sábado, 17 de septiembre de 2016

POESÍA Y PSICOANÁLISIS. EN TORNO A “VOCES EN OFF” de Alejandro Céspedes.





(Nada definitivo, solo una parte posible de Mi lectura actual)

“…en esta selva de poesía y pensamiento estaremos muchas veces perdidos, y no importará demasiado, porque estaremos siempre ante unos paisajes donde se adivina algo muy cercano a la verdad”. Diego Sanchez Aguilar “Voces en off”


 “Haz anillo de ese agujero, de ese vacío que está en el centro de tu ser. No existe prójimo si no es ese agujero mismo que está en ti. Es el vacío de ti mismo” Lacan J “De un Otro al otro” Clase del 13 -11-68


“Con idea, con sonido o con gesto, el duende gusta de los bordes del pozo...”     Federico García Lorca.      


Se podría sostener que la poesía es el pensamiento de la presencia del presenteSólo el poema acumulará los medios para pensar fuera de lugar o más allá de todo lugar, “sobre alguna superficie vacante y superior lo que del presente no se deja reducir a su realidad, pero convoca la eternidad en su presencia.

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Cuando la situación está saturada por su propia norma, cuando el cálculo es inscrito sin descanso, cuando no hay vacío entre sabe y prever, entonces
es preciso poéticamente estar listo a salir fuera de sí mismo. Pues la
nominación de un acontecimiento, en el sentido que hablo, suplementación
indecidible, debe ser nombrada para advenir a un ser-fiel, esto es a una
verdad; esta nominación es siempre poética. Para  nombrar un suplemento, un azar, un incalculable, es preciso apoyarse en el vacío del sentido, en la ausencia de las significaciones establecidas, con peligro de la lengua. Es necesario entonces poetizar, y el nombre poético del acontecimiento es lo que nos lanza fuera de nosotros mismos, a través del cerco en llamas de las previsiones. El poema liberado de la poetización filosófica. Sin duda siempre ha habido estos dos pensamientos, estas dos donaciones: la presencia del presente en el traspasamiento de las realidades, el nombre del acontecimiento en el salto de los intereses  calculables”.
 El estatuto filosófico del poema después de Heidegger”.  Alain Badiou.
    

                                                                                     
A raíz de la inmersión en el magma germinal  de Alejandro Céspedes: “Voces en off”,  son muchos los aspectos de su obra que  pro-mueven mi deseo de escribir sobre la misma, y hacerlo con aportes del psicoanálisis,  porque considero que los planteamientos de este poeta, tanto en ésta  como en su obra anterior: “Topología de una página en blanco”, posibilitan tender puentes con los planteamientos de J. Lacan, fundamentalmente  a partir del interés común por el tema del  lenguaje y la relación conflictiva del sujeto que este determina, así como por el tema del ser que el mismo aborda.

 Lacan  en una época de su enseñanza, para el estudio de la subjetividad , se interesó por el ser  (1) para terminar afirmando que el psicoanálisis no hace ontología, y así pasará a un más allá del ser, a la henología (2), de un discurso sobre el ser a un discurso sobre el Uno, de una interpretación dirigida al deseo y la falta-en-ser a una intervención dirigida a la letra y lo real), es decir, “de una aproximación de la palabra, en la experiencia analítica, no en tanto que ésta le permite al sujeto acceder al núcleo de su ser sino en tanto que es iteración de un acontecimiento de cuerpo, producido por la pura percusión del cuerpo por la palabra”.  
Por lo anterior, aunque la última enseñanza de Lacan esté marcada por esta "desontologización del psicoanálisis, y sirva para pensar lo que no cambia en el análisis (los restos sinthomáticos irreductibles), la enseñanza clásica permite pensar lo que cambia, es decir también en qué sentido un análisis opera una transformación sobre el sujeto cuando, incluso para finalizar, hay que saber apuntar a un irreductible que no cambia jamás y que resulta de la manera de cada uno de ser viviente, en tanto que parlêtre. (3)


A mi entender también Alejandro Céspedes si bien se ocupa del ser tal cual  de Martínez Forega (4) dice:

“La casi  totalidad de la poesía de las tres últimas generaciones (y empleo aquí el criterio de Ortega y Gasset) ha desechado una preocupación real, una preocupación consciente por lo que la filosofía ha definido como el ser....en sentido estrictamente filosófico…. Voces en off  nos propone  “regresar a las enseñanzas del Tecteto platónico;  volver a preguntarnos  si es s cierto que existe el thaumazéin, “Voces en off” es también un texto…thaumazéinico, a través de sus palimpsestos e intertextualidades, propone no olvidar la tradición…..pero también mirar hacia Oriente,… en tanto ese ser es también no –ser” (pág.212)

 va más allá del mismo con en sus planteamientos:

 “Céspedes, aunque heredero en cierto modo de ese pensamiento poético heideggeriano, lo lleva un paso más allá, hacia el paso que Alain Badiou reclamaba: «¿Qué será el poema después de Heidegger, el poema después de la edad de los poetas, el poema post-romántico? Los poetas nos lo dirán, lo hemos dicho, pues desanudar filosofía y poesía, salir de Heidegger sin recaer en la estética, es también pensar de otro modo la procedencia del poema, pensarlo en su distancia operatoria, y no en su mito». Alejandro Céspedes se sitúa en esta línea, porque no acepta el espacio poético como lugar privilegiado donde el mito se considera premisa desde la que lanzar el pensamiento, sino que cuestiona una y otra vez los límites del propio género, del propio instrumento poético que, en sí mismo, no garantiza ninguna verdad. (5)

¿No garantiza ninguna verdad? ¿Porque el propio poema se origina como operación singular de la verdad? “Heidegger liberó al poema del saber filosófico y lo recuperó para la verdad”. (Badiou)

Quizás no se trata de ser –no ser, de pensar, entender, mitificar,  sino del acto creativo,(o lo que Badiou  llama “acontecimiento”), de ser en un acto que recupere puntualmente al sujeto de su permanente extravío, ser el acto ya que “la verdad es diferente del sentido”(A. Badiou), y Lacan al pasar del inconsciente cadena al inconsciente lalangue plantea que el significante es la causa del goce y “lo escrito no es para ser comprendido”, y se sirve de la barra de Saussure entre S significante y s significado que no es más que eso: escritura. (Seminario XX, 1972-1973)


Vladimiro-No intenten entender .Ni siquiera nosotros que llevamos tanto tiempo en el mismo vaivén, lo pretendemos. Sabemos lo que hay que hacer, lo hacemos. (pág.23)

“No hay libertad sin desprendimiento
¿Entonces solo queda esperanza en el tropiezo? (pág.45) 
                                                                            
 “Un títere sin hilos podría ser un cometa a la deriva.
(Dice uno de los guiñoles que está urdiendo un plan para tratar de huir del teatrillo y ocupar  la casita de muñecas)

-¿Importa la caída? –Dice otro.
-Sí y no. Depende de en qué nuevo estado te incorpores o yazgas.

En cuanto al tema de la existencia, Freud tiene un planteamiento totalmente diferente al de la filosofía tradicional. Coloca el juicio de atribución anterior al juicio de existencia. Esto tiene una consecuencia fundamental: deja sin sentido todas las discusiones acerca de la exactitud de nuestras representaciones con respecto a las cosas.

La filosofía, desde Platón, se debate de una forma u otra en ese problema. Se pregunta ¿Dónde ubicar lo verdadero? Lo que Heidegger llama “el fundamento de los entes” Esto es básicamente un juicio de existencia, intenta definir lo que existe como cosa verdadera que sirva de fundamento para todo juicio posterior. El juicio de existencia, para la filosofía, debe ser primero.
Para Freud, lo primero no es si algo existe o no existe, sino si algo me brinda placer o no. El sujeto se constituye a partir de una atribución. Es una posición materialista, pues la presencia de las marcas que deja la percepción es indiscutible. El sujeto es un conjunto de marcas materiales y no un ente que se debate entre los engaños de los sentidos. El sujeto se constituye en una atribución respecto de estas marcas.
Para Freud, el punto de origen no es un juicio exacto sobre lo verdadero de las cosas, sino un juicio de atribución relacionado con el placer y el displacer. Es decir, el yo se constituye en ese juego de inclusión/exclusión regido por el principio del placer.

Lo vivido como placentero es atribuido como
“yo”, lo vivido como displacentero lo es como “no-yo”, eso para Freud supone un “adentro” y un “afuera” e implica el registro del narcisismo, es decir, una relación en espejo.
El juicio de existencia concierne a la búsqueda en el exterior del objeto “Si-yo” Por eso el encuentro es siempre un reencuentro.
Para poder poner en marcha el juicio de existencia ha tenido que darse la escisión psíquica entre el “yo” y el “no yo” Por tanto, hay una exclusión fundamental que se produce en el juicio de atribución, hay algo que se rechaza, y de eso va a depender la condición de existencia.
El juicio de existencia consiste en el examen de la realidad para convencerse de que está ahí el objeto que se percibió una vez y que produjo satisfacción. En este juzgar reproductor podemos colocar los procesos de pensamiento.

El tema del lenguaje indudablemente es esencial tanto para el poeta como para el psicoanálisis; para Lacan es creador y el creador del ser. En suma el ser del que hablan desde siempre los filósofos, este ser no es jamás otra cosa que un ser de lenguaje, es el secreto de la ontología. (6)

La materia prima de un poeta es el lenguaje, y  el psicoanálisis entiende que el sujeto solo se puede  definir a nivel del lenguaje y es en el trabajo con el mismo, de dos formas diferentes (trabajo con el significante: con el inconsciente estructurado como un lenguaje, y con lo que Lacan llama la letra –S1 significante aislado fuera de la cadena de los efectos de sentido y del semblant, condensador de goce) que este  encuentra la cura. Por lo tanto, ambos convergen en la importancia del lenguaje como hacedor de lo Humano:

“es en la palabra donde se perfila en el Hombre su “ser humano”…esta es su diferencia…la forma sígnica, el modelo de expresión de un ser que no sería capaz de representarse a sí mismo de otro modo….es en la palabra donde encuentra su patria” (208) (1).

Y ambos parecen coincidir de alguna manera en que aún siendo así, el lenguaje es insuficiente:

“el escepticismo Cespediano se funda en la imposibilidad de que el hombre pueda expresarse finalmente con palabras, con palabras no convencionales, claro. El propósito es elevar su capacidad de expresión y comprensión (mejor que entendimiento) a una especie de koiné de la lengua patria”(pág., 208)


por un lado porque es imposible la comunicación (sin falta y por tanto sin malentendido) entre las personas, aún siendo el lenguaje convencional como lo es; respecto a la posibilidad de que el hombre se  exprese en un lenguaje no convencional, la psicosis con sus neologismos da cuenta de que sí, pero al costo de una incomunicación aún más absoluta.

 El sujeto no es dueño de su lenguaje, no habla de tu a tu simplemente, sino que  esa relación espejo o  imaginaria está fundada sobre la propia enajenación del sujeto respecto al mismo lenguaje, lo que lo hace ser un extranjero de sí mismo; en este sentido, es el sujeto el que este es hablado por el lenguaje más que habla (lo que Lacan trabaja en su esquema L o lambda para plantear como la función imaginaria del yo está atravesada y descentrada por la función simbólica del discurso del inconsciente).

Efectivamente, haciendo un recorrido inaugural sobre los temas que aborda A. Céspedes en su libro: la existencia y su relación con lo que Céspedes denomina tomándolo de René Thom, la primera catástrofe elemental (el pliegue), las nociones de acto, conflicto, actante en conflicto, la libertad del títere que plantea en el  acto I bajo el título: “la libertad del títere(a noción de “acto”),  el  “ser o no ser (el actante en conflicto)” del acto II,  “Los intrusos (el conflicto)” del acto III,  “la morfogénesis de la disolución (el arquetipo estructural)” del acto IV, “El Hombre superviviente(histéresis, rupturas y singularidades) acto V, diremos que todos ellos son inherentes al sujeto en la concepción psicoanalítica del mismo;  siendo fundamentales, este se ha interesado y lo sigue haciendo de manera profusa por los mismos, aunque sean nombrados con otra terminología, y aún quizás entendidos desde otra perspectiva.

Me ha interesado sobremanera la búsqueda del poeta,  o más probablemente  su encuentro (“yo no busco, encuentro” Picasso), con una forma de hacer poesía original, y la consecuencia que esto tiene en la posición del lector de poesía, cuyos parámetros lectores se ven conmocionados. Su obra nos exige posicionarnos en  un lugar original (en el origen), valga la redundancia, para poder, más que leer la obra, ser actantes, y aún me atrevería a decir, creadores de  la misma, hacer…a ser poiesis. Somos convocados así al origen y al vacío que toda creación y recreación supone como teniendo que dar a luz a la propia obra. En este sentido, así nos lo dice Alejandro Céspedes en la introducción:

“Este libro requiere del lector más que la lectura. No debería buscar en él poemas entendidos como unidades cerradas y unitarias. Necesita que la mente lectora ponga en pie su propia dramaturgia, y más aún, que actué entre sus líneas y sus páginas, o que las intercambie, y camine a tientas_ pues ignora a dónde va_ entre la negrura de su tinta….”(pág.11)

Exigencia que es  acorde a la esencia de la obra:

“Parece una obviedad decir que “Voces en Off” no es una obra de teatro, aunque, como casi cualquier texto podría serlo. Es  la dramaturgia la que tiene el poder de convertir los textos en teatro. El teatro y sus morfologías, el teatro y sus topologías, el teatro con su cuarta pared y con su abismo, el teatro con su exterior y con su interior; qué mejor fórmula para desbaratar el orden de los tiempos, qué espacio más informe para los alfareros de la ontología. El teatro, o mejor el espacio escénico, tan permeable a la convivencia de lo que es y de lo que no es, tan permisivo con la aparición, la desaparición y la apariencia, tana amble con el trampantojo, teniendo en cuenta que “todo escenario genera un espacio simbólico.”(los subrayados son míos) (pág.9)


  En su propuesta,  catalogada como drama lírico(M.Forega, pág 192)el poeta   nos introduce en lo que él denomina pliegue, y esto modifica abismalmente  la relación  lector- obra, los parámetros de exterior –interior y algunos otros,  que tradicionalmente permiten hablar de un lector “que se dirige a leer” una obra poética,  llevándonos a ser parte de la propia obra, es más,  a un “hacer la obra”,  que deviene “ a- ser la obra” , a hacer de cada uno de los lectores-actantes, la obra singular, que entonces deja de ser siempre una, la misma, ya que en su lectura nos vamos cada quien recreando permanentemente. Nos pro-pone una catástrofe elemental, el ya nombrado  pliegue, que en tanto a-topos o distopia al decir de Manuel Martínez- Forega en su interesantísimo estudio incluido al final del libro (pág.198) me permito asimilar al vacio o concepto de  falta en psicoanálisis, dada la similitud de los efectos que el pliegue genera, tanto en la escena como en los personajes, con los que la falta genera en la subjetividad humana. Vacío desde el cual la propia obra del poeta, y el propio ser humano-personaje en tanto obra  del Otro del Lenguaje se crea, para  hacernos hacer y hacernos ser  “con” y “en” ella… un acto creativo (7), una  re-creación. 

El espacio escénico simbólico (*) que esta obra poética concebida de esta manera inaugura, al tener que ser recreados por el lector-actante, recrea el vacio de  la entrada del sujeto en el Lenguaje, ¿o  del Lenguaje en el sujeto?, pues qué, sino una catástrofe es lo que la misma produce en él, lo cual el psicoanálisis llama el trauma. Trauma que Lacan derivara troumatisme (trou agujero) en la medida en que  en esa entrada, al mismo tiempo que el sujeto obtiene una  ganancia  “en ser” (identificaciones simbólicas), y también imaginarias, al ser  nombrado/ apresado/incluido en el significante, queda a nivel de lo real como falta, se produce  en el sujeto la pérdida de “la cosa” (que el significante mata en este proceso de simbolización, la cual es en  realidad parte del propio sujeto, quien deviene así una metáfora de sí mismo. . (Lo Real adviene cuando el objeto a cae del propio cuerpo. En la propedéutica psicoanalítica se intenta figurar este encuentro con lo Real con el momento en el que el niño se da cuenta que el seno de su madre, que creía propio y parte de sí mismo, se le aparece como ajeno o más bien se le desaparece como parte de sí).

 Parte extima (8) de sí mismo le llamará Lacan, la cual éste intentará recuperar en la realidad psíquica (que no es interior ni exterior) como objeto (el objeto a), recurriendo a los llamados objetos del mundo exterior que son metáfora de aquel. El sujeto queda marcado  por la pérdida. Diferentes objetos pueden venir alternativamente durante su vida e intentar obturar esa pérdida, pero nunca se podrá deshacer de la marca que lo marca, es decir, el sujeto nunca se podrá librar del rasgo unario. Con esto Lacan nos introduce en el registro de lo Simbólico, en la medida en que el rasgo unario en su repetición inaugura la entrada del sujeto en lo Real. Consiguientemente, dado que el sujeto no soporta la situación de incompletud en la que ha quedado plantado, el registro Imaginario es donde introduce los objetos que cree que pueden obturar la falta y borrar el rasgo. Éste es el ámbito de lo que Lacan llama el fantasma, pues en tanto lo Real es siempre algo que se escapa, solamente de manera imaginaria el sujeto puede poner objetos en el lugar de la falta y construir su propio fantasma. 

