sábado, 4 de noviembre de 2017

JORGE LUIS BORGES EN LA ENCRUCIJADA DE LA LENGUA Y LALANGUE.






“Saber cómo habla un personaje es saber quién es; conocer una entonación, una voz, una sintaxis es haber conocido un destino” Jorge Luis Borges.



   René Magritte, "El arte de la conversación"(1950)                                                     



 Y así cada uno 
escribe su verdad
ero  nombre 
con "luna".                                                                                                   
(escritura-recreación del final del poema "La luna")                                                                                                                 




                                     René Magritte "La buenaventura"(1939)


El gaucho no aprende a cantar, (…) canta porque hay en él cierto impulso moral, algo métrico, de ritmo, que domina en su organización , y que lo lleva al extraordinario extremo de que todos sus refranes, sus dichos agudos, sus proverbios comunes son expresados en dos versos octosilábicos perfectamente medidos, acentuados con inflexible regularidad, llenos de armonía , de sentimiento y de  profunda intención” José Hernández, prólogo a la segunda parte de “Martín Fierro”.

“Muchos, con intención de desconfianza, se preguntarán: ¿Qué zanja insuperable hay entre el español de los españoles y el de nuestra conversación argentina? Yo les respondo que ninguna, venturosamente para la” entendibilidad” general de nuestro decir. Un matiz de diferenciación sí lo hay: matiz que es lo bastante discreto para no entorpecer la circulación total del idioma y lo bastante nítido para que en él oigamos la patria”. (Borges 1998: 156) 


   
En el curso sobre Borges  dictado en la Universidad Popular de Gijón(UP) por el poeta Javier Almuzara,  surgió una discusión que trajo a colación el viejo o eterno conflicto respecto al Lenguaje) o quizás habría que decir mejor acerca de La Lengua  (gramática Prescriptiva vs Gramática descriptiva) castellana en este caso, utilizada por el escritor en algunos de sus cuentos.


 
                                                            Remedios Varo "Papilla estelar", (1958)

Varias personas mayores(el resto de la clase no sé lo que pensaba, porque nada dijeron) no estaban de acuerdo, y es más, estaban molestas por la supuesta  desfiguración  del lenguaje   o violación normativa que hace Borges del mismo en sus cuentos, al escribir  las palabras tal como eran habladas por los personajes , ateniéndose a la oralidad  (por ejemplo, la introducción del voseo en el plano morfosintáctico; la supresión (aunque asistemática) de la /–d/ final tal como la encontraba en la oralidad rioplatense :“ciudá”, “verdá”),  y no como indicaba la gramática general correspondiente. Interpretaban estas y otras supuestas “licencias”  Borgianas con La Lengua, como un daño a la propia lengua y a la cultura, un perjuicio que llevaría a ser “mal hablados”.

Tal situación no deja de hacerme gracia; por cuanto suponen que posible que haya alguien “bien hablado”, cuando  no lo es por la propia naturaleza del Lenguaje que nunca permite nombrarnos del todo. 


Según mi escucha, este desacuerdo se veía acentuado por  la supuesta soberbia intelectual le atribuyen al escritor, lo cual –creo yo- les genera una predisposición negativa hacia su obra. Parecían estar molestas con una supuesta prepotencia del escritor,  su actitud parecía decir algo así como: éste se cree Dios, tan por encima del bien y del mal que hasta se cree con derecho a usar /escribir el lenguaje como le plazca, sin atenerse a la norma. Esto es  para mí sorprendente, ya que la esencia del poeta es ser un Demiurgo del mundo de la Lengua, y en esa empresa está afectivamente en juego el placer primigenio singular que cada poeta o escritor encontró en La lengua, su lalangue (*)(Lacan), un modo de hacer propia esa “lengua general”.

El lenguaje, que se usa para la comunicación, es más concreto, objetivo. Lalangue no tiene esa finalidad, nada comunica, es sustancia del inconsciente, asunto de cada persona. Lalengua llamada, no en balde materna. Lengua sin idioma presente en el verdadero diálogo, el monólogo. El texto literario, que no necesita adherirse al discurso de la ciencia pues posee la licencia de la creación, trabaja con lalangue. Trabaja con lo que se escucha, se regodea en la opacidad del sentido, en los pliegues de la palabra. Así como el psicoanálisis, va en la vía opuesta a la comunicación”.        “En La lalengua en “Algum lugar” una lectura del libro de Paloma Vidal. lba Escalante, Escola Lacaniana de Psicanálise de Brasília.


