displacer más bien primario , de necesidad de supervivencia biológica ( hambre, sueño), de cuando lo hace por una necesidad de supervivencia afectiva ( buscar el contacto del Otro o llorar  como forma de llamarlo para que le brinde  seguridad, protección o el sentirse querido , o enfermarse para expresar  necesidades afectivas, ésto será fundamental para la construcción del psiquismo  y para la conexión cuerpo-mente.


(1) Fibromialgia: de la identidad en la nosografía a la rementalización del sufrimiento. Una experiencia de cinco años de trabajo grupal desde una perspectiva intersubjetiva Publicado en la revista nº 042  en Aperturas psicoanalíticas. Autor: Ramos García, Javier.

domingo, 19 de febrero de 2017



FIBROMIALGIA ¿UNO DE LOS NOMBRES DE UNA ÉPOCA DONDE SE PROMUEVEN LOS  CUERPOS SIN SUJETO? 

EL ENFOQUE BIO-PSICOSOCIAL COMO RESCATE DEL SUJETO.

Primera parte: LA SALUD Y LA ENFERMEDAD COMO DOMINIO EXCLUSIVO EL PARADIGMA CIENTÍFICO BIOLÓGICO.

Lo que me motivó a escribir ésto, es  haber constatado durante la reciente charla acerca de la fibromilagia en la que que tuve el gusto de participar como ponente, conjuntamente con otros profesionales, cómo la mayoría de las mujeres que padecen dicha enfermedad sostienen y se sostienen en la creencia, con visos de certeza en muchos casos,  de la causa o etiología de la misma  obedece únicamente a factores de orden biológico, predominantemente  genéticos, con los cuales la investigación médica tarde o temprano habrá de encontrarse, negando toda posible incidencia en su enfermedad a los factores psicosociales.Y ésto , aún sabiendo que el discurso médico sostiene desconocer la causa de dicha enfermedad.

 En muchísimos casos (no todas obviamente) consideran, que los factores pisco-sociales que forman parte de su vida, como de la de cualquier persona,  solamente se ven alterados por la propia enfermedad, o sea, una vez que comienzan a padecer la misma y como consecuencia de ella. Y así por ejemplo la ansiedad o los sentimientos depresivos que experimentan, obedecen para ellas únicamente al malestar y las limitaciones que les genera la enfermedad, pero no consideran para nada la posibilidad de que las mismas  hayan podido ser experimentadas ante situaciones vitales que para ellas podrían haber sido conflctivas antes de haberse enfermado, y que las mismas( tanto las situaciones vitales conflictivas como las emociones y sentimientos experimentados en ellas)  por tanto, tuvieran algún papel causante determinante en el propio proceso de enfermar.

Esta  manera de concebir la enfermedad en la actualidad no es exclusiva de la fibromialgia ni de las personas que la padecen, al contrario, viene siendo  una constante en nuestra sociedad, y en relación a casi todas las enfermedades, tanto en la  que ahora nos ocupa, donde el cuerpo es el lugar central del sufrimiento de las enfermas, como de otras donde  “el  lugar” fundamental donde el malestar parece registrarse es “la mente” como puede ser el caso por ejemplo del TDAH.

Esta manera de concebir la enfermedad y la relación del sujeto con su biología o ser biológico (cuerpo), con su  ser psicologico y social  (mente/lenguaje), es fomentada desde la propia disciplina médica que sostiene su dicurso de Amo del saber en la Ciencia y en sus criterios de cientificidad ,con la paradoja de que la defensa  a ultranza de la necesidad de  cientificidad de los saberes y dentro de ella de la ineludible corroboración material de los fenómenos, cobra ella misma, visos de Deísmo.

“El avance de la ciencia y la tecnología hace que la Medicina  siga teniendo un poder omnipotente  la  esfera de la salud. Esto hace que toda aflicción remita al relato rígido de una enfermedad para la que debe existir un remedio a consumir. Y porque todo ello se halla, por supuesto, bajo la advocación del canon y la ortodoxia del modelo biomédico y del reduccionismo organicista que, naturalmente, no sólo es el único científico, sino que encaja con interesante precisión con los modelos políticos neoliberales y con la economía de mercado” (Tizón, 2002)

Precisamente  es este modelo cientificista biologisista imperante que hace imprescindible que  la enfermedad  tenga que   manifestarse como daño material a nivel  corporal o fisico anatómico para ser reconocida como tal,  lo que ha hecho que muchas enfermas de fibromialgia hayan tenido que deambular de médico en médico siendo no tenidas en cuenta o no reconocidas en su sufrimiento, acusadas algunas veces de   “fingidoras”  o aún de “vagas”,o de ser portadoras de una enfermedad  que se manifiesta por un dolor en el cuerpo y un sufrimiento imaginarios, que  en el mejor de los casos las ha llevado a ser derivadas  a salud mental, donde generalmente predomina un tratamiento también basado únicamente en lo biológico: la medicación recetada por los psiquiatras.  