Operaciones entonces de alienación y separación del sujeto al lenguaje(Lacan), que determinarán que de aquí en más, ese sujeto este extraviado de sí mismo bajo la barra de la represión primaria, que ex - sita  en el juego presencia-ausencia del sujeto del inconsciente, y solo sea posible su recuperación o aprehensión no-toda, vía metonimia en la red significante en la que se desplace su deseo en busca del objeto perdido, ese uno real no simbolizable y por tanto inalcanzable vía el lenguaje,  uno si mismo real donde anida su ser de goce.

“En la periferia de sus propios actos


                                               donde el regreso sigue prohibido”( )



 Tu imagen es real            
pero en el interior del reflejo alguien responde
                                                                                                                yo soy la periferia
                                                                                                       y el centro de ti mismo.
                                                                                                          (pág.127)


La apuesta de A. Céspedes es llevarnos con su texto y desde el mismo, a ese no-topos, pliegue, al lugar mismo de la falta, para  “desarticularnos”

“el origen del mundo como forma de ausencia” (pág,135)

para hacernos conscientes de nuestras “articulaciones”, de las identificaciones significantes e imaginarias en las cuales buscamos consistencia en ser, ( las que definen nuestro “ser consciente”), como del porqué de las mismas (nuestro miedo a la incertidumbre, a la muerte), así como de nuestras desarticulaciones. Salir de la dualidad con que la consciencia organiza nuestro mundo: interior-exterior, personaje-actor, realidad-ficción, espacio- tiempo pasado presente- futuro- para que nos encontremos en su falla o en su tropiezo, falta donde todo ese se diluye y nos diluye en  multiplicidad de espejos, cuestionándonos el engaño sobre el que se asienta nuestra pretendida unidad narcisista, por citar alguno de los múltiples interrogantes  a los que la obra nos enfrenta.
Y sin embargo, engaño necesario el devenir marioneta del Otro del lenguaje y de la mirada del otro: “emborrachamiento ante la fantasía del equilibrio”, por nuestra necesidad de imagen narcisista y de nombres que nos permitan crearnos una mínima consistencia, consciencia de ser

Un guiñol se contempla a sí mismo en un espejo
Y en ese breve instante de conciencia percibe que otros seres efímeros
Se articulan como el bajo una estatua. (pág.36)
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La voz unánime como armazón que afianza su vacío,
le da a beber la exactitud de su veneno.(pág.36)
………………………………………………………

que entre los atributos de la ausencia está el reconstruirse
a partir de sus deformaciones (pág.34)


Líquida es la existencia
…………………………….

Creen en su existencia porque viven de la continuidad. (pag.132)
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Alguien podría esta gritando su nombre en cualquier sitio
No un nombre, sino todos los nombres, cualquier nombre.

Alguien que necesita una mirada para ordenar su mundo se pregunta
 por aquel primer interrogante y por lo que fue la primera afirmación
                                                                                                 categórica
                                                                                                       exacta

sobre la que se fue construyendo el agujero
Busca la palabra nombre para poder seguir
                                                                                        y la palabra tu
                                                                                        y la palabra él
                                                                                          que le defina
                                                                                                   y gritar
                                                                                                 y mirada
                                                                               y la palabra mundo
                                                                               y al palabra vuestro
                                                                       

Vivir incluso en su propia idioma, es siempre traducir de otro lenguaje,                                            quizá por eso no encuentra transcripción para su estado.
……………………………………………………………….. (pág.54)




so riesgo de devenir un ser “desmadejado, un “cometa  a la deriva”, como sabemos los psicoanalistas que efectivamente sucede a  algunos casos donde lo simbólico no hace marca “en” y “del” sujeto.

_Un títere sin hilos podrá ser un cometa a la deriva… (pág.31)


La única libertad posible parecería decirnos el poeta, y en eso coincidir con el psicoanálisis, está en el tropiezo, como posibilidad de cambio, de un acto diferente, por tanto creador, respecto al cual el poeta… no parece tener mucha confianza(¿será la poesía actual capaz de ese acto?)


“No hay libertad sin desprendimiento .Una piltrafa, un ser desmadejado.
¡Mira cuál es el resultado de su desapego!
-El hombre es libre como al piedra es grave (dice Hegel mientras tira los dados. Suman 7, y su ficha va a caer en la casilla donde está la del jugador que le precede)
¿Entonces solo queda esperanza en el tropiezo?
-Que más da…las marionetas seguirán emborrachándose ante la fantasía del equilibrio.(pág.45)   




EL OTRO.

El gran Otro, designa la alteridad radical, la otredad que trasciende la otredad ilusoria de lo imaginario: no puede asimilarse a través de la identificación. Lacan equipara esta alteridad con el lenguaje y la Ley; por ende, el gran Otro está inscrito en el orden simbólico.

El Otro es otro sujeto, con su singularidad inasimilable, y también es el orden simbólico (que media irremediablemente la relación con ese otro sujeto). Este último sentido es el fundamental: “el Otro debe en primer lugar ser considerado un lugar, el lugar en el cual está constituida la palabra”.
Lacan afirma que la palabra no se origina en el yo, sino en el Otro; por lo tanto, la palabra, el lenguaje están más allá del control consciente, vienen “de otro lugar”, desde fuera de la conciencia. Esta es la explicación (una de ellas) de la célebre frase: “el inconsciente es el discurso del Otro”.

Precisemos que Sartre no ha desplegado jamás una ontología del inconsciente, porque no reconocía su existencia. Pero es, sin embargo, haciendo un rodeo por la ontología de la consciencia misma -en tanto que Sartre la había definido como un ser que no llega a ser, como siendo sobre el modo de no ser, como un no ser aún y un haber sido- que Lacan puede definir el inconsciente como lo no-realizado que llama a una realización. Lacan afirma así que "Podríamos decir de la hiancia del inconsciente que es pre-ontológica […] no es ni ser ni no ser, es no-realizado.

Lacan dice del Inconsciente:
“...ni era ni no era, pertenecía al orden de lo no realizado. Su escritura lo crea y al crearlo lo proyecta retroactivamente en el tiempo, lo hace aparecer en un pasado que nunca existió, es más, crea el pasado como lo que es recuperado por la escritura...”(Seminario 11)



Coro_ los hijos de los títeres acuden a la escuela de sus padres pero heredan los hilos de sus madres .El muñeco lo sabe, algunos recuerdos son premonitorios (pág.29)

“Al observarlas por primera vez se hará consciente.
Mirará sus manos y sus piernas, constatará qué produce el movimiento
de sus articulaciones
                                                                                         sus ojos
                                                                                                hacia arriba
verán la cuerda que sostiene su cabeza
y se comprenderá todo en un instante.
Consciente de sus hilos, con su mano derecha los irá arrancando

                                                                                                 uno a uno
                                                           
                                                                                                   inmóvil,

tendido sobre el suelo miembro a miembro, plegado
ante la ausencia de esqueleto  y arrugado sobre su propia vestimenta
acercará la mano que aún puede moverse hasta sus ojos


                                                                                       Queda un hilo.
El que hizo posible desenganchar el resto.
   
                                                                       Como romperá entonces
lo último que sigue atándolo a sí mismo.







                                                                                  Así se terminaba




                                                               y así comienza la genealogía. (págs. 30-31)



¿Cuántas vidas es necesario tener para satisfacer a los raptores? (pág.36)

Para tener un lugar en el Otro del lenguaje del cual para el psicoanálisis depende la ex –istencia, para tener una historia y una genealogía, un origen hay que plegarse al lugar que el Otro nos asigna

“Igual que en los mitos de los griegos, es dueña (la niña) de un destino imperativo. Y al destino, como bien supo Edipo, se le acaba obedeciendo aunque se le oponga resistencia o se le ignore .La vida es una coyuntura fiduciaria donde los personajes ejercen su escabrosa pantomima. Su esfuerzo es perpetuarse, sus textos repetidos ante quienes intentan solo ser ignorados son una realidad inabarcable, no por su vastedad sino por su irrisoria insuficiencia.(pág.57)  


La marca del Otro nos  hace esclavos; como dice M. Forega (pág 207) ,

“…la perspectiva de los personajes sigue siendo una perspectiva esclava o, mejor, asimilada al papel del ilota en el sentido espartano y licúrgico del término, como lo manifiesta el propio Vladimiro o el relator en la página 30….tanto es así que ni siquiera la Muerte es aquí manumitida. La Muerte,  entidad siempre autónoma y “viva”…se queja al Demiurgo”:

…si quiere saber más vaya a preguntarle a mi hacedor. ¿O acaso cree que solo ustedes tienen quien les escriba lo que han de decir o llevar puesto?

pero nos cuenta y define un punto de partida, un  nacimiento y un orden espacio –cronológico.

 “Para empezar es necesario  un punto de partida. Tal vez también un tiempo y un espacio. Un recorrido. Un orden.
_Orden no es necesariamente ni equilibrio ni armonía.
_Entrad al laberinto Quizás no estén en él ni todas las preguntas ni todas las respuestas, pero al menos jugad con el azar y sus misterios para llegar al centro mientras la periferia se va haciendo un ovillo.
La expectativa se enrosca sobre sí, nos quiere  hacer creer que el centro es lo inmutable, que todo tiende a él y en él termina.
…………………………………………………………

Sin esa marca de entrada del sujeto en el lenguaje, donde el símbolo produce una falta, una vacío- muerte de una parte real del propio sujeto que deviene respecto a su conciencia, inconsciente, real a medias recuperable vía metáfora y metonimia, el sujeto no tendría límite alguno, estaría todo él tomado por el modo de funcionamiento del inconsciente: atemporalidad, no espacialidad, coexistencia de los contrarios, etc. 


Habitualmente las personas mantenemos ¿o creemos mantener? esta separación consciente –inconsciente en su discurso en su vida cotidiana. Digo “creemos mantener” puesto que a veces esos espacios se desdibujan,  aunque generalmente las personas no tienen en cuenta  ni les preocupa leer esas manifestaciones del inconsciente (lapsus, sueños, actos fallidos) en su vida habitual, ni  otras, como la sensación de vivir en el pasado más que en un presente diferente, repitiendo  situaciones de la infancia por ejemplo. 

 Este  fenómeno de “la repetición” que tiene un lugar fundamental en el psicoanálisis, y en filósofos como Kierkegaard aunque con una valoración diferente a la de Lacan, y que Alejandro Céspedes aborda en su obra profundamente, se produce en la vida de cualquier sujeto sin que sea analizado, estando en transferencia con otras personas, y da cuenta de la fuerza con que los  significantes que la operación simbólica que es la castración  separa, marcando como opuestos(vida-muerte/nacer-morir/aparecer-desparecer, ser-no ser ), se atraen y buscan volver a  unirse, retornando al objeto de goce, eliminando toda discontinuidad o diferencia(uróboros),búsqueda de la identidad de percepción Freudiana,  de la unión mítica con  “la cosa” , de hacer desparecer la marca de la castración simbólica que separa a la cosa de su representación, separación a la cual alude  Vladimiro:

“no nos echen la culpa que alguien haya decidido separar lo real de lo que -algunos así quieren creerlo-no lo es” (pág.24)


Pero como en esa búsqueda el sujeto vuelve a encontrar con la falta. porque no hay ningún objeto que realmente pueda colmarla, la repetición deviene repetición de algo nuevo, y es no-lugar, o no encuentro entre el sujeto y el objeto  a mi manera de ver, es la posibilidad del acto creativo, de  ofrecerle a la pulsión un objeto en el cual re-crearse.  


De la frase citada por Vladimiro anteriormente, puede decirse que ese “alguien” es el propio lenguaje  y que para el ser humano en tanto animal simbólico, no hay otra realidad que la simbólica –imaginaria, el encuentro logrado con la cosa sigue siéndole  ajeno, en su lugar hay objetos de la pulsión que intermedian con el objeto de goce, excepto en situaciones donde la pulsión de muerte comanda completamente  la no-vida del sujeto que ha perdido sus límites.  


En un análisis, en la poesía y en el proceso mismo de creación poética, y aun literaria a veces, se recupera esa parte del discurso o del texto que funciona  según las leyes del  inconsciente, para crear. El inconsciente mismo de define como  una discontinuidad surgida en el corazón del discurso, como una hiancia, que obedece a una estructura temporal

 Para el poeta todos los tiempos y los lugares son uno” Oscar Wilde, citado por M Fórega, pag. 200)

Si se elimina imaginariamente la falta, es posible borrar la diferencia entre  consciente –inconsciente, que se borre esa discontinuidad y el acaecer del sujeto puede entenderse  entonces en base a la banda de Moebius (9) En la obra de A. Céspedes el pliegue es una especie de operador o disyuntor(pag.21) “donde la ausencia de un lugar  ha de estar conectada con el lugar presente , a través de un espacio que los conecte”(M. Fórega, pag.194)  que permite  transitar a los personajes y a los lectores  por un universo tempero-espacial  fuera de los límites de la conciencia, un universo textual lenguajero que además se extiende mucho más allá de los límites de la página, en los códigos QR que incluye en el libro.


“_Es un juego de enlaces que llevan continuamente hacia otra parte.
_Les dice la adivina_ es una peculiar fórmula de “El pliegue” que conecta el interior y el exterior y hace compatibles los viajes al presente y al pasado, avanzar hacia atrás o hacia adelante, quedarse detenido, recomenzar de nuevo. ¡La espiral!,  la espiral. Es el símbolo más antiguo del mundo: Es la secuencia áurea de los griegos, la eternidad de los ciclos: nacimiento, muerte, renacer: la vida sin principio y sin final …..(pág. 69)

Bernard Chache_ Lo significativo de la idea de pliegue es que proporciona una manera de repensar la relación entre el interior y el exterior, entre el pasado y el presente-
_Lo que limita con lo verdadero no es lo falso, sino lo insignificante (responde René Thom) (pág.98)

(Vladimiro prosigue con su parlamento)_ bueno, voy a dejarles. He de ocupar mi lugar ¿O ya es este mi lugar? A veces me confundo al tratar de discernir el afuera y el adentro .Es posible que ninguno de ellos sea un lugar. Tal vez solo sean estados de conciencia. Pero qué cambiaría eso”. (pág.25)(el subrayado es mío)



La posibilidad, de que el sujeto realmente “avance en el tiempo y en el espacio” y pueda situarse en otros tiempos y espacios que en su mayor parte no sean repetición de su primer marca identificatoria, (Cada vez se repite lo mismo pero diferente, el objeto en juego es el mismo), de forma tal que el recuerdo pueda situarse y coincidir  exactamente  con lo que llamamos pasado, y que este quede tajantemente separado como tal, queda cuestionado por la continuidad temporal que es efectiva a nivel del inconsciente: el eterno retorno del pasado:


Coro_ Se desharán los hilos con la tozuda lentitud de la gangrena: Aspirarán los índices a dejar de ser flechas cansadas: querrán ir más allá, apuntar más alto, detrás de la alambrada. Donde van a anidar los sueños de los árboles….
………………………………………………………………………………
…sobre los palimpsestos la palabra utopía borrada siete veces y siete  veces siete veces siete  vuelve a aparecer la abreviatura de lo que se ha soñado y el recuerdo de lo que no ha ocurrido todavía.

                                                                                                                       
                                                                                                                              Lo sabe,
Algunos recuerdos son premonitorios.

                                                                                       Unos ojos capaces de observar que delante de sí sus propias pisadas inician un camino
se adelantan. (pág.31)




La vida, una vez más, les contradice .Mudan de piel
pero la misma  obra les persigue.


Los hilos se renuevan en sus extremidades.

Palomas mensajeras que únicamente saben volver, una vez sueltas
a su origen, vuelan hacia el pasado.
Sus excrementos llevan semillas de memoria. (pag.59)


Dice M. Fórega sobre este punto, que “la posibilidad de reunir los tres tiempos en uno fue obsesión del propio Pound y que en la cita de Cépedes es posible hacerlo al menos sintéticamente:”el recuerdo de lo que no ha ocurrido todavía”(pág.201)…un tiempo intemporal en que todos los acontecimientos como en la banda de Möbius , se suceden en el plano del tiempo de forma continua: una vuelta al pasado, pero un regreso al futuro que encuentra también cómodo alojamiento en los conceptos del eterno retorno y del déja vu como metáforas del discurrir psicológico de los hechos “ (pag.201)




LA INCERTIDUMBRE DE UN SER QUE EX –ISTE: PERMANENCIA VS DISOLUCIÓN.


