domingo, 15 de mayo de 2016

PREGUNTÁNDO-ME SOBRE LA EXPERIENCIA DE LO REAL.




 “Alimentados en el círculo del hambre por incontables seres a cuyos ojos acuden el mismo miedo y la misma ternura, y soportados por millones de esclavos que han perdido su origen y sus cuentos, ¿qué haremos con la vigilia?”    Chantall Maillard,   La mujer de pie. Galaxia Gutenberg, 2015                                                                                                                       .                                 







“Me llamo desamparo
duermo de pie
como las bestias”                                

 
 

“Cada mañana
junto a las alpargatas
mi vida”



“De esta oscuridad
a otra oscuridad
un camino de piedras”



                                                                                     Par de botas, Van Gogh.    

No es lo  mismo  imaginarse lo que se siente pudiendo estar en sus botas,que no alpargatas, que estarlo)  

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(Sobrevivió una anciana.
Viste la piel de un perro vagabundo.
Sin luces, balbucea.
No tiene descendencia.)


 Desandar lo andado. Aspirar a encontrar un pueblo sabio, un pueblo antiguo, un pueblo elefante, cuya fuera no estuviese al servicio de la agresión, la conquista o el poder, que tan sólo exigiese que se respetará su derecho de paso: el camino sagrado por el que la manada atraviesa los territorios sin dañarlos”.

“Hallar un pueblo sabio. Desear salvar la tierra si tan sólo se hallase uno”.


Todas las citas de poemas: Chantall  Maillard.  (“La herida en la lengua”, Barcelona, Tusquets, 2015)

 
 En “Diarios Indios” Chantall Maillard manifiesta  que el motivo de sus viajes  a  la India fue la búsqueda de sí misma; son por tanto viajes de autodescubrimiento. Y en el inicio de dicho libro nos dice:

“Es difícil llegar a uno mismo, tal vez porque también es difícil hallarse en situaciones desacostumbradas en las que sentirse absolutamente desamparado, ese es el problema, todo se nos ha hecho habitual, previsible, todo está siempre dispuesto, y es que sólo las situaciones digamos aporéticas, aquellas en las que nos encontramos totalmente desprovistos de recursos son las que cerrándonos el mundo exterior nos obligan a franquear los límites de nuestro interior”

Y luego:

“Los lugares nos quitan y nos dan su fuerza, pero cuando alguien logra vislumbrar su propio centro se convierte en lugar para sí mismo y para otros”.

“Las ciudades interiores se edifican alrededor del centro llegando a menudo a ocultarlo por completo. Nos asentamos en ellas y nos dormimos. Las ciudades interiores son ciudades-dormitorio, ciudades-balneario, ciudades-fábrica, ciudades-estante u otras; nos mecen, nos distraen, nos consuelan y siempre, de mil maneras, nos confirman. Su material de construcción es el hábito; reconocer es la consigna. Por eso, para que tiemble el habitante de la ciudad interior, es menester destrozar el paisaje y quebrantar las costumbres, confundirle hasta que el cansancio le derrumbe, se quiebren sus planteamientos más sólidos, sus más estoicas propuestas, se disuelvan sus expectativas, su paciencia se agote, y el ánimo más severo se contraiga hasta la perspectiva de un nuevo combate”.

                                                                                                             


Y se pregunta sobre ese o esos viajes a la India en el intento de que sean un despojamiento de las vestiduras del yo o el mí que para ella son pliegues que desvirtúan el ser como acontecer:

“El mi ese conjunto de pliegues que vengo  reproduciendo desde mi infancia se refuerza con otro plegado...  esa carga ese lastre, si pudiéramos deshacernos de eso”.

“el yo es mi caballo de batalla,tratamos de averiguar que somos por medio de lo que somos, el yo, y eso es  difícil..."

 “¿Qué es el Yo? La persona hecho sujeto, el personaje es uno los problemas. Vamos buscando personajes y autores y no hablamos de los temas".
  