 Me dio la impresión que la antipatía hacia su persona  y /o su  obra (no me quedó muy claro si predomina una sobre otra), no surge a raíz de las lecturas que hacemos en clase de los textos del escritor, sino de sus preconceptos sobre él, y quizás también sobre los argentinos. Obviamente que la misma incide en su capacidad de escuchar y apreciar su obra. Por momentos  me da la impresión de que en vez de venir a conocer  la misma como dijeron, muchos vienen a invalidar al escritor o a su persona,  o a corroborar su juicio negativo sobre el mismo, a castrarlo como diríamos en psicoanálisis ya que ¡vaya tozudez!!   (pero,… la anti-paradoja es que, si hay deseo de castrarlo, es porque se lo  percibe como no castrado)  


Y yo pensaba quizás…, sin dudas,  también basada en mis prejuicios: “ahora entiendo porque el psicoanálisis acá( me refiero España) no termina, o más bien debería decir, casi no empieza nunca a cuajar , si cuesta tanto abrir la palabra a otros posibles transformaciones y sentidos, …si cuesta tanto aceptarse diferente y hacerse cargo de esa diferencia(libertad y responsabilidad)

  Además me divertí un buen rato, aunque a la vez que sentí piedad por el profesor (aunque no la necesita para nada), en su esfuerzo  ingrato por intentar convencerles de la importancia de hacer lugar a una otra  lengua diferente de la lengua normativa o prescriptiva, y asimilé su posición a la que a veces podemos llegar a jugar los psicoanalistas cuando sin errar mucho erramos  al querer que algún analizante escuche y vea algo de sí mismo que él aún no está dispuesto porque no  puede ni quiere. Y es que, como ya  lo dice el dicho: no hay más ciego que el que no quiere ver, ni más sordo que el que no quiere o puede oír, ni tiene más pasión por la ignorancia que la de aquel que cree saber , teniendo en cuenta de forma contundente lo que  dice Lacan: que  no necesariamente la ignorancia y el saber se oponen, puesto que  el saber puede ser un medio de precaverse de las sorpresas que deparan el inconsciente y su interpretación, un medio de refugiarse en lo que ya se sabe. Por eso quizás más que nada en poesía, pero también en literatura a quien escribe, Borges en este caso ,  como a quienes leemos, nos conviene como al analista “ignorar lo que sabemos” para dar lugar a que  nazca lo nuevo, salvo que el miedo a leernos  o ser leídos por la obra, a soltarnos para dejarnos llevar hasta los confines donde el saber se diluye ne el no-saber,   o la rivalidad narcisista con su Hacedor, como parece ser el caso,   obture la posibilidad de dejar en suspenso la convención de la lengua para permitirse ser  ano-nada-das por la creación( ¡que no por el autor , si no quieren!!) 

Pero el profe, -al que  tenían contra las cuerdas-, por más que trató de hacerles entender que el lenguaje en la creación especialmente poética, pero no sólo, está para ser recreado,  no logró  convencerles; aunque eso no disminuyó un ápice su  estatura . Aún así,  haciendo gala de su buen criterio, optó en dar por zanjada  la pelea, porque sabiamente percibió que el destiempo del knock out podría eternizar la misma, impidiendo seguir adelante con la clase.

De cualquier manera, me parece que estos encontronazos son señal de que andamos, pues  así se genera el verdadero saber, (el que vale para la vida además de para la academia), el que pone en fuego  lo pulsional y no solamente el intelecto, ya que  la acalorada discusión intelectual estaba animada por la pasión emocional, y solamente ésta da lugar al saber (diferente del conocimiento confinado al cerebro intelectual disociado de lo afectivo) por cuando solamente se empieza a saber en contra del no saber y de la ignorancia. Estas controversias pueden dar  como resultado_ como sucede ¡oh! causalidad , con  los  analistas: el cierre del inconsciente quizás de forma definitiva como acontece  en algunos casos, en cuyo caso ¡adiós Borges ¡), la ida dubitativa que deja lugar a alguna otra posibilidad de acercamiento al saber repelido,  o la apertura progresiva y con mayor o menor dificultad, según cada caso,  a ese nuevo lenguaje/escritor  propuesto.   Este curso dará lugar, no me caben dudas, a varios alumbramientos.
 