 

a-cerca de la  ex -istencia, del comienzo de la misma y de su final, del otro imaginario, a-cerca de “la realidad”  y por tanto de la ficción. (a =objeto a, lugar de la falta)









“Coro_ El ser puja por encontrar su estatus verdadero y en la continua sustitución de su amalgama resuelve su impotencia: pero nadie le dice que es inútil, que su definición es un punto exhaustivo sobre la eucaristía fecunda de la nada.
Todo ser es ficticio: Un sistema caótico lleno de incertidumbres predictivas, su probabilidad no es cuantificable: los hombre solo son dueños de un cuerpo modelado, una materia que se aferra a la palabra antes y después solo quedan en pie los ornamentos” (pág.130)

“Coro_ Toda existencia es en sí misma una catástrofe. Un tiempo que está continuamente perdiendo el equilibrio. El paso de un estado hacia otro estado que no permite nunca volver al anterior…………………………………………………………
La estabilidad tan anhelada desfallece.
……………………………………………………………………………………………
(pág.58)


¿Pude el ser humano creer y pretender una consistencia en ser? ¿Pude fundarse un ser o un juicio de existencia basándose en los sentidos como pretende Estragón? (La psicosis da cuenta de que no es así, de que la única ex -istencia posible depende de la entrada del sujeto en el Lenguaje para el psicoanálisis, sin ella ni siquiera “se tiene un cuerpo” (no se tiene la vivencia de que se lo tiene “relativamente” unificado) 
¿Lo que llamamos “la realidad” depende solamente de la información que nos brindan nuestros sentidos (las piedras en los zapatos, ¿Empirismo?) o está más acá o  allá de ellos? ¿Se funda nuestra existencia entonces  en los sentidos solamente o lo que  no percibimos con nuestros sentidos tiene existencia igualmente? ¿Cuál es el nexo entre los sentidos y la ex –istencia y el sentimiento de existencia?
  ¿Lo que llamamos ficción no es entonces realidad, o la única realidad posible para el ser humano es la ficcional? ¿Cuál es el estatuto de verdad de la ficción? ¿Es posible diferenciar realidad de ficción?   ¿Todos catalogamos de igual modo lo que es  “la realidad”? (mira esas piedras, ponlas en tus zapatos y ya me dices) 
¿Depende nuestra existencia del reconocimiento del Otro? (ley dialéctica que Lacan va a buscar en Hegel: esta ley que querría que, en el discurso, el sujeto no pueda asumir su ser sino por la mediación de otro sujeto. Lacan la llama la ley dialéctica del reconocimiento). ¿Es posible  realmente alguna certeza sobre la existencia cuando estamos enfrentados  a una realidad cambiante? ¿Es posible  conciliar el ser o su defensiva engañosa “fijeza” (Parménides) con el devenir (Heráclito), y si lo es, cómo hacerlo?

¿Hay un principio?, ¿hay un final,  de la obra, metáfora de la vida?  ¿Dónde y cómo se establece el límite? ¿Alguien sabe con certeza de donde viene y a dónde se dirige, o quién y por qué realmente “ha sido puesto” en la vida? ¿O más bien estamos todos atravesados por las mismas preguntas?
Todos esta interrogantes están condensados en este brillante fragmento de “Voces en off”, y quizás muchos otros que yo no he sabido percibir,y desarrollados magistralmente en toda la obra.

Vladimiro _ “…nosotros… no sé si existimos sin ustedes, y ustedes…Bueno…ustedes en realidad…que importa. La diferencia entre los que estamos aquí y los que están ahí , es que unos creen que existen  y otros “lo saben con total certeza” ¿Lo saben? ¿Con certeza? ¡Bah, qué importa! Quien es quien y sobre todo, dónde”…

Estragón -“No sé qué pensarás tú pero yo existo; mira que dos hermosas piedras tenía en mis zapatos. Si las  piedras son piedras y yo siento dolor en la planta de los pies…eso lo aclara todo”
Vladimiro(al público)-No le hagan caso: nunca ha sabido de donde viene ni a donde se dirige. Ni siquiera sabe quien lo ha puesto ahí, en el suelo buscando unas piedras que jamás han estado en sus zapatos.                                                                                                                                               Para nosotros solo se han escrito las preguntas. Para las cosas idénticas se nos han dado nombres diferentes. No nos echen la culpa de que alguien haya decidido separar lo real de lo que  -algunos así quieren creerlo-no lo es. Esta es mi realidad yo no los veo, tal vez solo al final… ¿quiénes serán ustedes? Y si hoy no hubiese venido nadie aquí? para qué serviría este espectáculo?
Estragón _Pero… entonces ¿de qué forma sabemos que sucede lo que sucede? porque yo sigo teniendo piedras dentro de los zapatos.                                                                                     Vladimiro_ Como acontecimiento, ¿existen la ficción y la mentira? ¿la invención de algo que no ha ocurrido es un suceso? Lo que solamente una conciencia sabe, o la escena que ha visto un animal, o nadie… ¿de qué forma se constata la existencia cuando no…?(Estragón interrumpiendo)
Estragón_ Sin embargo, la realidad se modifica de igual modo después de una ficción, una verdad o una mentira .Insisto, mira esas piedras: o mejor ponlas en tus zapatos y dentro de un rato me dices…
…………………………
Vladimiro_ Sí,  Estragón,  cada bifurcación nos deja como herencia cadenas de verdades. (Pág. 25)




Y para  abordar todas estas cuestiones  el poeta nos intenta llevar  a esa distopia causa del pliegue, donde monta una escena, un  teatrillo, y nos propone montarnos en ella. Si tenemos en cuenta, como él mismo nos lo dice, que todo espacio escénico o escenario genera un espacio simbólico (pág.9) podemos  pensar su propuesta con el nudo borromeo que Lacan toma para representar al sujeto.(lo abordo más adelante)


Y así somos elegidos, llevados por el deseo-viento texto  del Otro del lenguaje a determinados lugares de espectadores personajes que nos son asignados al azar,  en base a la contingencia (10), para formar parte de la comedia de la vida, a este teatrillo:

“el viento arrastra a los pies de alguien un ticket de esta obra de teatro”… 

 el “ser nombrados” para desempeñar tales papeles nos otorga precisamente una consistencia “en ser” a nosotros seres dislocados/ plegados

Coro_ la pérdida se disfraza con un nombre. Se disfraza la existencia con un nombre.
_¿Para todas las cosas?
_Cuanto existe requiere ser nombrado. (pág.111)


Una consistencia que acalla el miedo y la incertidumbre  del “no ser” que desde nuestra propia extimidad  nos acecha como falta o vacío (aunque busquemos subsanarla en los objetos exteriores)
Y así pagamos con  nuestra libertad tener asignado determinado lugar en la representación dramática, en la ficción que el Otro tiene pensada para hacernos devenir personajes / títeres.

No hay persona sin personaje, aún fuera de esta  “distopia ficcional” (* M. Fórega, 205), del poeta, de ahí que me pregunte si realmente, como plantea  el relator: “Otro gallo cantaría si fuésemos personas en lugar de personajes; nosotros solo existimos a través del texto. Somos seres textuales “(p.120), ¿acaso no somos todos en el teatro de la vida seres textuales, esclavos del lenguaje, de  los nombres y las ficciones del Otro que dejan caer su peso significante sobre nosotros colaborando a enredarnos en  nuestras propias auto- denominaciones y  ficciones, con las que creemos dotarnos de una identificación salvadora?  De forma tan bella nos lo dice el poeta:


“La niña está intentando convencerse:
 - Los nombres servirán para poder salvarnos.
-Inesperadamente existo, alguien me piensa.

                                                      Intuitivamente se desdice.” (pág.53)

                         
“Mira  hacia el exterior, está buscando algún nombre
que pueda definirla. Los códigos que hacen al sujeto coincidente
con esa identidad ambicionada e inútil” 

                                                                   Porque no tiene nombre.

Entre la hemoglobina del lenguaje una metáfora escolta a su verdugo    
 Hasta el patíbulo  de las designaciones. (pág.52)
         


“……………………………………………………………………………..
En el exterior los árboles se agitan, las hojas arrancadas se agrupan en
cardúmenes y forman remolinos con la ingenua intención de mitigar
la soledad y el miedo a su propia inconsistencia. Ella reposa su frente
en los cristales. Observa el exterior, pero es su actuación lo único que
da fe de su existencia porque nadie desde fuera la ve ni se oye el vien-
to. Solamente los títeres desde su teatrillo la contemplan). (pág.52)


“La mano del ventrílocuo embarrulla la trama de los hilos.
La voz unánime como armazón que afianza su vacío,
Le da a beber la exactitud de su veneno” (pág.36)


…………………………………………………………
Un parásito habita en la  palabra y toda su elocuencia es la metástasis
                                                                                      de su abreviatura.

Lo que podría ser dicho se exilia en una arbolada
En donde no hay sintaxis.
Pero hasta los discursos de la huída hacen rehenes.
   Gramáticas cobardes arrastran a una hilera de remolques
   Bajo los nombres propios florecerán los hijos de las pérdidas.
   Nombre historia identidad burbujas nómadas
    Habitantes de conchas ermitañas   



“Símbolos.

                           La vida busca amparo a la sombra de los símbolos” (53)

Pero aún así no hay esa consistencia, es engañosa:

_Hablas de un “tu” y de un “yo” ¿pero quién soy, quien eres?
_Somos los mismos siempre. Somos los elementos de una realidad que está cambiando. Somos al mismo tiempo, los protagonistas y espectadores.
_Pero yo necesito un presente, un espacio para manifestarme.
_porqué no te conformas con lo que ya eres.
_Es que no sé que soy.
_Un diálogo de fuerzas que restauran la posibilidad, la potencia que bulle en el sinsentido. El carácter forense de su maquinaria. Nietzsche lo plantea claramente:”Si queréis saber lo que quiero decir, hallad la fuerza que le da sentido a lo que digo, si es preciso un nuevo sentido”.
_No, yo existo. ¡Y necesito un nombre!¿un nombre no un sentido!
_ ¡Un nombre, dices Eres solamente un holograma repetido aunque tampoco importa el número de veces.
_ ¿Y entonces…¿todo esto? las butacas, la gente…
_ Qué gente. Aquí no hay más que sombras que repiten los tránsitos marcados.
_En realidad_ Les dicen a  la  vez Davis y Brown _siguiendo la lógica de la teoría cuántica hasta el final, casi todo el universo podría diluirse en una transitoria fantasía de sombras. (pág.63)



La fachada de un ser se desmorona pero detrás hay otra y otra y otra y otra y otra y otra/ y todas como telones que cayeran ante la posibilidad de otro escenario y hay ventanas / cerradas que conservan a seres asfixiados/….
                                                        (38 a 41, a razón de una línea de texto por página)



“La caída interrumpe los procesos.
 Los hace discontinuos”

                                           Coloca en la intersección de tu existencia
        ese cuerpo arrojado al turbulento mundo de lo reiterativo. (pág.127)



La división conspira. Lo extenso se desgarra.
Partículas, dobleces, pliegues configuran
formas de existir correlativas(pág.59)


“Parménides se gira y en voz alta dice:
_¡Déjenlo como está! Ahora por fin es fijo, eterno e inmutable!
_ No, no, únicamente ha ocurrido un cambio catastrófico- le dice el doctor Thom- Los títeres son sistemas en reposo. Tienden a la estabilidad incluso si son sometidos a las fuerzas de un cambio. Solo cuando no pueden absorberlas ocurre la catástrofe: un cambio que establecerá un nuevo estado que tenderá otra vez a ser estable.              ( H. Michaux hace con mucha sorna una reverencia exagerada mientras dice)_Ah vivre dans les plis!
(Juarroz surge de un surco de la tiza y les susurra)
_Cuántas veces lo roto nos anuncia lo entero. (pág.42)



Todo es provisional en el camino de aquello que retorna.
…………………………………………………………………………………………….
                                                                                                                          Realidades
antagónicas se mueven de un móvil a otro
…………………………………………………………………………………………..
Se muestran como un devenir de instantes troceados, sin embargo
El nexo es lo único que los mantiene vivos. (pág.101)


Pero no es un desorden
                       sino la imperceptible variación de un ser sensible.
                      Fenómeno e inicio que impone relaciones al azar
Y se emparenta originariamente con el caos.




Pero no es un desorden.
  Lo complejo es solamente un territorio por el que dejan huellas
                                     De forma simultánea confusión y armonía
           en la interacción de ambos caminos se afianzan sus efectos
             sombras de una imaginación desordenada,
            fragmentos de cristal bajo sus párpados. (pág. 102)

  
“…el ser…es lo múltiple puro, “inconsistente” respecto de todo lo que consiste, decontarse por Uno. Pero lo múltiple puro, a su turno, si bien inconsiste, si bien es de suyo impresentable (no hay presentación más quede estructuras, de múltiples contados-por-uno), sólo puede sertrama del no hay cuenta: o sea del conjunto vacío, al cual nada pertenece, que no es múltiplo de nada; de donde hay que concluir de nuevo –axioma de la ontología– que es por el vacío por el que una situación se sutura a su ser; o que, en todas partes inclusive, “el vacío es el nombre propio del ser”…..El ser es infinito y el único que lo es”(“Condiciones”, A. Badoiou .


Y a este teatrillo, como al de la  vida de cada quien , nadie viene como dueño de sí mismo, somos todos llevados “de manera implacable” aunque  diferente, y sin saber ni poder dirigir con precisión y exactitud ni el punto de partida, ni nuestro trayecto, ni nuestra dirección, sin que sepamos ni de nuestro final destino, ni  tampoco del tiempo en que seremos causa (11) si es que aceptamos la apuesta, de  este micro-universo vivo  del cual “Voces en off” deviene enorme metáfora.

Claro, que decir esto, es una simplificación burda de la exquisita manera poética en que  -según mi lectura actual-  lo dice Alejandro Céspedes porque su obra, además de hacernos pensar, nos sorprende y maravilla dada su enorme belleza… la cual se espera que  reverbere en cada lector de diferente manera, tocando cuerdas particulares de su no-ser que a su vez posibiliten otras lecturas.

“no todas las vidas se abren de igual modo.                      Reverberan.
El caos mueve el rabo de su implacable lógica.                Alguien abre su boca
y mira la planicie d eun mundo desvastado.
Lleva en lso albios una motosierra. 
        

Todos los árboles del mundo están rezando.

            
 A lo lejos se escucha un tren que                                              avanza
                                                                                                   o retrocede

Su dirección no es en realidad  lo                                           que importa,

                                                                         
                                                                                                 hay un abismo
                                                                                                 al principio
                                                                                                  al final
                                                                                                 de los raíles


 La bailarinas de las cajas de música no saben
que acabarán perdiendo su estúpido equilibrio
Un guiñol le pide al ventrílocuo que crea en lo difuso.                 (pág.51)


“Todo muta vertiginosamente. Cada vida se muestra como un arduo
Proyecto cuestionable…. El vacío es una condición privilegiada                                                       pues la materia en su despótico gobierno
tratará de ocupar cualquier volumen que sea abandonado.

El títere es un sujeto detenido tal vez solo un instante
                                                                                         entre otro instante,
encallado en lo que intuye inaccesible                           permanece,                                                   en lo que está inconcluso                                                 se desborda.
A tientas se bautiza en lo que falta, delinea el contorno,                                                                   dibuja los perímetros,

                                                                                           no sabe
 que entre los atributos de la ausencia está el reconstruirse
a partir de sus deformaciones
                                                                                          se desata,
                                                                                          se amputa, 
                                                                                         se fracciona.

Ahora hay un ser plegado sobre su propio cuerpo en mitad de la escena
Un  andrajo que desde su oquedad       
                                                                                       recuerda
                                                                                       y llora
                                                       en  liberticia intento
            
                                                                                         hacia la nada. (pág.34)






                                                                   
                                                                      
   

El Universo de la Otra escena imaginario -simbólico con el que todos  por decirlo de una manera, a cuestas, ya que está generado por nuestra entrada en el Lenguaje es  por excelencia poético ya que  como dice Lacan: “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”. La obra de Céspedes da cuenta de la verdadera naturaleza de ese Otro lenguaje que la gente habitualmente piensa que se ubica en las fronteras de nuestra conciencia o mente y de nuestro cuerpo, al extender sus seudópodos  y por tanto, los del sujeto del inconsciente, más allá de lo que nuestra estrecha mente consciente consiente: el llamado mundo exterior, El Otro está también en  los códigos QR. Se borra la categoría de espacio y tiempo con que nuestro yo se organiza y nuestro psiquismo se extiende más allá del libro.

Céspedes propone cada uno como supuesto el espectador tome  el ticket con el lugar que se le asigna en esa  Otra escena del inconsciente,  obra dramático simbólica, y que seamos capaces de aceptar la subversión que él nos propone, y así cuestionarnos  sobre el ser y el no ser, seres en conflicto entre  la fijeza tanto de nuestro yo imaginario (lo que ves, la mirada) y nuestras  identificaciones significantes o nombres que por un lado nos otorgan un ser en la repetición de lo mismo( una definición y cierta fijeza), pero a la vez nos pierden dividen o desdicen.  Y también  la incertidumbre de devenir (lo difuso), que haría posible un acto más allá del acto, un acto  creativo:

“…de momento hay que saber cómo un hombre conserva su identidad a través de su metamorfosis y su catástrofe. Y éste es asunto que vierte directamente en el vaso del “ser”(pág19)

“lo que ves te define y todo cuanto escuchas te desdice” (pág.41)

Aceptar el desafío de dejar en suspenso nuestra habitual forma de proceder en base primordialmente a la conciencia y al pensamiento racional, y a los límites o el orden  que los mismos imponen en la organización de lo que llamamos nuestra realidad (ficción-realidad, mundo exterior-interior, personaje-espectador, etc.) y  entrar en el modo de funcionamiento del  inconsciente, donde todos esos parámetros no están presentes. Nos propone  retornar al momento casi anterior o límite de la entrada del sujeto o su nacimiento  en el lenguaje, cuando la marca significante de la castración en el cuerpo (cuando se instaura, ya que en la psicosis no tiene lugar), divide al sujeto entre consciente e inconsciente. Momento en que lo simbólico impone su límite o su ley a lo real, organizando nuestro mundo en las categorías ya citadas, separando relativamente la vida de la muerte. O al vacío fundacional del sujeto del inconsciente. 