(Extractos de “Conversación con Chantal M. Y Antonio Garmoneda en ocasión de la semana de la poesía de Barcelona, 2010)                                                                                                                                          


“¿Que qué he venido a hacer aquí? ¡La gran pregunta! Ahora yo preguntaría ¿qué estuve haciendo allá? Un año, dos años de quejido, replegada sobre mí como una puerta mal cerrada, viéndome en mi propio quicio, encarando mi reflejo sin cesar, sin tregua. Sin tregua viéndome frente a mí misma en aquel espacio hueco, aquel espacio del yo que siempre, siempre es una ausencia. El yo es una ausencia. Cuanto más cerca estamos del yo más se ensancha la ausencia.
Vienen aquí muchos, como vinimos nosotros, cargados con ese yo, con toda su ausencia a cuestas. Se confunden con ella, con la ausencia. Son huecos andantes, huecos hambrientos, y todo lo que engullen, lo que se llevan, lo que coleccionan, todo se anonada en el hueco, ensanchándolo.
¿Qué vine a hacer aquí? Vine a no saberme, vine a estar. Hago: leo, estudio, escribo, miro, estoy. Estoy en lo que hago, soy lo que hago. Estoy en lo que miro. Soy lo que miro. No estoy. Dejo de estar frente a mí misma.
Sólo el recuerdo de la pregunta; ¿qué vine a hacer aquí? me despierta el otro recuerdo: el de quién preguntaba, al inicio del viaje, por la razón del mismo. Y el espacio que se ha abierto entre quien preguntaba y quien ahora escribe es tanto que me cuesta reconocer la identidad del "mí misma".
Quiero estar aquí. Por eso vine. Simplemente vine para querer estar donde estoy. Sorprendente respuesta, por inesperada. Lo que pensé que sería un adiós definitivo a este lugar resulta ser un encuentro. Un encuentro más allá de lo esperado, más allá de cualquier idea de encuentro o desencuentro.
Vine sin expectativas. Necesaria eliminación del lenguaje que fuerza a las sensaciones. Necesaria limpieza. Necesaria, imprescindible negación. Necesaria, imprescindible des-ilusión. Sólo es posible el encuentro para quien anda desprovisto de esperanza.
El "es" está fuera, no dentro. Dentro es falso. Quien mira adentro con el fin de encontrarse hallará el hueco. Engaños de los falsos místicos, los repetidores de fórmulas. Estamos donde nos proyectamos. Fuera. El error fue establecerse dentro.
O tal vez no fuese un error. Vine aquí con mi hueco. Vine montada en mi ausencia. De repente, el vehículo desapareció. Me encuentro andando con las patas de los búfalos, con la única pierna del tullido, con las tres patas del perro y con su sarna y algo realiza por mí las funciones del cuerpo, sin mí”.


Y  pienso, sí, mucha razón tiene en  lo que dice, y lo que dice por momentos entusiasma, pero también hay que considerar que  una cosa es irse de las “máscaras del yo” sabiendo que aunque lejos te están esperando, y que en cualquier momento puedes volverte y volver a ponértelas aunque requieran de ciertos ajustes -como era su caso al irse a la India, ya que tenía otra vida en espera en España-,  y otra, irse sin poder volver, y sin poder ponerse máscara alguna de las que antes al ser revestían, o con la incertidumbre total del exilado en la cual se encuentran hoy tantísimas personas  en su día a día, también sin refugios(casa, trabajo, identidad) o con algunos muy precarios, aunque no se les denomine estrictamente  refugiadas, aunque obviamente es en dicha condición que también se encuentran las que así son llamadas en esta sociedad, aunque los refugios a que deben su denominación brillen por la ausencia o por las carencias. Hay quienes de verdad  solo viajan con las alpargatas como dice Chantall  y en medio de la incertidumbre  y certeza angustiosas del hasta cuando, del quizás para siempre. Y es difícil e imposible  vivir, hacer frente a la vida  sin por lo menos algo de esa máscara o ese caballo  de batalla que para la poeta es el yo. Ese yo que me da una consistencia aunque la misma sea solamente imaginaria(nombre, profesión u oficio, residencia,  trabajo,  posición socio económica, etc.) y sin la cual en esta sociedad se tiende a valer nada.
  