He de decir  que   yo, al contrario de esta postura, considero que  no puede haber una definición más precisa de lo que es lalangue  que la maravillosa frase de Borges con que comienzo esto que ahora escribo: “Saber cómo habla un personaje es saber quién es; conocer una entonación, una voz, una sintaxis es haber conocido un destino”, porque  dice acerca de esa lengua del afecto que a alguien lo hace sujeto, único  e irrepetible.


Remedios Varo "Cazadora de estrellas"(1956)

Y obviamente que en este proceso de subjetivación, no solamente importarán las diferencias o particularidades regionales de una mal supuesta o teórica  Lengua general o normativa que socializara absolutamente a todos por igual (lo que no deja de corroborarse como imposible por más que haya efectivamente  muchísimas similitudes de lenguaje cuya importancia conviene tener en cuenta,  entre las personas de un mismo país, o región ), sino las particularidades , que son afectivas que a su vez en cada familia y en cada sujeto socializado en ella, tome esa supuesta lengua regional.



Es por eso que el psicoanálisis recurre a la palabra hablada para escuchar la verdad del sujeto del inconsciente, porque el habla es la marca más legítima de la subjetividad, creo que es hasta  mucho más personal que la escritura, puesto que en ésta se pierden esos aspectos de la palabra donde lo pulsional (el goce)  parece jugarse más : el tono de voz y sus oscilaciones,(la voz que se entrecorta o apaga, se vuelve desgarro, alarido, llanto, suspiro, silencio o risa cantarina o irónica) , el ritmo, la melodía , la respiración. E incluso, la misma  permite escuchar al sujeto en su discurrir temporal, porque a diferencia de la escritura, que fija “relativamente” al sujeto( pues en cada obra escrita el sujeto difiere, “nunca nadie es el mismo”), en el habla, éste a la vez que se va diciendo y encontrando en ese decir , se va perdiendo. Sería interesante indagar  las diferencias del goce corporal que se obtiene de recitar cantar o leer en voz alta y el que se obtiene de escribir porque sin lugar a dudas hay diferencias muy evidentes.

Cuando una intensa emoción, cuando un peligro, cuando el júbilo o la desolación se apoderan de nosotros al punto de dejarnos indefensos, entonces regresamos a la oralidad-y aún al balbuceo pre-oral-como a nuestra morada más segura” En “Entre la voz y la letra”, Raúl Dorra, Plaza y Valdés editores, México. 1997


ALGUNAS CITAS :


“Al reducir Saussure el contenido del signo al concepto, desconoce totalmente la esencia del lenguaje: el lenguaje es un inmenso complejo en el que se refleja la complejidad psíquica del hombre. El hombre al hablar no se conduce como una fría y desamorada máquina pensante. […] Lo que hay en el fondo de todo es que estos valores que llamamos afectivos no son separables de los conceptuales: no son, como imaginaríamos a primera vista, una especie de brisa o temperatura que impregna el concepto, sino que forman parte de él. […] Al intuir una realidad cualquiera, nuestra querencia está implícita en nuestra comprensión, la querencia es, en sí misma, una manera de comprender (Dámaso Alonso 1971: 25-27). Poesía española, Madrid: Gredos, 1971.



“El idioma de los argentinos es un desafío a los hispanistas como Enrique Larreta. Una nota declara la guerra a la dictadura académica y al «aburrimiento escolar de los lingüistas profesionales». «El lenguaje —afirma Borges— es acción, vida; tiempo presente». Advierte sin embargo contra el peligro de confundir lo presente con lo pasajero. Rechaza tanto el dialecto casero como la retórica importada”. Jorge Luis Borges o al consolación por  la filosofía Luis Harss: Los nuestros(Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1966, pp. 128-170), en literatura.us

“Roberto Arlt, en su nota titulada «El idioma de los argentinos», publicada en el diario El Mundo el 17 de enero de 1930 polemiza con el académico José María Monner Sans, Arlt sostiene la productividad literaria de la lengua «del pueblo» y vincula los nuevos modos del decir con una sociedad que está atravesando profundos cambios sociales y culturales. Una vinculación entre los modos del decir y los modos del vivir que Arlt ya había desarrollado en varias notas previas en las cuales había sostenido la hipótesis de que es posible deducir el estado mental de una época a través de ciertos giros del idioma… Jorge Luis Borges, Lector de Roberto Arlt. Sylvia Saítta, cervantesvrtual.com