El poeta aborda entonces  los efectos que la castración “causa” en los diferentes pliegues del sujeto(simbólico-real/simbólico-imaginario –imaginario/real imaginario /simbólico:  su lugar de títere tomado por los significantes del Otro con que ha sido nombrado y fijado, construyendo una ficción dramática para darle sentido a los mismos , para darle sentido a la vida, una ficción en la cual  el sujeto presente en los personajes y presente en tanto invisible en los espectadores es el principal protagonista , el personaje  que muchas veces deviene espectador desconcertado y descentrado de sí mismo, y también respecto de los otros, ocupado en una hacer donde no se reconoce o inclusive se pierde:

………………………………………………
“Todas las soluciones esbozan un ser vivo que confunde
actuación con existencia
                             Supone que en esa multiplicación irresponsable
de lo que firmemente cree ser el mismo
obtiene el resultado que determina el riesgo de vivir, pero no admite
que es la misma cosa aquello que el abraza  y le rehúye

………………………………………………………….
Se convierte en su propio palimpsesto
……………………………………………………

Hace un selfie de una botella vacía
y en su esencialidad se regocija.(pág113)

y un hacer al cual muchas veces otra parte de sí se opone, sabiendo a medias o sin saber los porqué.
 Una ficción teatral que también se arma u organiza en una sesión analítica  en el aquí y ahora de la misma, pero que borra también  el tiempo cronológico mezclando pasado-presente y futuro, y la delimitación espacial que  lleva a cabo nuestra consciencia:

“Encontrar el callejón, y perderlo pude producirse varias veces al día, en un mismo día, una sola vez en toda la existencia, o nunca. Puede ocurrir de forma simultánea que varios sujetos aunque no sean conscientes de esa coincidencia, de tal modo que la persona tiene la percepción de no estar jamás sola en el teatro, pero es incapaz de encontrarse a sí misma o situarse en él. Por eso   el patio de butacas siempre parece vacío aún cuando se tiene la certeza de estar dentro y mirando la  función. Es como al intuición de que hay muchos otros a os que simultáneamente les ocurre lo mismo. Es posible que estén allí también pero no son visibles.
………………………………………………………………………………………
En ocasiones ocurre que alguien del público se observa a sí mismo desde el escenario viendo la escena que está desarrollándose, como un ser duplicado.” (pág.22)


Uno se pierde tantas veces en el devenir del teatrillo de su vida e incluso como protagonista o personaje no sabe mucha veces donde está parado ni qué determina su acción, a veces hasta se siente un simple espectador de su propia vida, sobre la que no logra tener control. Hay una parte de mi mismo que me es completamente extranjera y vacía de sentido, y eso determina que no pueda saberme ni verme todo el tiempo a mí mismo, cuando me aprehendo en un ángulo me pierdo en otro, cuando me veo en un espejo, me pierdo en multiplicidad de otros, cuando creo haberme entendido allí, me doy cuenta que no es tan así, o surgen otras variables que me obligan a intentar volverme a pensar y tratar de entenderme,  y tengo que empezar de nuevo.

 El patio de butacas vacío, los personajes que no ven a los espectadores, los personajes escindidos de los actores, etc., nos ubica en una escisión que determina  un juego de presencias- ausencias, apariciones -desapariciones, transformaciones simbólico- imaginarias y viceversa, organizado en torno a un vacío. Es interesante la dualidad  personaje-actor de cara también a la entrada del sujeto en lo simbólico, ya que con ella se establece la  temporalidad , tema que ya hemos abordado: el tiempo pasa y envejecemos en tanto personajes , protagonistas de una historia o distoria al decir de Lacan (discurso e historia), pero el actor parece encarnar un supuesto ser no marcado por la castración, por la entrada en el Lenguaje , un ser detenido antes del tiempo, un sujeto que se mantiene ¿igual a sí mismo? en otro tiempo sin límites ,  ya que nunca envejece, alguien sin una vida , sin un personaje, ya que para  tener una vida hay que tener antes una muerte, la propia perdida de la inmortalidad que advine con la marca de lo simbólico. 

Por eso precisamente son los personajes los que mueren: solamente una vez hay marca simbólica rasgo unario de comienzo o nacimiento, puede  hablarse de sucesión temporal. Pero, nos dice el relator, ni el actor ni el personaje se dan cuenta de lo que ocurre en el otro, ni tampoco nadie del público “difuminado en seres transparentes”, pues cada personaje que muere en el texto es sustituido por otro de inmediato y el ciclo de la representación –vida continua. ¿Acaso no damos cuenta de este despedazamiento que anida en nosotros mismos?

Nos enfrenta así Céspedes a la total insignificancia de nuestra ida, somos solo un cuerpo que prestamos para encarnar nuestros personajes, los cuales  a su vez tampoco tienen mayor importancia, ya que somos sustituibles (y cada vez más)  y encima transparentes, lo cual implica que ni la mirada nos da existencia, si ex –sistencia, de hecho también el significante sombras aparece mucha veces. Y aún entrando en la cuenta (en el cuento, ficción) del Otro merced a ese rasgo unario, que nos brinda además un semblanteS1àS2,  somos el innúmero, la falta (¿S1 que no hace cadena, letra?)


(Todas las voces gritan)
Eres virtual, simétrico, extranjero. Eres completamente transparente.
Eres tu quien se levanta y quien se queda.
El que se mira y el que se da la vuelta.
El que ve que se ve cuando está yéndose.
El que grita a su reflejo y no se oye.
…………………………………………………….
…………………………………………………..

Solo eres un usuario del cuerpo que te asignan.
Un cliente del vendedor de pócimas.
La escala en que te mides no es humana. (pág.96)



Coro_ No tienes nombre. No puedes ser mostrado ni expulsado. Tu mismo eres tu prójimo y no hay intermediarios en la supervivencia.
El tu innúmero .El fragmento de un cuerpo desgarrado que aspira a la imposible semejanza……………………………………………………………………………..
………………………………………………………………………………………
Un exposición donde la  obra no son las esculturas en mitad de un espacio, sino solo la sombra que cada una proyecta sobre un suelo cambiante. Aprenderás  a vivir de forma permanente en la escenografía de un sueño inacabado, mientras en lo profundo del patio de butacas unas manos a oscuras aplauden al indigencia de sus propias sombras. (pág. 103)

Fuera de ti miles de voces grita.
 Soy el intermediario de tu prójimo.
El testamento de lo que no ah ocurrido.
                                                              El tú innúmero

……………………………………………

Vuelvo para hacerte pensar en lo excluido. (pág.101)


Recuerdo aquí la referencia a lo necesario de la estructura del discurso para la emergencia del sujeto. El S1 requiere del S2 para que se produzca el efecto sujeto; no hay sujeto fuera del lazo social. Pero de esa alienación necesaria siempre queda un resto. No hay Uno sin el Otro y el resto que es “a” motoriza la ex -istencia. (12)

Nuestro funcionamiento psíquico habitual está  organizado en función de  estas categorías  que denominan mentales, pero ese otro modo, que es al cual el poeta retorna a medias cuando realiza su poiésis, es el del  inconsciente, el del  proceso primario que funciona con energía libre como le denomina Freud , reino de la metáfora y la metonimia, (por oposición al del pensamiento que entiende como secundario, que funciona con energía ligada a las representaciones),  y al cual se puede regresar a medias además de en la  creación, en una sesión de análisis intentando también vaciar-se de lo viejo, lo siempre lo mismo, de ser el títere sometido a los deseos y significantes del Otro que nos dejan fijados a un lugar en el fantasma, para dar lugar a una recreación.

Y retornar a ese funcionamiento es lo que nos propone esta obra de Alejandro Céspedes,   ubicados en un a-lugar (donde quizás la butaca para estar sentado sobre, ya que , ¿se puede leer  esta obra estando asentada?),  cada cual deberá hacer su propia a-puesta ( a del objeto a en psicoanálisis, nombra el vacio de objeto), de re-creación para poder a-bordar  la misma, o a-bordear el vacío/o atopía donde el vacio del lo real se encuentra en un pliegue con  lo simbólico y en otro con lo imaginario, sobre los que se construye la misma, y llevar a  cabo el propio acto creativo o poiesis , se nos exige abrirnos a  parámetros inaugurales: ir más allá de nuestra razón y conciencia e incluso del propio inconsciente.( El Arte, utiliza lo imaginario para organizar simbólicamente ese Real que está entre lo Real y el Significante) , ese “informe espacio escénico-simbólico”, para los alfareros de la ontología del que ya hemos dicho que  nos habla A. Céspedes (pág.9).

 Se espera de nosotros en la andadura de este libro, un “verdadero acto creativo en el aquí y ahora en el que nos recreemos, solamente así, luego de haber entrado en esta experiencia poética “y haberse, más que leer, dejarse leer y rehacer o recrear,  una no puede  salir…igual, en fin, que quizás no puede salir-se, ella la lleva a una consigo y/o una la lleva a ella con una:

 “ la salida si es que la hubiera, no ha sido confirmada. Los mecanismos por los que se pone en marcha el abandono de este estado son desconocidos: Ningún sujeto ha sido capaz de referirlos”.

 Entonces, ¿qué haremos?, ¿seguiremos como repitientes o devendremos actantes ?¿Nos quedaremos ahí solamente

 “recordando y llorando  cual el títere en su liberticida intento, hacia la nada? (pág.34)


 repitiendo ad infinitum o dando vida ( dando vida ¿dando vida, o más bien muertos en vida?) a una escena o ficción fija(el fantasma en psicoanálisis) de nuestra vida, fijados a los significantes del Otro, “a un tiempo lineal continuo, estático y en un lugar inalterado e inalterable, siendo personajes de un teatro(espacio escénico formal (M: Forega,205,206)eterno :

 “que tiene siempre encendidas las candilejas del escenario, que siguen siendo desde tiempos inmemoriales, precisamente, las mismas: lámparas de aceite que nunca se agotan (pág.21)  y donde las representaciones se repiten en un ciclo continuo, día y noche, a todas horas, donde los actores no envejecen nunca…”(pág.22)


 “…es siempre el mismo, y también lo es para los personajes, que  aunque no lo adviertan permanecen en el campo escénico y  la repetición y el reconocimiento de este espacio no se realiza desde afuera, sino desde la constatación angustiosa de contemplar siempre el mismo lugar y vacío”, referencia al topos aristotélico del horror vacui. (205,206)

por  no ser capaces de soportar el vacío… de los significantes del Otro:


“El vacío es una condición privilegiada…pues la materia en su despótico gobierno  tratará de ocupar cualquier volumen que se abandonado”(pág.34)


(San Agustín se arrodilla ante el cuerpo del títere que yace doblegado sobre el suelo. Se acerca y le susurra en el oído).
_ Desconfía de las matemáticas y de todos esos profetas del vacío; existe el peligro de que hayan pactado con el diablo.”(pág.37)


 “en lo que parece ser un taller de un taxidermista un grupo de autoridades filosóficas y literarias (obsérvese que no poiéticas, la poesía requiere el vacio y lo real, no solamente lo imaginario y simbólico que esas disciplinas encarnan) vacían un caballo , “pero su naturaleza no soporta semejante vacío, con lo que los conceptos de imitatio y representación como anclas de la literatura y el arte no sólo son puestos aquí en evidencia, sino que las palabras de Platón  definen con toda crudeza retórica su obsolescencia. Dichas con una gran carga crítica, ponen en evidencia la absoluta falta de progreso de la literatura actual”.

“Platón- eso no es nuevo, Thom. Lo vengo repitiendo desde hace dos mil cuatrocientos años. “las formas siempre han sido anteriores y se imponen y se imponen desde el exterior a la materia. Y aquí seguimos rellenando cuerpos, pág.33 


Es condición privilegiada para crear-se ya que sin vacío no hay lugar a lo nuevo. Lo es por tanto, porque permite la apertura  a la vida, pero también puede fijarlo a  la muerte, y es en ese sentido cada vida se muestra como un arduo proyecto cuestionable: si no incluye el vacío en su existencia, o se acobarda por la incertidumbre que este supone, el sujeto vive atrapado en la repetición de lo mismo, por lo tanto no se pro-yecta, pero si lo incluye en  su ser(no-ser) o  ex -istencia y no sabe qué ni cómo hacer con el mismo, o  le es imposible hacer algo con él, tampoco se pro-yecta. De ahí que el único lugar (vacio) que  permite un mínimo de libertad al títere que todos somos, está en el acto (creativo), pues  solamente éste da lugar a algo nuevo, tal como el poeta parece sugerirnos en el título del acto I. Y a estar vivos nos invita A. Céspedes con su propuesta de una poesía en movimiento, en recreación, una poesía viva.

Tanto la vida de un sujeto que se torna repetitiva o monótona, como el lenguaje poético si no innova se tornan muertos.

El poeta nos propone entrar en una obra que es  Teatro cómico: ¿la comicidad de nuestra ex -istencia?, ¿la comicidad de la creencia en nuestro dominio sobre la misma? ¿ la comicidad de un lenguaje que no da vida, y nos hace títeres? realizado por una compañía que se denomina “Títeres El pliegue”, que somos todos nosotros, unos títeres-pliegue, sujetos divididos, plegados en consciente-inconsciente $, nacidos o resueltos de ese primer pliegue, (que da lugar a multiplicidad de ellos), al cual en términos psicoanalíticos podríamos denominar la castración: encuentro primero del lenguaje con el sujeto como ya desarrollamos anteriormente, que es sin lugar a dudas como lo denomina Alejandro C. la “primera catástrofe elemental”, pliegue o flexión donde el sujeto…de la conciencia, se abisma en su ex-istencia. 

Nos coloca  a su vez en el centro de una psiquis escindida” dice M. Fórega(204), y agrega que “Céspedes da un paso más allá de del “Je est un autre” de Rimabaud  para sugerirnos su uso en plural: “je est uns autres”, que se escinde, se disocia y hasta se representa a sí mismo en los Otros. Dentro de la concepción Thomista, la existencia es una catástrofe elemental -también en la psicoanalítica, aunque se le denomine castración-Céspedes reproduce esta síntesis en la pág. 58 a través de las voces del coro: 


“Toda existencia es en sí misma una catástrofe” y las escisiones del ser que contiene configuran otros tantos pliegues, otras tantas bifurcaciones”.


Y “…podemos catalogar “Voces en off” como una obra emocionalmente horizontal, en la que la única contrición (si es que cupiera alguna palinodia) estriba en descubrir la presencia arrebatadora del lenguaje de la escisión; o, dicho de otro modo, la reiterada ausencia del ego sum en el Otro y el desplazamiento irrevocable hasta las segundas y las terceras posiciones pronominales” (pág, 200, M. Fórega)

 ¿Cuál es la libertad del títere que todos somos? La libertad está solo en el “acto” creativo parece decirnos A. Céspedes coincidiendo con el psicoanálisis: hay en la obra un Acto I  que aborda la “La libertad del títere (la noción de “acto)”.  

Si aceptamos “ser conmovidos”, (que nuestro “ser” sea con-movido), por su obra poética nuesra existencia habrá de quedar sus-pendida … hacer…ser la obra : “…el telón les indica que aquí nuestra existencia queda …digamos ¿detenida?...  “Ayer dijiste suspendida (pausa) ¿estuvimos aquí ayer? ¿Hoy es ayer?...” (pág.25) 

Este dejarnos en suspenso me remite a tres aspectos: a dejar en suspenso la existencia cotidiana, la  realidad habitual del lector, para entrar en la ficción del drama poético que el poeta nos propone,  a  dejar en suspenso al lector pasivo  y a la concepción unilateral  del “sujeto que lee una obra-objeto en un espacio-tiempo fijos o determinados” , para crear-se uno  que sea capaz de poder ubicarse y recrearse en multiplicidad de lugares(lector, actor, personaje, espectador),de espacios y de tiempos,  reproduciendo  nuestra verdadera forma de no- ser y estar en el mundo: la de sujetos  escindidos (la spaltung original en Lacan) , ya es así como los seres humanos nos posicionamos en nuestra realidad,  aunque no seamos conscientes de esas multiplicidad de  escisiones que impiden realmente cualquier unidad o cohesión y por tanto permanencia del ser(la unidad  del yo es  solamente imaginaria). 