Quizás a veces es muy difícil, y no para todo el mundo posible reconstruir sus ciudades luego del derrumbe, o volver del exilio,  y muy difícil vivir el acontecer sin creer encontrar  el bienestar- felicidad en todo aquello que son logros del yo, y de ahí la búsqueda de los mismos y  el ansia de repetirnos:


Yo no soy inocente. ¿Lo es usted?
La realidad está aquí,
desplegada. Lo real acontece
en lo abierto. Infinito. Incomparable.
Pero el ansia de repetirnos 
instaura las verdades.
Toda verdad repite lo inefable,
toda idea desmiente lo que ocurre. 
Pero las construimos 
por miedo a contemplar la enorme trama
de aquello que acontece a cada instante:
Todo lo que acontece se desborda
Y no estamos seguros del refugio. 
Bien pensado, es posible que Platón
no sea responsable de la historia:
delegamos con gusto, por miedo o por pereza,
lo que más nos importa.
        
“Matar a Platón” Tusquets, enero 204, Barcelona)


¿Y entonces?, ¿no será por eso que muchos prefieren quedarse en sus refugios y  no querer saber nada de lo que hay más allá donde la rotura de las tramas deja en un agujero, en el  acontecer en presente que puede quizás llegar a idealizarse mientras se forma parte de la trama? Pero luego, estar ahí, valdrá la pena aunque ella nos diga que “sólo es posible el encuentro para quien anda desprovisto de esperanza”. Quizás esa experiencia solo es posible quizás o aconsejable para quienes están en las ciudades refugio demasiado dormidos y aferrados, ya que como ella misma dice:

“Esa  conexión con lo que está pasando que habitualmente no se da, porque hay una separación entre lo que te pasa y tu, esa es la mente la que forma la distancia entre eso y tu, pero cuando conectas con eso la conexión es tan enorme… que no podrías andar por la vida continuamente abierto, son brechas, normalmente hay una mampara que separa,  con esa distancia que forma la mente. (“Conversación con Chantall M. y Antonio Garmoneda”, 28 setiembre 2012, youtube.com)


Obviamente esa mampara que nos separa de lo real es la fórmula que Lacan sostiene para el fantasma: S<>a, protección necesaria porque como bien lo dice estar en contacto permanente con lo real sería la locura o la náusea Sartreana que  me remite  a lo real y a la angustia ante ello que trabaja Lacan y de la cual Chantall  también nos habla en estos términos:
“A veces las cosas se nos aparecen como a Sartre que antes la raíz que tenía en el parque y que le produjo la náusea ..., porque de pronto la vio como ex -istente, ya no era la raíz abstracta, la raíz  palabra, concepto con lo cual el filósofo se siente muy a  gusto , sino una raíz ahí algo que ex –iste , y eso ante eso el vértigo, la náusea, porque el que  el que está en las ideas no está acostumbrado a esa realidad , forcejea con ella, pero en las ideas. Lo que acontece, acontece ahora aquí es una chispa y se desaparece,  ya luego la queremos interpretar y cuando la interpretamos ya la perdemos” (ibídem).

Las verdades ¿no son acaso lo imaginario del fantasma y nuestros mitos individuales de neurótico(novela familiar) o  aquellos colectivos, que intentan explicar y darnos refugio-saber  frente a un sentir-gozar  del cuerpo- real, trasmisión  imperfecta, a medias ,  verdades verdaderas sí, a nivel imaginario-simbólico, pero mentirosas respecto a su función de semblant ante lo real , verdades ficcionales que en realidad dejan siempre sin decir(repiten lo inefable) la verdad sobre lo real del goce –porque este no puede decirse, sino solamente sentirse- pero que nos son necesarias porque  nos protegen del miedo, no del miedo de saber sobre eso que creemos verdaderamente ser- ese es el “yo” construcción imaginaria con el que el ser se confunde-,  sino de saber que no somos eso que creemos ser, que no somos nada, o somos nada… más que cuerpo mortal,  chispa  fugaz, agujero.


Creaciones propias que obedecen a esta pregunta sobre LO REAL.



DEASANUDADA.
Tanto tiempo des anudando
Des-a- nu dada
des nu da
Y ahora ¿cómo a-nudarse de nuevo?
En la neurosis me anudo,
en la psicosis no hay nudo,
y me pregunto qué
 ¿es mejor?
armar desde cero el nudo
o el desanudo
y el trabajo de hacer de nuevo
 ¿el nudo?
 mismo no, Otro.



DESNUDEZ.
Detrás de esa
 desnudez
hay otra
primigenia
entera
aterradora
aniquiladora
potenciadora
desnudez desnuda
detrás de esa desnudez
¿alguien puede
alcanzarme
un ropaje?