“Los académicos pretenderían entonces, e inútilmente, «enchalecar en una gramática canónica las ideas siempre cambiantes y nuevas de los pueblos»…  Dice Arlt «¿Quiere usted dejarse de macanear? ¡Cómo son ustedes los gramáticos! Cuando yo he llegado al final de su reportaje, es decir, a esa frasecita: 'Felizmente se realiza una obra depuradora en la que se hallan empeñados altos valores intelectuales argentinos', me he echado a reír de buenísima gana, porque me acordé que a esos 'valores' ni la familia los lee, tan aburridores son”…       

“ La lógica del sentido común, a la que apelan más de lo debido los preceptistas, no gobierna casi nunca los hechos del lenguaje, porque parodiando el pensamiento de Pascal, el lenguaje tiene sus propias razones que la razón ignora. Casi nada es lógico en la lengua. No obedece a lógica ninguna el género gramatical de la mayor parte de los nombres. 



“Tal debe ser nuestra empresa —decía Unamuno— en cuestión de lenguaje. Que no es algo muerto, sino vivo y muy vivo, sobre todo merced a la lengua hablada del pueblo que hace estrumpir el cincho del idioma escrito literario cuando éste intenta convertirlo en zuncho, en inflexible potro, para hacer de aquella lengua una encorsetada señorita." (“Lengua Literaria y norma lingüística, Real Academia Española, Madrid ,  DISCURSO LEÍDO EL DÍA 29 DE MAYO DE i960.



PARA  FINALIZAR.


Yo entiendo que en la creación literaria y más en la poesía , no se trata de usar el lenguaje respetando la convención,  el de la lingüística normativa si es posible denominarlo así, sino de lalangue.


 Y entiendo que eso es lo que  se desprende de estos poemas de Borges:



“Que otros se jacten de las páginas que han escrito,
a mí me enorgullecen las que he leído.
No habré sido un filólogo,
no habré inquirido las declinaciones, los modos, la
laboriosa mutación de las letras,
la de que se endurece en te,
la equivalencia de la ge y de la ka.
Pero a lo largo de todos los años he profesado
la pasión del lenguaje.
Mis noches están llenas de Virgilio;
haber salido y haber olvidado el latín
es una posesión, porque el olvido
es una de las formas de la memoria”
 (Elogio de la sombra, 1969)

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Mi destino es la lengua Castellana,
El bronce de Francisco de Quevedo,
Pero en la lenta noche caminada
Me exaltan otras músicas más íntimas.
 (El oro de los tigres, 1972)



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Mi servidumbre es la palabra impura, 
  vástago de un concepto y de un sonido;
ni símbolo, ni espejo, ni gemido
,
tuyo es el río que huye y que perdura.

(Fragmento, Soneto a Johannes Brahms,                                                                                                   La moneda de hierro, 1976)

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LA LUNA .


Cuenta la historia que en aquel pasado
tiempo en que sucedieron tantas cosas
reales, imaginarias y dudosas,
un hombre concibió el desmesurado


proyecto de cifrar el universo
en un libro y con ímpetu infinito
erigió el alto y arduo manuscrito
y limó y declamó el último verso.


Gracias iba a rendir a la fortuna
cuando al alzar los ojos vio un bruñido
disco en el aire y comprendió, aturdido,
que se había olvidado de la luna.


La historia que he narrado aunque fingida,
bien puede figurar el maleficio
de cuantos ejercemos el oficio
de cambiar en palabras nuestra vida.

Siempre se pierde lo esencial. Es una
ley de toda palabra sobre el numen.
No la sabrá eludir este resumen
De mi largo comercio con la luna.

No sé dónde la vi por vez primera,
si en el cielo anterior de la doctrina
del griego o en la tarde que declina
sobre el patio del pozo y de la higuera.

Según se sabe, esta mudable vida
puede, entre tantas cosas, ser muy bella
y hubo así alguna tarde en que con ella
te miramos, oh luna compartida.

 

                                                                                             
                                       René Magritte "Arquitectura al claro de luna"(1956)



   
Más que las lunas de las noches puedo       
 recordar las del verso: la hechizada                       
dragon moon que da horror a la halada
y la luna sangrienta de Quevedo.