La recursión a la cual el poeta recurre  para  borrar los límites espaciales entre interior-exterior, temporales entre presente, futuro , los límites entre ficción y realidad(“la casa dentro de la casa, el teatro dentro del teatro, la realidad haciéndose un hueco en la ficción y viceversa, el cuadro dentro del cuadro, el ser dentro del ser” (pág. 199), me recuerda la propuesta que hace Cortázar en su magnífico cuento “La continuidad de los parques”, pero en el caso de  A. Céspedes esa suspensión conmueve no solamente la relación bidimensional de la ficción y la realidad, del lector y los personajes, que permite el formato libro clásico, sino a la tridimensión que todos somos, en la medida en que su propuesta es del orden del acto,  solamente  somos ahí (el ser) en el acto creativo que supone abordar este libro,  ya que  en tanto actantes “hay que poner el cuerpo”. 

La tercera posibilidad a que me remite “el que nuestra existencia  queda suspendida mientras dura la obra”, es a que nuestra creencia y nuestra vivencia habitual respecto a nuestra existencia como algo continuo , lineal , unitario queda suspendida, ahí ex -istiemos  quedamos por fuera de  aquella otra. El sujeto del inconsciente, carece de ser, y solamente se lo puede situar en el intervalo significante como plantea Lacan (13)
Una siente que la intención del poeta es ubicarnos en el vacío mismo donde se origina la obra, donde tiene a-lugar y sin el cual es imposible un verdadero acto poético, donde se terminan las verdades-ficción del Otro y lo insignificante da lugar al vacio que posibilita la poiesis: “Lo que limita con lo verdadero no es lo falso, sino lo insignificante”, dice Céspedes citando a René Thom.    

¿Damos entonces el salto al vacío al cual  el poeta nos enfrenta, para recrearnos e ir hacia un nuevo estado del ser, otra vez provisional, pero no por eso intrascendente o sin consecuencias subjetivas? ¿O nos quedamos asentados como nos dice Céspedes tomando a Husserl, en nuestro cómodo y repetitivo papel de “funcionario de la humanidad”, sin abdicar como lectores de  nuestro “aprendido rol en los brazos de nuestras cómodas butacas” ( pag.11).

Y entonces, ya con  nuestros tickets en la mano, siempre y cuando nos hayamos dispuesto a cogerlos del piso, a nuestros pies, donde han sido arrastrados por el viento del Otro, hemos de tener en cuenta  antes de entrar, una advertencia más  que nos realiza el narrador citando a Badiou:

 “una representación es una indagación sobre la verdad. La pereza es el único vicio al cual el teatro, que los conoce todos, no puede acomodarse”

Aún estamos a  tiempo de decidir si queremos de a de verás poner pié (“ponernos de pié”) en la obra, sabiendo que algo de nuestra  verdad subjetiva será conmovida, algo en nuestros manera de pararnos ante las múltiples manifestaciones de eso que llamamos “la realidad” y la realidad poética también, o preferimos seguir haciendo lugar a la pereza y seguir dormitando, o directamente durmiendo.


EL PLIEGUE COMO a-TOPOS DONDE HA LUGAR TODA EX –ISTENCIA Y TODA POIÉSIS,  DISTOPÍA DONDE SE ORIGINA LA CATÁSTOFE DE LA IMAGINARIA UNIDAD DEL SUJETO DIVIDIDO.


EL SUJETO Y SU INCONSISTENCIA: EL SUJETO DIVIDIDO.


“Coro-“Toda existencia es en sí misma una catástrofe. Un tiempo que está continuamente perdiendo el equilibrio. El paso de un estado hacia otro estado que no permite nunca volver al anterior…Las formas se pasean pro al morfogénesis del desequilibrio sabiendo, aunque traten de ignorarlo, que el fines desplomarse.                                                                                                         La estabilidad tan anhelada desfallece.                                                                                                   Los títeres siguen con su plan para ocupar la casa de muñecas.                                                 Buscan reproducirse en los espejos antes de la caída e inventan un idioma para que pueda ser leído mientras vuelven aquellos que aún intentan resistirse.          
                                                                                                                             
                                                                                                                  
                                                                                 

                                                                                                               
                                                                                    El cree enlo difuso.
                                                                                    Es culpable
                                                                                    y aún no sabe arder .(pag.55)
                                                                                               


 “Voces en off”  el primer libro del proyecto “Las 7 catástrofes elementales, 7 teorías sobre la existencia que Alejandro Céspedes se propone escribir. Cada uno gravitando alrededor de una fórmula y del concepto de su correspondiente catástrofe.

Céspedes toma e concepto de pliegue de René Thom y de su teoría de las siete catástrofes elementales, “las cuales son formas topológicas  elementales, cada una de las cuales tiene una representación geométrica determinada por su respectiva ecuación matemática”, como nos manifiesta  el propio poeta en la Introducción a su libro. “Esa fórmulas matemáticas, expresan los cambios repentinos que ocurren en un sistema  y que, alterando su estabilidad, hacen posible que continúe siendo estable en un estado diferente”.    
                                                                                                              
 “El término catástrofe  designa el lugar exacto donde un estado cambia bruscamente de forma o configuración. Una catástrofe es cualquier transición discontinua, una irregularidad, que ocurre cuando un sistema puede tener más de un estado estable. Fue Christopher Zeeman  quien dio a esas irregularidades el nombre de catástrofes y construyó al máquina que reproducía esos saltos bruscos o cambios catastróficos que, en palabras de, René Thom , construyen un paso de frontera a un nuevo estado”.

 El término catástrofe, como anteriormente dejé explicitado, podríamos tomarlo para referirnos  a lo que en psicoanálisis es la entrada del sujeto en el Lenguaje , su encuentro con lo “lo real” es catastrófico, pues provoca un corte,  castración, caída o muerte,  negatividad ,  la falta  del propio sujeto respecto de sí mismo, es la primera  catástrofe ex -istencial que da vida al sujeto pero extrañándolo ya de entrada para siempre de una parte de sí mismo, esa que llamamos lo real, lo originariamente perdido, debido a que el símbolo mata la cosa. De aquí  en mas solamente habrá de poder hallarse, y solo  puntualmente, vía metonimia, entre los intercisos significantes: “el significante representa a un sujeto para otro significante”. A la vez, al pliegue podríamos asimilarlo a lo que lo entendemos como castración, aunque  plegar no es exactamente lo mismo que cortar, e incluso quizás el pliegue nos sirva para entender mejor la  propuesta de la entrada mítica del sujeto en el Lenguaje, por cuanto nombraría mejor el enlace de ese real con lo simbólico.
 
 El sujeto va a ser nombrado, y por tanto alienado o incluido en parte en el significante, pero a la vez  no todo(operaciones de alienación y separación en Lacan constitutivas del  sujeto psíquico, ( esto es, sujeto de lenguaje y  al lenguaje, que queda entonces dividido entre consciente –inconsciente. Esa parte de sí que no es articulada vía significante, que cae como real: la cosa que el símbolo mata, va a caer pero no va a quedar desprendida de lo simbólico (excepto en la psicosis o en el autismo), sino articulada vía metonimia a los simbólico; podríamos decir que el pliegue da buena cuenta de este enlace o empalme entre los S y lo R,  del nudo RSI. Así el propio sujeto va a poder re-encontrase vía metonimia, luego de ese corte que lo ubica por fuera de sí mismo como real perdido (exitimidad en Lacan), y por tanto ex –istiendo. 

Ex-istencia que nombra la negatividad o real sobre la que se teje la red significante que le da cierta cobertura (solo simbólica) en ser,  al ser.
Al orden simbólico se opone, podemos decir, el desorden imaginario. En lo simbólico, cada cosa, cada elemento está en su lugar; incluso, únicamente en lo simbólico hay lugares propiamente dichos.

En lo imaginario, por el contrario, los elementos intercambian su lugar, aunque los lugares no se distingan, y no es seguro que los elementos mismos se distingan en tanto tal. No hay en lo imaginario elementos discretos, separados, como hay en lo simbólico. Es en esos términos que Lacan describe las relaciones entre el yo y el otro, que no es más que su propia imagen en el exterior. El yo y el otro se apoyan el uno en el otro, rivalizan, se hacen la guerra, no encuentran entre ellos más que equilibrios inestables, aunque lo imaginario aparece marcado de una inconsistencia esencial, por no ser más,dice Lacan una vez, que "sombras y reflejos Lacan, J., Seminario sobre "La carta robada", Escritos 2, op. cit. p.5.En cuanto a lo real, está fuera de la división entre orden y desorden. Él es, pura y simplemente.

Sobre el nudo borromeo donde Lacan articula RSI (real , simbólico, imaginario brevemente diré que :
Si lo Real está excluído del sentido, la mentalidad neurótica derivada del Nudo Borromeo definirá un Real que en tanto imposible e infranqueable se enlazaría a los otros dos registros. Dice Lacan en RSI que el nudo no es un modelo, es una escritura de lo Real. Y dice que se trata de un nudo bien Real aunque solamente reflejado en lo imaginario. Lacan habla de achatamiento del nudo en tanto a este nudo se lo imaginariza. No tenemos constancia del nudo sino del imaginario. No se llega a lo imaginario sin Real y sin Simbólico. Para que haya mentalidad tiene que haber senti-mentalidad. Dice Lacan en RSI, (clase 1, 10/12/74).

Los tres registros, presentados como lo simbólico, lo imaginario y lo real en 1953 son una constante a lo largo de la enseñanza de Lacan, es decir que son una idea que Lacan nunca abandonará. En 1953 Lacan señala que se trata de registros esenciales de la realidad humana , realidad que él distingue de la realidad animal. en su Seminario I señala que “Nada puede comprenderse de la técnica y la experiencia freudianas sin estos tres sistemas de referencia.” [...] La tripartición de lo simbólico, lo imaginario y lo real -categorías elementales sin las cuales nada podemos distinguir en nuestra experiencia- se sitúa en la dimensión del ser.” (Lacan, 1953b: p. 119 y 393) Este ser al que aquí se refiere, que también llamó realidad humana será re-interpretado en el Seminario 22: RSI como ser hablante parlêtre) Lacan invierte la definición, sugiriendo que no se trata de un ser que habla (un être qui parle), sino de hablar para ser (parlêtre), señalando la dependencia estructural del parlêtre a la palabra. De acuerdo a estas referencias los tres registros se refieren para Lacan a la realidad humana, la experiencia psicoanalítica y el ser hablante.


 Ultimo acto: El hombre superviviente (histéresis, rupturas y singularidades)

EL DESEO.

“Al abrirse el telón un carromato del que tira un caballo vaciado por los taxidermistas aparece por el fpndo de la escena. Siempre es el mismo caballo  y volverá a parecer en otros libros que aún no se han escrito.Nunca será llamado de ninguna manera.Nadie se dirigirá a él por ningún nombre. Solo será un caballo, nadie sabe como nació y nadie sabrá contar de qué modo se produjo su muerte, porque tras la catástrofe de su vaciamiento, su ruptura y su pliegue, sigue vivo.

El carromato es conducido por un hombre que  lleva puesta la bata de alguien que fue cirujano en otra vida: Debajo de la bata se intuye un traje raído. …………………. ………………………………………(porta) “elixires para supervivientes Dr.Thom”.

“Déjenme que les diga que solo la muerte es sencilla. Todo lo demás solo son breves catástrofes……
..cuando les hablo de catástrofe no lo hago en el sentido de desastre, pues puede ser , desde un punto de vista subjetivo, incluso deseable. Hasta es  seguro que eso que ustedes consideran vidas,  no sean sino catástrofes que bifurcaron en otra vida más real.

 Déjenme que les diga que la Teoría de las catástrofes no ha llegado en un momento oportuno. Aquí tengo mis frascos para los supervivientes.

Tras el hundimiento de los llamados grandes discursos de la modernidad, y de los mini discursos post-modernos, bien vendrá ensayar una nueva vía. No dejen pasar esta ocasión pues si ya no hay “razón” ni “modernidad” ni “caos” como quería la posmodernidad, ¿Qué puede haber? Yo se lo digo: no parece que haya otra cosa que soluciones locales, y enigmáticas metamorfosis. Pero, de momento hay que saber como el hombre conserva su identidad a través de su metamorfosis y su catástrofe. Se lo advierto, será un saber apropiado para supervivientes, que es lo que somos todos .En cuanto tales, solo disponemos de un futuro, y aunque sería exagerado decir que no tenemos pasado, al verdad es que nos sirve de tan poco que es como si no lo tuviéramos: lo único que nos ha quedado como herencia es el nombre de las cosas. …………………………………………………………………………………………..

…en vez de hombre, podríamos decir, máquina catastrófica del deseo. Ya nunca más diremos máquina teológica o newtoniana. La nueva máquina tiene que saber que una misma situación determinada, local, aquí entre ustedes, ahora mismo puede dar nacimiento, bajo el efecto de valores desconocidos e  inobservables, a  consecuencias extremadamente diversas: lo que significa que el superviviente tendrá que aceptar , si no la ética de la irresponsabilidad, sí la de la no responsabilidad, y ante el futuro no tendrá más espejo que la máquina del Dr. Zeeman, que da saltos imprevistos cuando hemos puesto todo nuestro cuidado en hacerla funcionar de la manera más sensata.

……………………………………………………………………………………….
Para terminar me van a permitir que les diga que la Teoría de las  catástrofes elementales es un replanteamiento de la teoría del deseo porque, dentro de un mundo totalmente estructurado, desear era absurdo: la ciencia trataba de dominar nuestro deseo o entenderlo, y entenderlo era domesticarlo: la ciencia determinista es una ciencia contra el deseo, mientras que aquí- en esta teoría- aparecerá una variable: la conciencia….” (págs. 147-148)


Lacan da cuenta de ese deseo que adviene al ser siendo nombrado como una "relación de ser a falta" que no es "falta de esto o de aquello, sino falta de ser por la cual el ser existe" (3)


Retoma así explícitamente, en el curso de su seminario sobre el yo, la definición sartreana del deseo considerado como relativo a la nada de ser. Sartre afirmaba por su parte en 1943 que "el deseo es falta en ser…"[Y antes incluso de dar cuenta así del deseo en El Ser y la Nada, Sartre había podido también, en su primerísimo ensayo de 1936, La Trascendencia del ego, criticar al ego en tanto que objeto, el ego en tanto que trascendiendo al sujeto, el ego como lo que señala una operación reflexiva de la psicología en tanto fija bajo las especies de un psiquismo que opaca aquello que no es más que intencionalidad vacía. (3)


Así Lacan puede decir en 1958, en el curso de su seminario sobre Las formaciones del inconsciente, que "…con lo que el deseo confina, no ya en sus formas desarrolladas, enmascaradas, sino en su forma pura y simple, es con el dolor de existir", más allá entonces de todas las contingencias que hayan podido contrariar el curso de una existencia singular.


“ En “El ser y el acontecimiento” pueden verse las diferencias entre Lacan y Badiou: lamenta que por el lugar constituyente que le asigna Lacan a la instancia del lenguaje, piense aún en el “espacio estático” de la estructura.Están de acuerdo en que hay sujeto, y tal que se deja inscribir en el matema; hay verdades, y tales que hacen agujero en el saber.La discordia: Lacan: para que la verdad esté a salvo, ahí donde ella se enuncia, o sea en la cadena significante, es necesario que el sujeto, “punto nulo”, se eclipse cayendo cada vez en el intervalo entre un significante y el siguiente; Badiou: “la verdad no existe sino por ser indiferente al lenguaje”- a la enciclopedia-, y el sujeto, ocurrencia del acontecimiento, soporta lo indiscirnible de él, en una “aproximación finita”, mediante una nominación, pero suplementaria, y un trayecto aleatoriamente fiel.Se percibe que entre Lacan y Badiou resulta crucialmente un problema es el lugar del vacio: ¿el sujeto o el ser? Lacan: el discurso de la ciencia no se deja suturar mas que un sujeto vacío; Badiou: el vacío es lo que sutura el sujeto al ser.En otros términos Lacan hace advenir de nuevo al ser a la presencia, en al palabra; Badiou reconoce al suejto-raro-un “poco” de ser, pero el ser no se piensa sino como sustractivo” .He de decir que no me quedan   claras sus discrepancias, por falta d econocimiento suficiente de la Filosofía en gral, y de este autor en particular. Aún así, agrego que  también parecen discrepar en el modo de entender el vacío, pero no entraré en esto aquí. (14)

 
 “Para mí el sujeto es un surgimiento, no preexiste al acontecimiento. Se trata más bien del efecto de una ruptura en la estructura, o de una disfunción de la estructura. En consecuencia, no sostendré ninguna de las dos tesis, ni la del sujeto constituido ni la del sujeto constituyente. Diré, más bien, que el sujeto es el soporte de una verdad que se crea en la situación a partir de los efectos de un acontecimiento en la situación (15).



EN TORNO A LA FICCIÓN, SU LÍMITE, LA POIÉSIS Y UNA NUEVA FÓRMULA.