                                                                                    Pintura de Myrna Baéz
BORRAR
                  LA HISTORIA.                                           
                                                                                                                      
Se trata sí, de borrar
la historia
pero para poder borrarla
antes tiene que haber sido
escrita
aunque sea mal escrita
mal dita
y  duela.


jueves, 12 de mayo de 2016

DE- VUELTA CON LA ESCRITURA POIÉTICA Y EL PSICOANÁLISIS.



"Solo una poética puede sacar de su ausencia a este ser por venir"
(Jean Lescure, en G.Bachelar, “La intuición del instante”; Buenos Aires, SXX, 1980,p.163)



"Lo poético no es algo que está afuera 
en el poema, ni dentro, en nosotros, 
sino algo que hacemos y que nos hace" 
 Octavio Paz, “El arco y la lira” (1)
                                                       
 "Aprender a ver/oír/decir/lo instantáneo es nuestro oficio" Ocatavio Paz(2)


  
 “Cuando la mente ve  a partir del tacto, sin proyectar lo ya sabido, es decir las síntesis performadas por la reiteración , entonces se vuelve inocente y ad-mira. Y lo que ve está presente…”  Chantall Maillard (3) 
   
Una gota de agua sobre una hoja es infinita; esa gota de agua en esta hoja, ahora, en este instante».  Chantall M. (4)
   

 














  





 




















“…el caracol pasa… sin defenderse, con su casa a cuestas  porque él no se diferencia de su casa, transita, en la mano  apenas sentimos una ligera humedad que luego cristaliza. Chantall Maillard, (5)

El fuera es lo común, lo que a todos pertenece, lo animal. El fuera es la inocencia. La de todos. Porque en el  a-fuera no hay yo, no hay alguien. Un poema es una señal de inocencia. (5)








Un psicoanálisis es poiésis y escritura, un hacer consciente como decía Freud: donde “ello” era el “yo” deba advenir, dirección de la cura que con Lacan cabe resituar: que donde ello era, ello siga siendo, sin, o con menos sufrimiento,  sabiendo hacer con “ello” de otra manera, de una manera singular y nueva. En este sentido, Miller en Piezas sueltas sostiene que lalengua nunca será armónica y que dicha desarmonía nunca podrá ser reparada pero que "lo único que se puede hacer con lalengua es convertirla en una obra" (sinthome)(6). Por tanto apuntar a ello habla justamente ahí donde las palabras del Otro son los significantes encarnados tempranamente sobre la carne que goza sin límites.




 Pues "Ello habla por sí solo, en la carne y sin llegar al dicho. Lo que no es anudado por el falo"(7) Ello habla Lalengua, y en ese sentido, “la máxima que Lacan enuncia en oposición a Descartes es: Pienso, luegozoy  para señalar de inmediato que el gozoy  reaparece en lo real...Lacan evidencia que lalengua vehiculiza la muerte del signo hecha de "ese mismo gozar" (pág. 19) y que si bien el inconsciente está estructurado como un lenguaje, no elimina la presencia del S1, significante que sólo se lo puede escribir si se lo hace sin ningún efecto del lado del sin-sentido”(7)

“Tratar ese lado incurable de lo real en su cualidad de eventual, aleatorio o como acontecimiento imprevisto es ir al revés del inconsciente, ya que su función es de restablecer la continuidad entre los síntomas y los eventos accidentales de la historia del sujeto. Contrariarlo permite transformar su estatuto: el inconsciente deja de ser una sustancia y pasa ser un tanto del orden de lo "no realizado" que llama a la decisión, al acto, a la creación, como nuevas modalidades de anudamiento(7)

Dirá Lacan en L’insue (8): “La astucia del hombre con la poesía es que esta es efecto de sentido pero también de agujero”. Buscar un significante nuevo, producir un significante nuevo que nomine. Cuando uno nomina, calla al Otro. Se sustrae abriendo en otro lado. También la interpretación analítica deberá producir este doble efecto-afecto que Chantall Maillard (9) dice de manera tan poética , y que es lo  que define a la poesía :

“Hay en la poesía una aspiración hacia la horizontalidad, aunque no debe tampoco confundirse con la planicie, en la que los árboles se enraízan. La poesía es un horizonte expandido, demorado en los infinitos recodos del bosque, un juego sutil, un enramado que a veces se hará nudo, liana, frondosa derivación de hojas inconexas, y otras adoptará en su impulso de ascenso o de descenso la línea suave o rugosa de algún tronco. Cuanto mayor sea su recorrido vertical más se acercará a la filosofía. Un poema vertical es un poema filosófico».