De otra luna de sangre y de escarlata
habló Juan en su libro de feroces
prodigios y de júbilos atroces;
otras más claras lunas hay de plata.

Pitágoras con sangre (narra una
tradición) escribía en un espejo
y los hombres leían el reflejo
en aquel otro espejo que es la luna.

De hierro hay una selva donde mora
el alto lobo cuya extraña suerte
es derribar la luna y darle muerte
cuando enrojezca el mar la última aurora.

(Esto el Norte profético lo sabe
y tan bien que ese día los abiertos
Mares del mundo infestará la nave
que se hace con las uñas de los muertos.)

Cuando, en Ginebra o Zürich, la fortuna
quiso que yo también fuera poeta,
me impuse. como todos, la secreta
obligación de definir la luna.

Con una suerte de estudiosa pena
agotaba modestas variaciones,
bajo el vivo temor de que Lugones
ya hubiera usado el ámbar o la arena,

De lejano marfil, de humo, de fría
nieve fueron las lunas que alumbraron
versos que ciertamente no lograron

el arduo honor de la tipografía.

Pensaba que el poeta es aquel hombre
que, como el rojo Adán del Paraíso,
impone a cada cosa su preciso
y verdadero y no sabido nombre,

Ariosto me enseñó que en la dudosa
luna moran los sueños, lo inasible,
el tiempo que se pierde, lo posible
o lo imposible, que es la misma cosa.

De la Diana triforme Apolodoro
me dejo divisar la sombra mágica;
Hugo me dio una hoz que era de oro,
y un irlandés, su negra luna trágica.

Y, mientras yo sondeaba aquella mina
de las lunas de la mitología,
ahí estaba, a la vuelta de la esquina,
la luna celestial de cada día

Sé que entre todas las palabras, una

hay para recordarla o figurarla.
el secreto, a mi ver, está en usarla
con humildad. Es la palabra luna.

Ya no me atrevo a macular su pura
aparición con una imagen vana;

a veo indescifrable y cotidiana
y más allá de mi literatura.


Sé que la luna o la palabra luna
es una letra que fue creada para

la compleja escritura de esa rara
cosa que somos, numerosa y una.

Es uno de los símbolos que al hombre
da el hado o el azar para que un día
de exaltación gloriosa o de agonía
pueda escribir su verdadero nombre.







                                     René Magritte "La página en blanco"(1967)








Y así cada uno 
escribe su verdad
ero nombre    
con"luna"
(escritura-receración del final del poema "La luna")                                                                                         


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 (*) “En la primera parte de su enseñanza, sobre todo en los “Escritos” Lacan privilegiaba el lenguaje ante la diversidad de las lenguas. En cambio, en el Seminario 20 privilegia las lenguas en lugar de la estructura del lenguaje. Siguiendo a Miller entonces, el Seminario “Aun” es donde situamos el comienzo de la última enseñanza de Lacan y en donde cuestiona la estructura del lenguaje.
Entonces, en lugar del inconsciente estructurado como un lenguaje, en lugar de esto lalengua, a partir de afirmar que no está para nada seguro que la lengua sirva para el dialogo. Al escribir lalengua con y en una sola palabra, sin distinguir el artículo y el sustantivo, indica con esa escritura que la lengua sirve para el goce y por lo tanto, el goce no comunica.
En “Aun” el lenguaje y su estructura aparecen como secundarios y derivados de lo que llama lalengua. Lalengua es la palabra antes de su ordenamiento gramatical y lexicográfico, separada por tanto del lenguaje.”. Presentación de “¿Qué es “lalengua”?”.Por Carlos Dante García (lecturalacaniana.com.ar)
  “la hipótesis lacaniana de lalengua no admite otro camino para pensar e psicoanálisis que no sea considerarlo el campo propiamente electivo, tíquico. Esto es así porque el surgimiento del sujeto como efecto de la estructura, en el encuentro del ser hablante con el campo de lo social que lo precede en el mundo, es decir el campo discursivo, ocurre en lo particular del encuentro de cada uno con el lenguaje. Al menos, ése es el aspecto de lo social que privilegiamos en psicoanálisis, y eso mismo es lo que determina nuestro campo de acción. Sin embargo, que haya sujeto como efecto de la estructura significante, no implica que dicho sujeto se corresponda con los significantes del código universal, compartido, y como tal se trate entonces de un sujeto previsible. Si así fuera, sólo bastaría con averiguar cuáles son los significantes extraídos del sistema de la lengua que lo han determinado, para saber más o menos de qué tipo de sujeto se trata. Incluso esta operación podría estandarizarse, y seguramente no faltarían autores interesados en escribir el diccionario o el manual nosográfico de la sujeto-linguo-logía.
Sin embargo, el sujeto es determinado por significantes no de la lengua, sino de lalengua, escrito todo junto, tal como Lacan comienza a hacerlo a partir del 4 de noviembre de 1971. lalengua, más allá de la relación que sus unidades guarden con los significantes del sistema lingüístico, implica la actividad del ser hablante con unidades no provenientes del diccionario para todos, sino provenientes de los sonidos, inflexiones, el "baño de lenguaje" primario, que posteriormente han podido recortarse como significantes, extraídos de su particular mundo a-estructural. A esto se refería Lacan al decir que él no hacía lingüística sino lingüistería. No se trata, en el análisis, de la relación del ser hablante con la Academia del idioma, sino con el "idioma" que, a partir de la función palabra, se ha constituido para el ser hablante por medio de la extracción de significantes provenientes de su lalengua. Decía Lacan en 1971:

"No dije que el inconsciente está estructurado como lalengua, sino como un lenguaje (...) El inconsciente tiene que ver ante todo con la gramática (...) Para empezar, diría que si hablo de lenguaje es porque se trata de rasgos comunes que se encuentran enlalengua" (Lacan, J. (1971). Le savoir du psychanaliste, op. cit., pp. 23-30)
Como podemos notar, este paso es electivo. El ser-tíquico-ahí adviene, en lo que podríamos pensar como la captura primera por la estructura, en la contingencia de un encuentro entre lo a-estructural y la estructuración gramática del inconsciente-lenguaje, y -además- puede hacer de las suyas con los avatares de dicho encuentro, en la medida de lo que quiera. Eso que llamamos significantes, ahora con la hipótesis de lalengua, ya no remite a lo que de la lengua se escucha y se recorta, sino a lo que cada uno ha podido -y querido- escuchar de su lalengua particular, preexistente al campo del lenguaje y la palabra.
Por lo tanto, nos estamos refriendo al momento de creación de la lengua, o mejor dicho al momento inaugural del campo de la sintaxis para cada sujeto, apoyado en el lecho acuático del baño primario de lalengua. Sin embargo, el aspecto electivo no se restringe, si atendemos a Lacan, solamente a aquellos momentos fundantes:

"A esta lengua, en resumidas cuentas, se la crea. Creamos una lengua para darle sentido en todo momento. Esto no está reservado para las frases donde la lengua se crea: en cualquier momento damos un pequeño empujoncito (un petlt coup de pouce), sin el que la lengua no estaría viva, ella está viva en tanto que a cada instante se la crea. Es en esto que no hay inconsciente colectivo, que hay sólo unos inconscientes particulares, en tanto que cada uno, a cada instante, da un pequeño empujoncito a la lengua que habla Lacan, J. (1976). Le seminaire. Livre 23. Le sinthome. Paris: Seuil, 2005, p. 133.

Notamos que todo el párrafo está condicionado por el esfuerzo de Lacan por desambiguar el significante "crear". Se trata de una creación constante, permanente, no sólo de la creación inaugural. Y se crea la lengua que hablamos, apoyados en el suelo de goce cuya materia, cuya Bedeutung está constituida por elementos de lalengua. Por lo tanto, podemos decir que cada uno crea la lengua como puede y como quiere, condicionado por lo que puede y quiere escuchar de su lalengua. Y lo tíquico interviene aquí en dos niveles: por un lado, lo tíquico inherente a lalengua como campo sonoro, melódico, podríamos decir, al que adviene el viviente y del que emergerá un sujeto del lenguaje, una vez que sea capturado por la maquinaria de la sintaxis. Esa lalengua es contingente, ya que a cada cual la suya. Por otro lado, tenemos el nivel de lo tíquico que podríamos llamar secundario, en el que a su vez podemos distinguir dos variantes, distribuidas de acuerdo a las condiciones de goce y a los caprichos del deseo..