El cerco en llamas,


«Cuando Celan nos dice:
Wurfscheibe, mit Vorgesichten besternt, wirf dich aus dir hinaus
lo que podría ser traducido como
Disco, constelado de previsiones, lánzate fuera de ti.  (16)


“El ser no tiene nada que decir sobre el acontecimiento, que  pertenece a
“lo que no es el ser-en-tanto-que-ser ” –lo que no quiere decir en absoluto que el acontecimiento no tenga nada que decir sobre el ser …  Y no resta ya entonces sino construir el matema del acontecimiento como primer tiempo del matema de la verdad: el acccontecimeinto hace un –múltiple por una aprte de todos los  múltiples que pertenecen a su sitio y por otra parte del propio acontecimiento….. el matema del acontecimiento es matema de un indecible”
La condición de  ser del acontecimiento se revela, por así decir, eminentemente ontológico, puesto que se abre sobre la nada, la inconsistencia: está en suma, “al borde del vacío”; en su precariedad, el ser ad-viene (pag. 15) 

  Hizo falta que hubiera sujeto para que se decida lo que, de lo indiscernible, es indecidible. O: “El impasse del ser [...] es en verdad el pase [ passe] del sujeto.”…
No hay saber del ser: sólo de la verdad, y  la verdad está  “en la prueba de la sustracción”.  (17) 


“Habría desde simpre un desafío del arte al concepto, y es  apartir del desafío, de tal herida, como sería necesario interpretar el gesto platónico que solo puede establecer la realiza del filósofo desterrando a los poetas” (18)


La definición que Lacan da con todas las letras al final de "La dirección de la cura": "el deseo es la metonimia de la falta en ser[.No podemos decirlo mejor que el deseo está acá acordado a una falta, que es sin sustancia, que está acordado, en efecto, a S(A/), a la inexistencia de una metáfora terminal, la que haría surgir una significación definitiva. Lacan, J., "La dirección de la cura y los principios de su poder", Escritos 2, 602, 620

La poiesis es el lugar de encuentro entre A. Céspedes y Lacan, quizá son puede ser de otra forma desde el momento si tenemos en cuenta  que   Lacan comienza en su enseñanza dando una importancia fundamental a lo simbólico, al significante y a sus efectos sobre el sujeto, para terminar dando una importancia fundamental al final de la misma, a lo real. Respecto a  lo imaginario, siempre cuestionó de manera terminante su  lugar engañoso en la cura y en la relación analítica: no se trata de comprender ni de empatía, sino de lectura y “a la letra”. Y trabajar con lo real requirió que Lacan fuera hacia la poesía y hacia el lenguaje poético que no es el mismo de las elucubraciones imaginario simbólicas, para trabajar con la letra.

No se trata de comprender la poesía, quizás por eso el poeta  nos enfrenta al conflicto entre materia y forma, y propone  hacer más que una disección, un vaciado  de  materia. Para eso  somos llevados al  taller de taxidermista donde están vaciando el cuerpo de un caballo. Dice Thom :

Los físicos son muy ingenuos: creen demasiado en la materia”,  “toda morfología es el resultado de un conflicto” (pág.33)

¿Los físicos? ¿O los poetas?

Caballo que sobrevivirá en el último acto, ¿y cuya supervivencia es “causa” que motoriza o pulsiona (la pusión se satisface bordeando un agujero o vacío) la poiésis.  Caballo-vacío-origen de la creación, o la poiésis misma (acontecimiento) ya que se nos dice que no es del orden del significante, sino que está fuera de sentido: 


“nunca será llamado de ninguna manera, nadie se dirigirá a él por ningún nombre; solo será un caballo. Nadie sabe como nació, y nadie sabrá contar como se produjo su muerte, ya que luego de la catástrofe de su vaciamiento, su ruptura y su pliegue sigue vivo”


 Y el hombre que viene en el carromato tirado por este, es alguien que     “lleva una bata blanca y que fue cirujano en otra vida: debajo de la bata se intuye un traje raído”  

    ¿Se tratará del poeta? 

¿Muerte de lo ornamental, la máscara imaginaria del yo en el traje raído?, ¿la bata blanca como silencio, vacio o muerte  de la representación, de la materia, “los motivos”, el corte de un cirujano?


Opuesto a:
                     Todo lo inútil se hace necesario
                                    lo prescindible unánime
                                    lo ornamental sublime.(pág.16)





                                                                   es silencio

  El origen del mundo como froma de ausencia.
                                                                                          el silencio
no puede manifestarsesin espacio y el espacio
                                                             como geometría del silencio,
es un enigma también para los muertos.
                                                                                            El silencio
en su proyecto d egramática.  (pág.135)





En ello A. Céspedes coincide con Lacan quien  en su búsqueda de un lenguaje donde las derivas imaginarias que generalmente dan lugar a sentimentalismos que extravían al sujeto de su verdad esencial pudieran ser eliminadas, pasó de centrar el análisis en el trabajo a nivel significante  a apuntar a lo real de lo que él denomina la letra.


La verdad en ambos se encuentra por la vía del acto o el acontecimiento. La ficción es verdadera para el sujeto del inconsciente: la verdad tiene estructura de ficción dice Lacan, y lo que queda fuera no es lo falso sino precisamente lo que no significa para ese sujeto, límite que posibilita la creación. Pues solo lo que significa puede hacer ficción y lo que no, creación.

Para Badoiu “la verdad sigue siendo del orden del acontecimiento, o de lo que adviene, entonces es singular. No es ni estructural, ni axiomática, ni legal.Ninguna generalidad disponible puede dar cuenta de ella, ni es tructurar al sujeto que se reclama de ella. No podría, pues, haber una ley de la verdad”.El sujeto para él es excepcional. Su aparición obedece a unas condiciones rigurosas; es además, a-sustancial e irreflexivo, “un punto [o fragmento] de verdad”. “¿Cómo es posible un sujeto?” será entonces la pregunta que guiará a Badiou y, específicaente en Lógicas, se formulará así: “¿por qué puede existir un cuerpo en este mundo?” (P.539) (19)



“Estragón: sin embargo la realidad se modifica de igual modo después de una ficción, una verdad o una mentira”…(pág.24)


Vladimiro:-Sí, estragón, cada bifurcación nos deja como herencia cadenas de verdades”(pág.25)
“Con cierta frecuencia no logramos que el paciente recuerde lo reprimido. Pero, en lugar de esto, obtenemos de él, si hemos llevado correctamente el análisis, una firme convicción de la verdad de la construcción, que posee el mismo efecto terapéutico que un recuerdo hallado” (  “Construcciones en el análisis”, 1937)

"Correlativamente todo lo que depende del efecto del lenguaje, todo lo que instaura la demansión de la verdad se plantea a partir de una estructura de ficción"(20)


 Lacan introduce el término demansión, (que resuena con ficción) como la residencia, el lugar del Otro de la verdad, aclarando que interrogar la demansión de la verdad en su morada es algo que solo se hace por lo escrito.

 
[…] una estructura de ficción […] es propiamente la esencia misma del lenguaje […]” (21)  y eso es lo real, quizá lo más real, un real que ex-siste (22)

 
“Podemos pensar el trayecto mismo del análisis como la caída de lo ficcional, y el fin del trayecto nos deja justamente con el problema de qué destino dar a esa ficción de saber. Para decirlo más claramente, cito: "No se llega a lo real sino perdiendo toda significación"(23)



Tenemos entonces la verdad como estructura de ficción y lo real como imposible. Pero ubicar lo imposible implica el saber, ya que lo imposible es una categoría del saber. Y si partimos de que la verdad tiene estructura de ficción, la ficción puede ser considerada como una relación de superposición de lo simbólico y lo real, una relación entre el orden simbólico y el no orden real, o de lo real sin ley. Entonces el goce no tiene estructura de ficción. Y esto sitúa el límite a la ficción.
.                                                                                                                                  
“Lo que limita con lo verdadero no es lo falso, sino lo insignificante” dice René Thom citado por A. Céspedes, y pienso que el ser humano hasta ahora ha tratado de darle un sentido al sin-sentido,  más allá de que nunca termina de poder hacerlo definitivamente, pues  lo real siempre escapa. Es para Lacan «lo que no cesa de no escribirse» Lo cual me recuerda un poema de Emili Dickinson (1472): 


Ver el Cielo en Verano
Es Poesía, aunque no esté escrito en ningún Libro—
Los Verdaderos Poemas huyen—


_“Lo que limita con lo verdadero no es lo falso sino lo insignificante”                                                Les recuerda René Thom.
_De ahí al sinsentido solo hay un paso, el que pertenece únicamente
 a la poesía. Responde Miguel Lacasta.
_Nada se asemeja tanto a la matemática de alto nivel como la poesía. Dice Thom con al insultante seguridad de un matemático. (pág.112)


Se trata “de considerar la matemática como verdad del ser múltiple en y por la letra, el poder de la literalización, pero sin el entusiasmo intelectual del problema resuelto”. Una verdad no es un sentido, sino un agujero en el sentido” (24)

_¿Todo esto ha sucedido?
_Dejadla_ Les dice Alain Badiou_ Quizás sepa que el presente no se deja reducir a su realidad, pero convoca la eternidad en su presencia.(pág.163)
……………………………………………………………………………………

“Presencia, que lejos contradecir el matema -como sostenía la Filosofía y especialmente  Platón-, implica también el único número que no puede ser otro”  (25)

“_Dejando de lado los motivos, por favor, atengámonos a la manera correcta de llorar (dice Cortázar mientras la va los cuchillos)” (pág. 34)

¿Los motivos  que nos propone dejar de lado son el contenido o el significado de la poesía o  lo emocional / sentimental , para centrarse en la forma, y asimismo: ¿hay una forma correcta de llorar o de escribir poesía?


 Yo diría que sí y que no. Que no  la hay en cuanto a un modelo fijo concebido como eterno, al cual se forzarían los temas o contenidos, o la materia a la cual el poeta alude, según mi lectura, cuando pone en boca de Platón precisamente dando cuenta vía metafórica de una poesía que en tanto consiste en simplemente rellenar de contenidos las formas fijas o inmutables y eternas, está muerta:


 “Platón- eso no es nuevo, Thom. Lo vengo repitiendo desde hace dos mil cuatrocientos años. “las formas siempre han sido anteriores y se imponen y se imponen desde el exterior a la materia. Y aquí seguimos rellenando cuerpos, pág.33 de “Voces en Off”.



Y diría que si, en cuanto a que ex-isten formas acordes o que guardan una correspondencia con lo que se quiera trasmitir, pero quizás ellas “se impongan” de manera inconsciente al poeta, o el poeta sea elegido y guiado por ellas. Esto solamente será posible, siempre y cuando éste  sea capaz de dar lugar al vacío, o quizás pliegue o catástrofe  que pulsione el acto creativo, que en tanto tal, pues toda auténtica creación  implica un conflicto y un quiebre con lo anterior. Esto es muy diferente a tener “in mente” unas formas poéticas predeterminadas y aplicarlas a los contenidos poéticos. Y en este sentido me vinieron a la memoria unas frases del maravilloso libro “La lectura i la vida”, de Emili Teixidor citando a Kraus:


“En los verdaderos escritores, decía Kraus, “la forma y el contenido son solidarios como el alma y el cuerpo, mientras que en los otros, en los que no lo son, la forma y el contenido se ajustan como el cuerpo al vestido”. Se enojaba, disgustaba así nuestro autor: “Como si un poeta pudiese escoger unos temas a la manera como un sastre o un periodista presta su estilo a opiniones ajenas. Aún hoy día, la crítica alemana no tiene idea de la fuerza original que engendra al mismo tiempo el contenido y la forma”

 
Y: “un buen libro es el que está bien escrito, y un mal libro es el que está mal escrito. … a primera exigencia de toda literatura es la corrección, que el texto esté bien escrito. Además el libro cuenta y produce otros beneficios secundarios, laterales, como son la información que aporta, la seducción de las tramas, el placer de la evasión, las experiencias que el lector vive por medio de personajes interpuestos, etc., hasta el argumento de elocuencia procesal, amatoria o de controversia, pero la palabra, la buena escritura, es la base, el beneficio principal. Si la historia fuese el elemento principal, los mensajes de socorro serían los textos más importantes de la literatura. "Insisto en la lengua, sobretodo porque existe la posibilidad de dejarnos tentar por las historias, el argumento, lo que se denominaba hasta hace poco “el mensaje del libro”. Camilo José Cela ya se va a burlar del mensaje cuando va a decir aquello de que sus novelas no eran botellas lanzadas al océano por un náufrago, y que no contenían ningún mensaje. Karl Kraus decía: “yo solo domino el lenguaje de los otros, el mío hace conmigo lo que quiere”. Con eso indicaba la fuerza impetuosa de la lengua que nos habita y nos porta, y como un escritor, un lector, ha de buscar su voz única”. (26)


La propuesta del poeta más que como él mismo lo dice, agotarse en el poema (pág.10), apuesta por devenir un gran acto poético (1) que en tanto acto ha de concebirse como escénico ya que la naturaleza de en la poesía como acto el ser del sujeto es arrasado, ya no puede mantenerse.



Al formalismo ruso le corresponde el haber privilegiado la literalidad frente al contenido, proponen la autonomía total de las formas sosteniendo que el objeto de la ciencia literaria no es la literatura sino la literalidad, es decir lo que hace de algo una obra literaria. Jakobson rechazaba el ocuparse del contenido, y como  estructuralista era indiferente a los valores extralingüísticos.

“La poesía es solo forma” dejó escrito Eugenio Montale…Nada puede decirse que no se haya dicho antes. Por lo tanto, debemos deducir…que sólo la forma, sólo el estilo nos singulariza”  (pág.190)


 “Si la ecuación y= x 3 + ax que describe la catástrofe elemental del “pliegue” es cierta, su aplicación al discurso deberá tener su correspondiente morfológico en una sintaxis determinada”(pág.194)


“A la forma corresponde una semántica que se encuentra en el centro mismo de las teoría  de las catástrofes aplicada a la lingüística” (pag.195)

 Si Lacan reivindica en la línea de la autonomía de la lengua y la autonomía de la literalidad, la autonomía del habla en la práctica analítica, al retomar a Freud y afirmar que el inconsciente está estructurado como un lenguaje, propicia todo el entramado lingüístico centrado en la oposición significante-significado(oposición que está en el signo mismo), lo cual le exige reelaborar  entonces todo el entramado del lenguaje a partir de estos tres órdenes SIR(simbólico, imaginario y real”, para no contradecirse.

Se me ocurre que Lacan seguramente toma del Formalismo ruso la diferencia entre el lenguaje cotidiano con finalidad práctica de que hablaba Yablonski ligado a la comunicación donde “sus componentes (sonidos, sintaxis, etc.) no tienen valor autónomo, para postular desde allí  la  autonomía del significante respecto del significado, oponiéndose a Saussure que sostenía la unidad del signo lingüístico y la relación biunívoca entre significado y significante, decidiendo la  coincidencia y la afinidad del psicoanálisis con la segunda.“Frente a esta característica de la lengua cotidiana  Yablonski se encontró que en la lengua poética todos y cada uno de sus elementos tienen valor  propio, independiente, incluso, del mensaje" que proyectan... si es que proyectan mensaje alguno”. 

“Y este punto me parece fundamental porque lo esencial de la lengua poética, no los ele-mentos que la constituyen, sino la utilización particular que se hace de ellos.

Schlovski lo decía así: "La lengua poética difiere de la lengua pro-saica en el carácter perceptible de su construcción".
Con lo que ya se puede pasar al concepto de "Forma", que "no es
ya una envoltura, sino una integridad dinámica y concreta que posee un contenido en sí misma". 

La forma poética así comprendida —añade—no se opone a un fondo que le sería exterior Y difícil de integrar, sino que constituye el verdadero fondo del discurso poético

De lo que se deduce que lo característico de la literatura (y del arte en general) es lo que Schlovski llama "el principio de la sensación de la forma". Es decir, "la percepción por la cual 'sentimos' la forma". O sea: en la literatura "la forma" llama la atención sobre sí misma. De todo lo cual resulta (y aquí hay un gran "salto" conceptual que, sin embargo, podemos seguir) que "El arte se define como un medio para destruir el automatismo perceptivo". Estos principios o tesis "categóricas" nos parecen hoy de una evidencia abrumadora”. (27).


“El lingüista Jakubinski, vinculado al grupo Formalista, plantea en 1916 una clasificación de los fenómenos lingüísticos de acuerdo al objetivo perseguido por el emisor en una representación lingüística determinada, y así determina la existencia de un  lenguaje práctico encuentra su justificación fuera de sí mismo, en la comunicación.  Del l lenguaje poético, que  en cambio, encuentra su valor en sí mismo: es fin y no es medio”

Así, en palabras de Jakobson, “el objeto de la ciencia de la literatura no es la literatura, sino la literariedad, es decir, lo que hace de una obra concreta una obra literaria” (Questions de poétique, 1973). Dicha “literariedad” se concreta a través de procedimientos literarios, que se justifican por cumplir una función. Para hacer ciencia literaria hay que fijarse en los rasgos formales que llevan a descubrir las cualidades intrínsecas de dichos materiales, hay que enfrentarlos con materiales que no puedan considerarse literarios pero que tengan en común con la literatura el lenguaje”

La vanguardia poética rusa y la poesía transmental

Los planteamientos de Jakubinski no sólo eran importantes como fundamento de una poética sino también para entender los intentos de la vanguardia rusa vinculada al futurismo de elaborar una lengua “transmental”. Esta expresión traducción de la palabra sura “zaumnyj”- designa, en líneas generales, una poesía donde se supone un sentido a los sonidos sin que constituyan palabras. Un lenguaje que no se refiere a nada exterior y está reducido a su pura materialidad, un lenguaje refractario al sentido.