 Y lo que ella dice, me evoca una partitura, lo cual no es nada extraño ya que Lacan mismo decía que “basta escuchar la poesía, como era el caso de Fedinand de Saussure, para que se haga escuchar en ella un polifonía y para que todo discurso muestre alienarse sobre los varios pentagramas de una partitura” (10)
“El instante (po) ético del psicoanálisis es el tiempo justo en el que el analizante rompe con la servidumbre del lenguaje y se enfrenta con el desafío de crear un nuevo significante que haga lazo social. El acto analítico rompe eslabón de la cadena significante para dejar al sujeto frente a la verdad de su deseo, él mismo ya en posición de objeto del deseo”. “Poética del Psicoanálisis”  Rosario Herrera Guido, S XXI (11)
En ese sentido, “la poesía es el arte de despedirse” nos  dice Octavio Paz. (12)Y también lo es el psicoanálisis.

Y para que ellos sea posible es imprescindible la inmediatez, la lectura-escritura del instante:

“Consciente de que la singularidad de lo vivido es refractaria al lenguaje y a sus convenciones y que la realidad siempre trasciende la palabra que la traduce, la traiciona y sacrifica, el poeta (y el psicoanalista en la palabra del analizante) ha de fijar su experiencia en el verso como a un águila la flecha, en pleno vuelo…” Chantall M. (“Orinar en la nieve”) (13)o como lo dice Octavio en su cita del comienzo de este trabajo: “Aprender a ver/oír/decir/lo instantáneo es nuestro oficio".                                                       

Y si es china la entrada de Lacan a la poesía en sus últimos seminarios, es porque el sin
sentido que porta su canturreo le procuró a través de su sonido un llamado a escuchar lo que no se escucha en una narración ya que está  sostenida del pensamiento.
Dirá que la metáfora y la metonimia en tanto anudando el sonido y el sentido son capaces de canturrear otra cosa; desunir el sentido y el sonido para hacer sonar otra cosa, lo real.
El sonar se desprende aquí de aquella resonancia que nos hablaba Lacan: semántica o metonímica. Sería el instante de la epifanía que nos abisma o da lugar a  la invención.

“…es por el forzamiento por donde un psicoanalista puede hacer sonar otra cosa que el sentido” y esta vez nos reenvía a la escritura poética china y al chiste, para situar la dimensión de la interpretación analítica.” (14)

¿Qué es ese canturrear sino el goce ya enlazado en lalangue misma? En lalangue hay un saber que no está hecho para ser sabido y no se deja apresar.

En el seminario 25, clase 3, (15) Lacan ubica a la poesía del lado del analizante: “El analizante habla, hace poesía.”. Desde Freud, sabemos, que el gran retórico es el inconsciente. “El sueño es un arte poético involuntario”. La elaboración del sueño tiene mucho en común con el trabajo del poeta y esto a Freud no le fue indiferente. Lacan dirá que es en tanto que una interpretación justa extingue un síntoma, que la verdad se especifica por ser poética. Una interpretación solo tendrá efecto a condición de subordinarse a la transferencia. Es importante destacar que lo poético no es la interpretación sino la verdad que allí se pone en juego. 

Psico-análisis entonces de los significantes que constituyen nuestra historia ficcional con la que hemos intentado explicarnos, y dar coherencia a lo  inexplicable de nuestra ex -istencia. Intento estructuralmente fallido de apresar vía el  significante y el saber en él condensado (metonimia) y metaforizado, metamorfoseado , ese no saber originario , pura falta,  objeto pulsional,  marca  de goce de la letra sobre el cuerpo, y no para agregar significación,  sino  para  horadar el significante, ese significante que nos re-presenta como sujeto ante otro significante , esos en que sostenemos nuestro yo-mascara,  hasta palpar el vacío en ser , el pura carne que en última y en primera instancia somos, para “savoir i faire” ahí con nuestra falta: acto creativo en el que el acto del analista, la interpretación a la letra, se corresponde con el acto , y quizás con el tiempo de concluir del parlêtre.