Respecto a este punto he de decir que me quedé sobrecogida con la cantidad de medicamentos que dijeron estar tomando  muchas de estas mujeres que  participaron con preguntas y comentarios una vez fianalizada la exposición de los profesionales, y de algunas personas  que ofrecieron su testimonio. La mayoría de las personas olvida, o no tiene en cuenta que esta concepción de la enfermedad y de los procesos de salud enfermedad , curación y tratamiento,  como toda concepción humana es ideológica, y como tal está  sustentada en modelos de sociedad dominantes que promueven determinados sectores sociales a quienes la instauración y el mantenimiento los mismos pueden favorecer de cara al poder socio económico y político, intereses materiales y de otros ordenes que nada o muy poco tienen que ver con el anhleo de bienestar para las personas (piénsese en el interés de las grandes multinacionales, los laboratorios  que fabrican medicamentos, en  que toda enfermedad pudiera tratarse con medicación solamente), por tanto  en prejuicos, en zonas oscuras  desconocidas o a veces conocidas y explotadas en beneficio personal (psicopatía) ,gobernadas por el ego  voraz , codicioso y avaro de las propias personas , los propios investigadores sean médicos , pisquiatras o psicólogos cognitivo –conductuales (los cito a ellos  por ser quienes bregan por la pureza cientificista) y un modelo hegemónico que brega por dejar fuera del campo de juego de la salud  a quienes no fundamentan su saber de modo predominante o exclusivo en la ciencia.

La mayoría de las personas olvida, o no tiene en cuenta que esta concepción de la enfermedad y de los procesos de salud enfermedad , curación y tratamiento,  como toda concepción humana es ideológica, y como tal está  sustentada en modelos de sociedad dominantes que promueven determinados sectores sociales a quienes la instauración y el mantenimiento los mismos pueden favorecer de cara al poder socio económico y político, intereses materiales y de otros ordenes que nada o muy poco tienen que ver con el anhleo de bienestar para las personas (piénsese en el interés de las grandes multinacionales, los laboratorios  que fabrican medicamentos, en  que toda enfermedad pudiera tratarse con medicación solamente), por tanto  en prejuicos, en zonas oscuras  desconocidas o a veces conocidas y explotadas en beneficio personal (psicopatía) ,gobernadas por el ego  voraz , codicioso y avaro de las propias personas , los propios investigadores sean médicos , pisquiatras o psicólogos cognitivo –conductuales (los cito a ellos  por ser quienes bregan por la pureza cientificista) y un modelo hegemónico que brega por dejar fuera del campo de juego de la salud  a quienes no fundamentan su saber de modo predominante o exclusivo en la ciencia.


Este modelo Cintificista biológico del que vengo hablando, parece haber logrado dejar fuera el cuestionamiento sobre qué esta antes,si el huevo o al gallina, ya que dan por sentado muchos científicos –no todos obviamente- sin lugar a  dudas, que el huevo es siempre lo biológico y “está antes” en el origen de toda enfermedad sea biológica o psicológica , y  muy especialmente lo genético,y la gallina alterada psicológica y socialmente viene siempre después y como consecuencia de las alteraciones del huevo,y  eso aunque no haya podido aún probarse según el método cintífico,pues solamente parece ser cuestión de tiempo y de seguir investigando para dar con los genes portadores de cada enfermedad tanto física como psicológica.

Pero así desconocen lo que aún muchos estudiosos de la genética manifiestan: que muchos genes para manifestarse requieren de un determinado contexto, de la presencia de determinadas situaciones o constelaciones de factores en el medio físico o ambiental como social y psicológico.

Pero aún más, hay que considerar que  los genes y el ser biológico de las personas está sometido a mutaciones debidas a cambios en el medio ambiente físico (el ejemplo más claro y con cosecuencias terribles es la radiación, pero también la contaminación, la alimentación, las drogas incluidas en ellas el alcohol, etc. temas de los que se ocupa la Genética Toxicológica. Y  también cabe preguntarse por la posibilidad de que haya este tipo de  alteraciones genéticas como producto de vivir en ambientes psicosociales tóxicos: situaciones sociales y psicológicas dañinas o estresantes como son la pobreza, la inseguridad física, material y psicológicas a veces permanente que se puede dar en ocasiones, vivir en entornos de violencia, etc. En este sentido, lo que si es sabido es que los ambientes psicosociales tóxicos y estresantes  producen alteraciones en el funcionamiento cerebral y del organismo  en gral, aunque no se sepa si pueden producirse también cambios a nivel genético, lo qu es imposible en tanto  no se ha  estudiado este aspecto pues se da por supuesto que eso no sucede.

El aferramiento de las personas a este modelo reduccionista bio-médico, y su manera predominante de pensarse en relación  casi exclusiva al mismo en lo referente a los procesos de salud y enfermedad ,es debido por lo tanto, a la promoción prioritaria que se realiza del mismo actualmente en nuestra sociedad.

Para concluir esta primera parte de este artículo que promete ser extenso, conluyo con mi propuesta de abordaje bio- psico-social de la enfermedad y la salud en gral, que manifesté en la citada charla ,y específicamente de la fibromialgia , postulado que la propia fibromilagia nos obliga a considerar , debido a que su causa, al menos por ahora, está perdida, o no sabida, lo cual nos deja solamente la posibilidad de su construcción en el entramado o punto de intersección de un abordaje multidisciplinario,  para poder brindar a las personas que la padecen un tratamiento que solo puede ser paliativo en estos momentos ,en la mayoría de los casos.