En ese sentido, los experimentos futuristas sirvieron de apoyo a importantes estudios que el Formalismo temprano efectuó sobre el problema de los sonidos en la poesía. Jakobson publica su estudio sobre la poesía de Khlebnikov expresando, en total concordancia con Jakubisnski: “... la poesía consiste en la configuración de la palabra de valor autónomo, de la palabra autónoma, como dice Khlenbnikov”.

Por tanto, el Formalismo temprano define la lengua poética en cuanto utilización particular del lenguaje, de tal forma que las construcciones sean percibidas en sí mismas. La creación de un lenguaje transmental, que limite sus requerimientos de sentido y haga énfasis en su propia materialidad fue en poesía- el modelo que en cierta forma sintetizó esas aspiraciones.

Qué diferencia existe entre un lenguaje que rechaza el sentido y -por ejemplo, el puro ruido o la música? De otra forma: ¿Hasta qué punto es lenguaje una construcción que rechaza sus posibilidades semánticas?

Entre los Formalistas, fue Ossip Brik el que planteó en forma clara este problema en un ensayo que desafortunadamente no tuvo gran repercusión. Ritmo y Sintaxis”, leído en 1920 en el curso de una reunión de la OPOIAZ. En él, Brik escribe con lucidez: “Los campeones de la lengua poética transmental separan esta última de la lengua hablada y la transportan al dominio de los sonidos convencionales y de imágenes rítmicas. Si la estructura semántica del verso no tiene importancia, si la significación de las palabras no desempeña ningún papel, no es necesario manejar palabras: los simples sonidos bastan... En otras palabras, si privamos al verso de su valor semántico, lo aislamos del elemento lingüístico y lo transferimos al elemento musical; en consecuencia, el verso deja de ser un hecho lingüístico”.

 Kant al Romanticismo alemán

La conceptualización del lenguaje por parte de los Formalistas es clara: énfasis en la autonomía y el valor en sí. Un análisis de la filiación de este pensamiento nos lleva directamente a la estética de Kant y su posterior desarrollo por el Romanticismo alemán.

Para Kant La belleza deberá provocar placer sin la mediación de un concepto.

Y Novalis plantea: Si sólo pudiéramos hacer comprender a la gente que con el lenguaje ocurre lo mismo que con las fórmulas matemáticas constituyen un mundo en sí- sólo funcionan entre sí, sólo expresan su maravillosa naturaleza

El Formalismo, además de establecer las características de lo literario, delimita al mismo tiempo la naturaleza de los estudios literarios. Dicho de otro modo, la definición Formalista del objeto determina también la metodología de acceso al mismo. Esta orientación debe para los Formalistas- ser exclusivamente estructural

Los futuristas rusos del grupo Hylaea inventaron el concepto "zaum", Aleksei Kruchenykh en su manifiesto "La declaración de la palabra"  afirmaba que la lengua común esclavizaba y la nueva zaum hacía libres, esta lengua más conceptual que real y vacía de un sentido racional mostraba las posibilidades de un lenguaje transmental, la organización de la lengua alrededor de su propia sustancia fónica” (28)


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Entre los huecos de esas notas arrancadas
                                        lee el matemático
                                                      No sabe
que tras el paso d esus ojos por el encerado
La niña está borrando………………….....
 …………………………………………….                                 

          El matemático lee en la pizarra  

                                                                                   No sabe

     que la niñaestá borrando las incógnitas
       que él escribe en su  intento d esalvarnos.


 Los dedos  sobre las teclas Ctrl Supr. (págs.170-171)













BIBLIOGRAFÍA.

  - García Lorca F. “Teoría y juego del duende”. “Poeta en Nueva York”. Losada, 1949.

(1) Del ser dirá diferentes en cosas en torno al ser, algunas de las cuales simplemente mi limitaré a citar: dirá que el neurótico tiene pasión de ser, y eso implica que a su falta en ser responde con un exceso en sentido opuesto,  un exceso de sentido del Otro que lo enajena respecto de su propio deseo, lo cual la obra de Alejandro Céspedes deja muy en claro, dirá también que la experiencia analítica apunta al corazón del ser y que la política del psicoanálisis tiene que ver con el ser, y que en ella haría mejor en actuar desde la falta en ser. “Lacan rompe con la lógica Cartesiana que   afirma que “si pienso soy”, diciendo que la estructura del sujeto y al dirección de la cura apunta a  un “no pienso y no soy”; “soy donde no pienso, pienso donde no soy”, liberación del soy, lugar donde soy pensado por el Otro ¿qué ventaja tiene dejar de ser? Siguiendo a Lacan,  decimos que  la castración,  no se juega en el tener  sino en el ser.   Dejar de ser, lo que el Otro me proponía. No ser más ese objeto de goce para el Otro, dejar de  ser la luz de sus ojos o el dulce Hamlet, que era para su madre. Corte con el goce parasitario, que retiene al sujeto en posición de objeto y que le impide avanzar en su deseo”. El neurótico, rebaja su deseo a la demanda del Otro, produciendo, lo que vemos en la clínica como cuadros de  inhibición, al confundir su deseo, a la demanda que le viene del Otro El analista debe estar atento a registrar en el enunciado, las marcas de la enunciación, sujeto del inconciente, en tanto lugar  donde  se articula el deseo.                     Wo es war soll ech werden. Allí  donde  el  ello  era,  que  el  sujeto  del  inconciente  advenga. Allí donde la demanda inconciente del Otro comanda, que la ley del deseo advenga.Gramática de la pulsión que se opone a la lógica del fantasma.
En la primera, la demanda inconciente que viene del Otro, es una fuerza que lleva al apremio pulsional   $<>D  en tanto, en la lógica del fantasma, con su lógica de incompletud,  articula el deseo,  en tanto implica un significante que representa al sujeto  y un objeto causa del deseo.   $ <> a.
Que la pulsión tenga su objeto de satisfacción, pero no fijado a un goce parasitario, que pueda bascular entre lo real de la pulsión y el reparto de nuevos goces. El fantasma, cuando no está degradado a la demanda del Otro, sostiene el deseo, de lo contrario reproduce la estructura de la demanda pulsional,  tapona la falta.”De la inhibición a la realización del ser”, Silvia Pipkin, efba.org
(2) La onto [ser/ente] logía [estudio/ciencia de] versa sobre lo que define al ser humano, en cuanto Ser, lo que lo separa de los otros animales no humanos y de la “naturaleza”, en busca de una esencia que forme un mismo conjunto con un fuera-de-la-naturaleza (Lacan 2007: 13). La henología viene del término henosis (νωσις) que significa “singularidad”, “unidad”, “unión” o el que no es dos, porque es en última instancia uno. Su esencia no se reduce al ser o a lo que a partir de él fue clasificado, más bien ve la existencia como creaciones y repeticiones constantes. En “La henología y la ética del psicoanálisis”, Bruna Camillo, conlaa.com, 27 julio 2016.
(3) Lacan: de la ontología a la henología. Usos lacanianos de la ontología, Clotilde Leguil, Virtualia, diciembre 2013.
(4) Manuuel M artínez Forega en “¿Omnia vincint verbum? Un estudio sobre voces en off” incluido al final del libro, donde además plantea que también se lo podría catalogar de ensayo dramático-poético.

(5)“Diego Sánchez Aguilar , “Voces en off”, en “El coloquio de los perros”, weebly.com

(6) « Entonces , se produce un vértigo para los filósofos mismos, que es el vértigo mismo de la dialéctica. Porque el ser es lo opuesto de la apariencia pero también el ser no es otra cosa que la apariencia, una cierta modalidad de la apariencia. Entonces es esta fragilidad intrínseca al ser la que justifica la invención de un término que reúne el ser y la apariencia, el termino semblante. El semblante es una palabra que utilizamos en el psicoanálisis y con el cual tratamos de ceñir lo que es a la vez  ser y apariencia de manera indisociable. Hace tiempo traté de traducir esta palabra en inglés con la expresión make believe. En efecto si se cree en ello, no hay diferencia entre la apariencia y el ser. Es una cuestión de creencia.
Entonces mi tesis, que es una tesis sobre la filosofía a partir de la experiencia analítica, es que los griegos, justamente porque han lidiado eminentemente con este vértigo, buscaron un más allá del ser, un más allá del semblante. Lo que nosotros llamamos lo real es ese más allá del semblante, un más allá que es problemático. ¿Existe un más allá del semblante ? Lo real sería, si lo queremos, un ser pero que no sería ser de lenguaje, que estaría intocado por los equívocos del lenguaje, que sería indiferente al make believe.
Este real, ¿dónde lo encontraban los griegos ? Lo encontraban en las matemáticas y en otras partes; desde entonces en que las matemáticas continuaron como continuó la filosofía, los matemáticos se dicen siempre con gusto platónicos en el sentido que no piensan en absoluto que crean su objeto sino que para ellos deletrean un real que ya está allí. Y eso, eso permite soñar, en todo caso hacía soñar a Lacan.
Lacan hizo una vez un seminario que se titulaba De un discurso que no sería del semblante » [iii]. Es una fórmula que permaneció misteriosa incluso una vez que el seminario fue publicado, porque el título de este seminario se presenta bajo una forma condicional y negativa a la vez. Pero bajo esta forma, evoca un discurso que sería de lo real, es eso lo que quiere decir. Lacan tuvo el pudor de no decirlo bajo esta forma que develo, lo dijo bajo una forma solamente condicional y negativa : De un discurso que sería de lo real, de un discurso que tomaría su punto de partida a partir de lo real, como las matemáticas. Era el sueño de Lacan poner el psicoanálisis al nivel de las matemáticas. ….. ¿Cómo se accede en matemáticas a lo real, porqué instrumento ? Se accede por el lenguaje sin duda, pero un lenguaje que no hace pantalla a lo real, un lenguaje que es lo real. Es un lenguaje reducido a su materialidad, es un lenguaje que está reducido a su materia significante, es un lenguaje que se reduce a la letra. En la letra, contrariamente a la homofonía, no se encuentra el ser, being, in the letter is not being that you find, es the real » Un discurso que sería de lo real  « Leer un síntoma » jaques Alain Miller, amp.blog.
 (7) “El acto (a secas) ha lugar de un decir, cuyo sujeto cambia” (Lacan, J. , “El acto psicoanalítico”, en Reseñas de enseñanza. Hacia el tercer encuentro, Buenos Aires, 1984, p.47.)
Es una breve definición de Lacan que conjuga tres términos para darnos una lógica muy precisa de la especificidad del acto. No hay acto sin un decir, sin una enunciación en el campo del lenguaje. Y es por el acto que el sujeto de ese decir, de esa enunciación, se modifica de un modo irreversible. Ahí donde hay acto hay, pues, enunciación y hay modificación subjetiva.
El acto, tiene que ver con la determinación de un comienzo, con algo nuevo, y con un cambio de posición en el sujeto, que es una renovación. No hay acto sin Otro - es decir, sin las coordenadas simbólicas en juego - para ir más allá de ese Otro. (ficción es la vía imaginario- significante , y acto poético el salto más allá de esa vía) En el momento del acto, no hay Otro ni hay Sujeto. El acto excede la articulación significante, hay acto donde la cadena significante falla. Cada acto tiene relación con la verdad e implica la puesta en juego de la función paterna bordeando el vacío del objeto a. En el acto se repite el significante que representa al sujeto, es donde el significante estaría más cerca de representarse a si mismo…..Lo que se revela en el momento del acto es que el “objeto a” cumplía la función de darle consistencia al Otro en el fantasma, entonces lo que se revela es la inconsistencia del Otro. Se reconstruye que si hay algo del ser es algo del ser en tanto vacío. El ser no tiene ninguna sustancia. No se puede predicar nada del ser, más que en tanto siendo este vacío. El S1 es el significante que simboliza el fracaso de sentido y por lo tanto, la emergencia del sin sentido. De lo que se trata en el acto es de la inconsistencia del Otro, se precipita el momento de concluir en el momento en que surge la inconsistencia del Otro, el Otro no puede darle un .sentido a quien soy. Entonces, la sustancia del sujeto, la ousia es el objeto a, el trazo que apunta al vacio. El análisis devuelve al S1 la función señaliza dota del vacío, -1, poniendo en función el agujero de la causa perdida en la raíz del sujeto.“Introducción al acto analítico”, Mariana Davidovich Presentación en el Seminario de la Escuela Freudiana de Buenos Aires "El acto psicoanalítico", Clase Nrª 3 – 20/01/05)

(8) Lacan ideó el término “extimidad” (en francés extimité; en inglés, extimacy) aplicando el prefijo ex a la palabra francesa intimilé (“intimidad”). Apareció por primera vez en su seminario La ética del psicoanálisis (1958).Es un neologismo cuya brillantez corre pareja con la dificultad para definirlo. En principio, expresa la manera en que el psicoanálisis problematiza las aparentes oposiciones entre lo interno y lo externo, entre el contenedor y el contenido, etc. Por ejemplo, lo real está tanto “dentro” como “fuera”; el inconsciente no es un sistema psíquico puramente interior sino una estructura intersubjetiva (“el inconsciente está fuera”). El Otro es “algo extraño a mí, aunque está en mi núcleo”. Dice Lacan que “lo más íntimo justamente es lo que estoy constreñido a no poder reconocer más que fuera”. El centro del sujeto está fuera; el sujeto es ex-céntrico, etc. La “estructura” de la extimidad se expresa muy claramente en las figuras topológicas del toro y la banda de Moebius. El concepto ha sido mucho más desarrollado por Jacques-Alain Miller, yerno y albacea de Lacan, en su seminario de 1985-1986, que luego fue publicado en forma de libro con el título Extimidad. Extimidad nombra la presencia de lo real en lo simbólico. Las oposiciones interior-exterior, mundo interno-mundo externo no tienen sentido más que en el nivel puramente imaginario. Por el contrario, lo “éxtimo” alude a que lo más interno, lo más íntimo, se encuentra en el exterior. No se trata del espacio enmarcado y separado por la imagen, sino de una topología que remite a lo que vacila entre interior y exterior. El concepto de extimidad ya se va encontrando en el lenguaje cuasi cotidiano, de los mass media, como aquello que, siendo muy íntimo y familiar, se convierte en algo radicalmente extraño. Pareciera encajar en tanto cualidad del sujeto de nuestro tiempo, un sujeto siempre exiliado de sí mismo, que sólo parece encontrar su ser más íntimo en lo más lejano y deslocalizado. A este sujeto, la extimidad se le hace presente como un goce que adopta las formas más variadas de su síntoma. Este goce, tal como señala Miller, se le presenta como “algo exterior, confiado a sí mismo, rechazado del lenguaje. Ya no es éxtimo al Otro sino forcluido, y retorna en lo real”.