Interpretación, lectura que es a la vez escritura, lectura a la letra. “Leer a la letra que no significa develar ningún sentido oculto, correr el velo del oscurantismo de una letra a descifrar, leer a la letra un texto es producir una letra desde el texto freudiano o como le gusta decir a Lacan que su invención es una letra, su objeto a. Dicho en otros términos, hacer que el texto freudiano produzca una letra como invención”. (16)

“Al sin fin de la cadena significante, a la ilusión de poder decir todo, adviene un tope, invención de una letra, producción de una escritura”. (17)
 
“Escritura, esta está ubicada allí en el litoral entre la pulsión y el fantasma, que puede tener dos caras, una que se refiere a la representación, como significación articulada con el falo (significación siempre fálica), mientras que la otra como letra que remite a lo real. "El inconsciente dirá Lacan el 10.3.7l es "el lenguaje en medio del cual ha parecido el escrito” (18)

Es-critura  el es=el ello, que se escribe, savoir i faire imposible de ser dicho de manera más precisa:

“Apenas una traza brillante dejada por la baba del caracol, el otro que somos todos bajo las hojas de acanto. El saber no sabido por el mí, sólo adivinado, y en la traza, reconocido (Chantall Maillard) (19)

La baba del caracol, traza brillante, sendas luminosas,  dejadas por un ser pequeño , insignificante, trazas de luz sobre la piel, superficie estriada, no surcos, no hendiduras, no heridas, sino trazas, vías de acceso para el acontecer, bien pensado prefiero olvidarme de lo dicho…  y luego abajo buscar alguna umbría y allí poner la mano, extenderla , los dedos haciendo puente para los caracoles , más pequeño que el erizo, inadvertido, sin pretensiones , el caracol pasa… sin defenderse, con su casa a cuestas  porque él no se diferencia de su casa, transita, en la mano, apenas sentimos una ligera humedad que luego cristaliza” (20)


Propongo leer como leemos en tanto analistas:
 
Vías de acceso para el acontecer bien pensado, prefiero olvidarme de lo dicho
y luego abajo buscar...
Y luego a
bajo
buscar
Vías de acceso para el acontecer, bien pensado,  prefiero olvidarme de lo dicho.
Vías de acceso para el acontecer bien, pensado,  prefiero olvidarme de lo dicho.
                        
Acaso  puede remitirse este decir de al poeta a la  frase de Lacan: “que se diga queda olvidado detrás de lo que se dice en lo que se oye”

Y ello me evoca a su planteamiento en Liturattere (21)

“Llituraterra”,” neologismo que Lacan inventa legitimándose en un diccionario etimológico: lino, litura, liturarios son las raíces lingüísticas que le sirven de referencia. Lino es ungir, frotar, ensuciar, embadurnar, recubrir (lo escrito), borrar; litura significa corrección, enmienda, borrón, tachadura. Raíces etimológicas que fundan la equivalencia psicoanálisis- escritura que este texto aborda” (22)  Lituraterre juega con "rature", tachadura, y "terre". Dice Lacan allí que la letra es litoral entre significante y goce; entre saber, dominio de lo simbólico, y goce, dominio de lo real; entre inconsciente y libido. Lacan diferencia litoral de frontera. Una frontera, dice, se puedeatravesar, un litoral hace borde a los dos territorios o dominios que en él se encuentran y no son recíprocos. De ahí que la letra, que dibuja ese litoral, tiene un costado significante y un costado real, de goce. La letra hace borde al saber, dibuja el agujero de goce en el saber.  Letra que cesa en su papel de remitente y articulador y permanece como elemento autista de no-sentido que hace gozar” (23) 

“En este escrito Lacan nos presenta un apólogo de la escritura, al que J.A. Miller, con ironía, califica de apólogo meteorológico. Allí cuenta que al volver de un viaje a Japón por una nueva ruta que atraviesa Siberia, una ruta que hasta entonces había estado cerrada, le sucede algo que podríamos calificar como un acontecimiento de goce producido en condiciones especiales de espacio y tiempo: desde la ventanilla de su avión, ve los surcos dejados por la lluvia sobre la desierta planicie siberiana y lo que ve le hace pensar en una escritura, todo sucede en el transcurso de un instante.
En esta topología del espacio vacío y del tiempo como instante de ver, “la única condición decisiva es la del litoral”. Las huellas producidas por la lluvia al caer constituyen con sus líneas una orografía que tiene relieve.
Según M.H. Roch, Lacan, no sólo da valor de escritura a lo que está viendo sino que, aunque él no lo diga, el relieve de esa orografía le evoca la escritura china, y más precisamente el trazo del calígrafo4, no el de cualquiera sino el de Shitao, el pintor calígrafo del siglo XVII al que había conocido gracias a François Cheng, el calígrafo que habló del “único trazo del pincel”.
“Así fue como irresistiblemente se me presentó (…) entre las nubes, el aluvión, que es la única huella que aparece para producir, más que para indicar, el relieve (…) en la llanura siberiana, planicie verdaderamente desolada (…) sin ninguna vegetación más que reflejos de este aluvión que empujan a la sombra lo que no resplandece”.
Esta escritura no está hecha para indicarle nada a nadie, pues no hay nadie, la estepa está desierta….

 La nube como semblante, -significante que se ve-, y la naturaleza está llena de esos semblantes, según Lacan; la lluvia que cae de la nube-semblante como significado de goce que llueve del semblante “cuando éste se rompe” liberando las materias en suspensión. Este significado de goce que cae erosiona la tierra, deja huellas, escribe” (24)


ACTO CREATIVO, ACTO PSICOANÁLITICO.

«Hay veces en las que algo de esa realidad de la que formamos parte, con todo aquello que nos rodea, nos atraviesa y sabemos que hemos tocado la fibra más íntima, aquélla justamente en la que vibra al unísono lo que vemos, lo que hay, lo que percibimos y lo que somos». Chantall Maillard, (25)


¿No es acaso esta una poética manera de decir el efecto de encuentro de un sujeto con lo real  la  tyché que lacan toma de Aristóteles,  y no es también ese efecto el que produce  la interpretación analítica cuando como nos dice Lacan somos capaces de medio decir como dice el poeta.

“El Automaton sería la repetición que siempre encuentra lo mismo para quedar a resguardo de lo Real. La Tyche por el contrario sería el encuentro con lo Real. Es entre estos dos conceptos aristotélicos de uso lacaniano que puede entenderse que la repetición exige lo nuevo.

A la luz de esto el objetivo de la interpretación no puede ser añadir sentido, tiene que estar del lado del corte, sería provocar la Tyche en el acto analítico, permitir un encuentro que no sea repetición; por eso el buen manejo de la transferencia trabaja contra la repetición.
La transferencia, aliada de la pulsión, intenta conocer el tiempo desconocido de la repetición; y el inconsciente mismo sería una defensa frente a lo real. El inconsciente mismo es un intento de mentir lo real, viene al lugar de ese real como imposible, el inconsciente es la forma de mentirse el sujeto sobre ese punto, y como siempre se miente de la misma manera, repite” (26)
Que nos sea tocada la fibra más intima es el despertar de lo real, ¿no? es decir, algo que conmueve nuestra situación en el mundo, nuestra situación de armonía. Despertar nos despertamos cuando hay algo que nos toca, que nos toca profundamente, un goce inesperado, la posible muerte propia, la de un amigo, eso es lo que nos despierta.

En su Seminario 24, Lacan les dice a sus alumnos: “Yo quisiera llamar la atención sobre algo: el psicoanalista depende de la lectura que hace de lo que dice el paciente.  Y lo que escucha no puede ser tomado al pie de la letra… ¿La verdad despierta o adormece?. Me gustaría que antes de responder, leyeran a François Cheng, ya que con la ayuda de lo que se llama escritura poética ustedes pueden tener la dimensión de lo que podría ser la interpretación analítica”

Recordemos que en la cosa Freudiana, Lacan, introduce a la verdad a través de una figura retórica, la prosopopeya: “yo la verdad hablo”. La verdad del psicoanálisis es poética, habla sin preocuparse por ser verdadera ni por adecuarse a las cosas. La verdad dice “yo vagabundeo en lo que vosotros consideráis como lo menos verdadero por esencia: en el sueño, en el desafío al sentido de la agudeza más gongorina y el nonsense del juego de palabras más grotesco, en el azar y no en su ley, sino en su contingencia...” La verdad del psicoanálisis se hace oír en los puntos dónde el inconsciente sorprende con su retórica. “Lacan se pregunta: ¿la verdad despierta o adormece? Y responde: depende el tono con que es dicha. No olvidemos que la verdad es poética. Luego afirma, la poesía dicha, es un hecho, adormece. Adormece en tanto participa de la función hipnótica del discurso haciendo resonar sentidos que taponan. Adormece en tanto sostiene los velos del bien y de lo bello. Por lo tanto, para  decir del goce que nos concierne queda del lado de los poetas malditos. Baudelaire , Rilke , Rimbaud ...hacen pasar el sin sentido que lo bello vela. Y con Francois Cheng se termina de correr dicho telón.

Y de esto se trata, la voz poética seria la forma de hacer pasar, el bien decir, el decir del hay ausencia de sentido” (27)

Hay que extinguir la noción de lo bello dice Lacan. La resonancia del psicoanálisis no se fundará en lo bello sino en el chiste. No toda poesía sostiene lo bello. Rimbaud escribió: “senté a la belleza sobre mis rodillas, y la encontré amarga, y la injurié”. Injuriar, mal-decir, en latín: maledicere, ultrajar denigrar. (28)

1-Octavio Paz, “El arco y la lira”, México, Fondo de la Cultura Económica, 1979, p 168.
2-Octavio Paz, en su carta a León Felipe
3- Chantall M.  “Orinar en la nieve” Prólogo a  El monje desnudo. 100 haikus Edición y traducción de Vicente Haya, Akiko Yamada y José Manuel Portales. Miraguano Ediciones, Barcelona.
4-5-Chantall Maillard, “En la traza. Pequeña zoología poemática”, librito de la conferencia “La creación” en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, editado por dicho centro.
6- Miller, J.-A. Piezas sueltas. Buenos Aires: Paidós, 2013. p.54
7- Título trabajo de Piedad Ortega  del Seminario de Orientación Lacaniana “Cuerpo, imagen y lenguaje, sus anudamientos”, nel -amp.org.
8-Jaques Lacan, seminario XXIV L’insue.
 9-“La baba del caracol”, Vaso Roto, Cardinales
10-“Escritos” Lacan, México SXXI, pág483.
11-“Poética del Psicoanálisis”, Rosario Herrera Guido, Siglo XXI Editores, Primera edición, 2008.
12-ibídem
13-“Orinar en la nieve” Prólogo a  El monje desnudo. 100 haikus Edición y traducción de Vicente Haya, Akiko Yamada y José Manuel Portales. Miraguano Ediciones, Barcelona.
14-Seminario 24 ,1976- 1977 L’ insu que sait de l´une – bevue s´aile a mourre, Lacan.
15-Seminario 25, “Momento de concluir”, 1977-78.
16-“La letra: lo que resta del decir”, Jorge Luis Leiva, EFBA (efba.org)
17-Ibídem
18-Ibídem.
19- Chantall Maillard, “En la traza. Pequeña zoología poemática”, librito de la conferencia en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona.
20-Conferencia  “La creación”, ciclo la condición Humana, Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona, 11 febrero 2008.
21- Seminario 1971, sesión 12 de mayo del Seminario “De un discurso que no fuera del semblante”
22- “Escritura y Psicoanálisis”; pág. 22, a cargo de Helí Morales Ascencio, SXXI Editores,  1996.
23- “El tacto y la letra, volver sobre su escritura” Erminia Macola, A.P. Psicoanalista en Padova, Italia. Miembro de la SLP y la AMP en Letras Nº2, Revista de Psicoanálisis de la Comunidad de Madrid-ELP.
24- La función de la escritura en la experiencia psicoanalítica, Araceli Fuentes García Romero, Letras Nº1, Revista de Psicoanálisis de la Comunidad de Madrid-ELP, octubre-diciembre 2010.

25--“Orinar en la nieve”, Miraguano Ediciones, Barcelona.
26- En Puntos vivos del seminario 11 Inconsciente y repetición (Cap. 1 a 5) Javier Cepero   icf-granada.net. 

27-“Cuando La Poesía Hace La Diferencia"(*) Reunión Lacanoamericana De Psicoanálisis, Montevideo, Uruguay. 2015. María Gabriela Pedrotti , EFBA.
28-Saudade:  Poesía y psicoanálisis: Lacan Borges; Graciela Tustanoski, yontorress.blogspot.com