(9) La banda de Moebius es una de las figuras más estudiadas por Lacan dentro de su topología. Ilustra el modo en que el psicoanálisis problematiza oposiciones binarias como interno/extemo, amor/odio, significante/significado, verdad/apariencia. Los términos de estas oposiciones suelen ser presentados como radicalmente distintos, pero Lacan prefiere entenderlos en función de la topología de la banda de Moebius: así, los términos opuestos no son vistos como discretos (separados) sino como continuos. Por ejemplo, el discurso del amo es continuo respecto del discurso del analista. La banda de Moebius ayuda también a comprender cómo es posible “atravesar el fantasma”: dado que sus dos lados son continuos, se puede pasar del interior al exterior, o al revés (aunque resulta imposible decir en qué punto preciso se ha realizado dicho pasaje).Psiconotas.com

(*)Martínez -Forega habla de distopía al referirse al espacio material como simbólico donde  tiene lugar la ficción teatral: el solar delimitado por un muro y el teatro ubicado en el mismo. Nos dice que “al margen de la coincidencia del contenido  simbólico del muro con el pliegue como elemento fronterizo y límite, esta calle es a su vez, espacio-límite, frontera que separa la realidad exterior de la ficción escénica y que separa el tiempo  biológico, antropomórfico de la “cuidad” del tiempo psicológico de la ficción teatral”, y que es debido precisamente a sus características cambiantes , a su polimorfía, a su aparición y desaparición súbitas anejas  a las características del “pliegue” que se convierte en una distopía, punto primario de bifurcación…lo cual hace que ficción y realidad ya no sean paralelas, sino recíprocamente tangentes y secantes a la estructura circular del conjunto de drama lírico que exige  más que nunca  y más allá de todo convencionalismo aun lector “ideal”…. El que como diría Edmond Jabès ha de abordar antes el libro que la página”, y hacerlo con la misma disposición que el autor”

(10) Las contingencias trazan nuestro destino. Lacan precisa que a partir del azar -y porque hablamos- armamos una trama de sentido a la que somos forzados. "Las casualidades nos empujan a diestra y siniestra, y con ellas construimos nuestro destino, porque somos nosotros quienes lo trenzamos como tal" Lacan , J. El seminario, Libro 23, El sinthome, Ed. Paidós, Buenos Aires, , 2006,pag.160, Conferencia “Joyce el síntoma”, 6 junio 1975.
(11) La causa en psicoanálisis está vinculada al objeto  y al vacío. “Poner a la causa en el lugar del vacío no es necesariamente una posición escéptica. El vacío que el objeto a nombra, no es vacío de la ausencia pura, sino de lo carente que promueve un movimiento a su alrededor. No se trata aquí de lo inerte que provoca inercia, sino de lo que desde el lugar de una falta radical promueve permanentemente su bordeamiento. En ese mismo orden se advierte que para que exista una causa debe, forzosamente, haber un vacío, un punto de quiebre… "solo hay causa de lo que cojea", de lo que presenta de algún modo una inconsistencia. Esta concepción del objeto es solidaria con la idea de un objeto que se "pone contra" el sujeto, o sea un objeto que no es una mera representación del sujeto, sino algo que lo enfrenta. El objeto es lo que "objeta" al sujeto, no lo que lo representa, es lo que se le aparece por delante, lo que yace por delante o le sale al paso, es el ob-jectum, de algún modo lo que perturba su camino Si el objeto es lo que perturba, no hay correspondencia ni complementariedad entre objeto y sujeto, esa objeción presupone una conmoción del sujeto.                                                                          De ahí la formulación lacaniana del objeto a como causa de deseo, o sea como la que antecede al deseo, pero como su inmediata consecuencia, dado que no hay recubrimiento posible de esa carencia estructural. Existe un juego de palabras que hace Lacan entre causa (cause) y hablar (causer), para decir que en el ser hablante esa carencia no es una posición metafísica sino el efecto permanente que se genera a partir de estar el parlêtre capturado por el lenguaje. Es el re-encuentro de la causa en el fracaso productivo de su recubrimiento. Se trata aquí, fundamentalmente, de una causa que se excreta en el recorrido significante, y no una causa que sostiene ese recorrido al modo de una substancia. Ésto corresponde a una causa al final, y no al principio o por debajo. De ésta manera la causa es siempre lo que queda a producirse cada vez.
Por otra parte, si la condición fundamental y fundante del sujeto en psicoanálisis es su barradura ($), o sea lo que le impide en forma radical conformar una unidad. Ésto ocurre porque el nombre de esa imposibilidad es el objeto a. En otras palabras, cuando el sujeto se dirige al Otro encuentra en primer término un obstáculo para su realización plena, (que para el caso suele encarnarse en otro sujeto habitualmente, sin ser ésta la condición única), eso es insalvable. No es igual ubicar ese impedimento como aleatorio que como estructural.
Ese impedimento a la realización plena, al Uno del sujeto, es el tropiezo permanente de toda subjetividad, y por consiguiente el motor, la necesidad misma de su transgresión. Dado que el posicionamiento mismo del sujeto como deseante está motivado por esa falta estructural. Lo que no es, es causa de lo que puede ser” “Acerca de la causa” Paulo Fridman, revista Virtualia 21, setiembre 2010.
(12) Para operar la castración simbólica el sujeto necesita contar con ese significante en lo real, significante -letra que desde el sin sentido que lo especifica, no puede ser asimilado por el Otro. Por lo tanto provoca un efecto de barradura que libera de la alienación. Ese significante es el anclaje del sujeto, con él puede valerse frente al Otro y desde el sin sentido –mediante artificios-dar lugar a un sentido nuevo) imaginativas del sujeto, los síntomas, conservan la marca en algún punto; marca por lo tanto articulable a la palabra.
En el campo de la palabra el Un designa la imposibilidad como fondo sobre
el que se produce todo lo poético.
Ese orificio que como el ombligo se ha anudado es el punto por donde sale
el hilo; allí  algo se enrula y esa traza se confirma a nivel de la simbolización.
Es destacable que el sujeto que nace de una cicatriz capaz de
hacer nudo, puede agujerear al Otro también desde ese punto anudado.
Por eso afirmamos que en lo que se dice hay algo comparable, análogo, a
lo que es de la pulsión. Pero a diferencia de la pulsión, puede hacer corte y
costura: tiene la capacidad de quebrar el sentido y a la vez, puede hacer pasar
algo de esa marca reprimida al campo del Otro.
Lo distintivo es que una vez agujereada la malla de sentido, puede lograrse
una nueva trama a través de la articulación significante y
discursiva. Desde esta recomposición algo nuevo se inscribe y posibilita
subjetivar la operación castrativa.
Motorizada por la insistencia pulsional, la repetición busca el trauma. A
la vez el trazo unario se extrae de lo que la repetición marca como tal.
Precisamente lejos de fundar un “todos” ella escribe el Uno de la
repetición, que es pura diferencia. Es la inscripción en lo real del significante
que representa al sujeto: elS1 que lo representa en el campo de los ignificantes del Otro, el S2.Para operar la castración simbólica el sujeto necesita contar con ese significante en lo real, significante-letra que desde el sin sentido que lo
especifica, no puede ser asimilado por el Otro. Por lo tanto provoca un efecto
de barradura que libera de la alienación.
Ese significante es el anclaje del sujeto, con él puede valerse frente al
Otro y desde el sin sentido -mediante artificios-dar lugar a un sentido nuevo.
La clínica muestra que cuando ese anclaje no está instalado, la castración
simbólica noalcanza a producirse. Como ocurre por ejemplo en la psicosis
donde este significante está forcluído y por lo tanto el sujeto queda fuera de la
ley del lenguaje que da lugar a la metáfora. Su repuesta se extravía de la malla
de sentido que articula al saber de la lengua y a la vez es soporte del lazo social.
Al fracasar la metáfora paterna no hay articulación posible entre el sin
sentido y el pase de sentido. De ahí los neologismos que resultan muy
diferentes a las producciones poéticas o al efecto del chiste.
Del uno-entre-otros alza vuelo un S1, Lacan  describe al significante
amo como un enjambre significante, un enjambre zumbante que asegura la
unidad de la copulación con el saber. No es un significante cualquiera, es el
orden significante mismo. Por lo cual según cómo cursen sus viscisitudes
puede o no estar a disposición para la realización subjetiva.
Transcribo al respecto una cita de “Aún. “El Uno encarnado en
lalengua queda indeciso entre el fonema, la palabra, la frase y aún el
pensamiento todo“. Se deduce la magnitud que puede alcanzar la alienación
según cuál sea el grado de dificultad para extraer de lalengua las letras del
sujeto. Sabemos que el que tiene boca se equivoca, de modo que en lalengua cualquier palabra puede ser equívoca. Por lo tanto la mentada indecisión se juega para preservar el paraíso narcisista ante la falla del Otro, ante lo que evidencia que no hay Otro del Otro. Es por la renegación de esa falla que el sujeto se presta a hacerlo consistir a costa de su propia alienación, apelando a una adhesividad hecha de imaginario y saturada de sentido. Esta completitud de argamasa prefabricada no deja espacio de maniobra para el saber hacer del inconciente con lalengua”  Pulsión y Sinthome,Lic. Claudia S. Lamovsky.
13) Sujeto es lo que un significante representa para otro significante, o como lo plantea en el Seminario de "La lógica del fantasma": "el significante es lo que representa a un sujeto para otro significante, debe aparecerles así, la metáfora del funcionamiento del inconsciente". Y hablar de sujeto es hablar de una instancia de división, de un efecto de corte, efecto metafórico que divide al sujeto entre el S1 y el S2 entre saber y verdad), el sujeto del inconsciente siempre está suspendido entre dos significantes .
El texto, Posición del inconsciente, es un texto bisagra entre el inconsciente estructurado como un lenguaje y el inconsciente real. A este escrito le corresponde el Seminario XI, en el cual se produce una nueva alianza, en la que se trata de formalizar la articulación del inconsciente freudiano y la pulsión, vale decir, una nueva alianza entre el significante y el goce.
En este texto, Lacan elabora una lógica que rige entre estos dos conceptos: inconsciente y pulsión. A través de la alienación y separación, dará cuenta de la relación entre el sujeto del inconsciente y la libido pulsional. Con el concepto de losange, Lacan va a inventar esta suerte de batido, de eclipse, de aparición / desaparición del sujeto del inconsciente, semejante a un orificio corporal, de un borde pulsional. En este escrito, el inconsciente es presentado como palpitación, apertura, cierre, contracción… Lacan intenta ubicarlo en esa intersección que se produciría entre esos dos conjuntos, el del inconsciente y el de la pulsión.
Veamos entonces, cuál es el recorrido, el inconsciente entendido como un lenguaje se puede reducir a la relación entre dos significantes, pero Otra cosa, se refiere a esta otra dimensión del inconsciente real, objeto que se cierra sobre sí mismo, goce que se cierra sobre sí mismo. Es en el intervalo entre dos significantes que el sujeto hace la experiencia de Otra cosa, S1---Otra cosa---S2, queda en el intervalo de lo que no se puede escribir, ¿qué soy yo en el deseo del Otro? El intervalo es donde aparece otra cosa, objeto a, que se localiza en el intervalo entre los significantes. El inconsciente no se abre tanto por la interpretación, sino por un acto. Inconsciente real, con la pulsión y repetición, que sólo se atrapa por un acto, acto de la presencia real del analista, acto que abre la esfera Macdeburgo para permitir hablar sobre el deseo.
Aquí Lacan retoma el inconsciente estructurado como un lenguaje, pero pone el acento en la ruptura, en la grieta. En la página 816, habla de la carencia, una falta; inconsciente que da lugar en sus avatares pulsionales a una carencia. No hay un saber absoluto, hay una carencia, una falta central. El término carencia hace referencia a la castración freudiana; y la grieta a la discontinuidad, no es una carencia estática. Ahora Lacan habla del inconsciente como algo que se abre y se cierra: pulsación, inconsciente temporalizado. Esta carencia, esta grieta no es más la casilla vacía, aquí articula está carencia con el tiempo lógico. Inconsciente que se abre y se cierra –dinámico- y que posee un carácter temporal.
En cuanto a la separación, ¿cómo se articula en esta lógica del significante la operación de la pulsión? Separación. El sujeto del significante se reduce a una falta de significante que es idéntica a la estructura del conjunto vacío. Lacan articula la falta, el conjunto vacío es una falta. El sujeto apunta a la falta en el Otro para separarse; para borrarse del significante ante el cual el sujeto sucumbe.
En el intervalo S1 – S2 se formula la pregunta che voi?, la cual hace surgir el enigma en un punto de falla de la estructura misma, falla constitutiva del deseo de la estructura del Otro. En la falta, en la falla del deseo del Otro, reenvía al sujeto a su elisión en la medida que el sujeto se inscribe en ese signo (-) que es lo propio de la metonimia.
Por lo tanto, teniendo en cuenta la intersección de la falta del sujeto y la falta del Otro, ¿cómo se introduce ahí la pulsión? La pulsión no es una falta. En el Seminario VIII, Lacan introduce el lugar del vacío, y en ese lugar del vacío viene a inscribirse un objeto. Primer mito, mito de la laminilla, objeto perdido freudiano y matriz de todos los objetos perdidos, y el objeto a como las figuras que vienen a inscribirse en esa pérdida.
Lacan introduce con la laminilla el cuerpo sexuado, y con eso metaforiza la libido. Por la vía de la pulsión el sujeto busca un objeto que le sustituya una pérdida de vida. En consecuencia, hay una doble pérdida: su pérdida como sujeto significante, y su pérdida como sujeto que se reproduce. Y con su pérdida el sujeto interroga el deseo del Otro: ¿qué soy para ti?
Si pensamos al sujeto del inconsciente, no se puede abordar la cuestión de la separación en tanto separarse de tal objeto. No hay objeto sino perdido, el estatuto del objeto es perdido ya. Esta es la esencia del objeto, el objeto no tiene otra consistencia que perdido.
Separarse es del lado del campo del objeto y no del lado del sujeto. Del lado del sujeto: división, alienación y representación de un significante para otro significante. Alienación y separación, dos operaciones diferentes y a la vez relacionadas, no es una relación recíproca, la alineación es previa, la separación viene a funcionar a partir del momento que la alienación es efectiva.
En la página 821 encontramos una definición de la separación; en las teorías clásicas de la separación: sujeto / objeto, el sujeto separado del objeto; aquí no, aquí la separación no implica un fenómeno de frontera interior / exterior, el objeto no es exterior, el objeto es un borde, hace parte del sujeto en tanto que borde, en tanto que límite. Esta teoría de la separación viene con la teoría del objeto a. El objeto perdido en el nacimiento es la placenta, porque tiene la particularidad de hacer parte del organismo del viviente y no desde afuera.
La teoría de la separación de Lacan necesita la teoría de Moebius y la teoría de los conjuntos, porque no se puede imaginar una parte sin el todo, porque va en contra del universal en la lógica. Teoría de la separación: la pars no tiene nada que ver con el Uno de la excepción, ni con el Uno de la partida del conjunto; implica una lógica diferente del significante, porque el significante implica hay Uno, la pars, objeto, funciona en términos de existe, imperio de la existencia, hay o no hay.
La separación es diferente de lo que decía Freud de una forma mítica, ¿por qué Freud decía que el objeto siempre era perdido? Lo decía a propósito del Edipo, la madre es prohibida y la madre es la manera de enunciar la pérdida. Freud relaciona la pérdida del objeto con la prohibición del objeto, lo que implica una relación del objeto con la ley, como excusa, como cubriendo lo insoportable, lo inimaginarizable de la pérdida. Hay un paso más que da Lacan, parte sin el todo, eso implica otro modo de funcionamiento que el funcionamiento significante.
Lo que queda de la vida que no fue tomado en la alienación significante, vale decir, la libido no es del lado de lo que falta, es además de.
El inconsciente real, que desarrolló Miller, tiene más que ver con la separación y con el estatuto del objeto, tal como lo define, que con la alienación. Hay un ataque al sentido y hay también una interpretación en acto a partir del inconsciente real, que se ubica más del lado del manejo de la separación”. Fragmento, en “Posición del inconsciente y su relación con la pulsión”, M. Laura Bueno, julio 2013, NODVS.

14)Condiciones” Alain Badiou, Siglo XXI Editores, 1ª edición, 2002, Buenos Aires pag.33a 35.

15) Presentación en castellano de “El ser y el acontecimiento”, Revista Acontecimiento Nº19-20, 2000.

16 )“El recurso filosófico del poema”,  Alain Badiou
17)Condiciones” Alain Badiou, Siglo XXI Editores, 1ª edición, 2002, Buenos Aires
18) Ibidem 16.

(19) En “La verdad no es impronunciable Alejandro Sánchez Lopera,“Lógicas de los mundos”.El ser y el acontecimiento 2, Alain badiou  en Revista Colombiana de Filosofía de la Ciencia , Vol. IX - Nos. 18 y 19, 2008 , Págs 167-172

20) Lacan, J., "Lo escrito y la verdad", El Seminario, Libro 18, De un discurso que no fuera del semblante, Editorial Paidós, Bs. As, 2009, p.12.

21 )  El Seminario, Libro 18. Buenos Aires: Paidós. p. 123, 2009. 

22)  El Seminario, Libro 20.
                                                                                                                                    
23) Lacan, J., "Atolondradicho”.       
24) “El recurso filosófco del poema”, Alain Badiou.
 25) “El estatuto filosófico del poema después de Heidegger” Alain Badiou, Imago Agenda, nº29, mayo 1999, pag.5
26) La lectura i la vida”, de Emili Teixidor , Columna Ediciones,  1º ed., 2010.
27) “Sobre estilística y formalismo ruso”,Carlos Blanco Aguinaga, Centro Virtual Cervantes.

(28)   Formalismo ruso y lenguaje Poético Enio Quevedo(abc. com.pi)



RELACIÓN DEL ARTE CON EL VACÍO  EN LACAN.

Extraído de  "La Kahlo, su creación" Graciela Nieto.(revista Acheronta15)
. El Vacío como causa
Es en el Seminario de la Etica donde Lacan plantea: " tomé el ejemplo esquemático del vaso para captar donde se sitúa la Cosa, en la relación que coloca al hombre en función, en el medio, entre lo Real y el Significante.
Esta Cosa, cuyas formas creadas por el hombre son del registro de la sublimación están representadas por el vacío, en tanto que ella sólo puede ser representada por otra cosa".
En toda forma de sublimación, el vacío es lo determinante.
Luego dirá que hay tres modos diferentes de tratar el vacío.
El arte, la religión y el discurso de la ciencia.
Todo arte se caracteriza, entonces, por cierto modo de tratar el vacío.
El objeto está perdido.
Nunca será vuelto a encontrar, ese objeto que no es posible de reencontrar, es la Cosa.
Esta es, una experiencia única, en el campo freudiano y caracteriza al sujeto al objeto y a su deseo.
En la enseñanza de Lacan, la Cosa, es el primer lugar lógico y cronológico alrededor del cual se organiza el campo de lo simbólico.
La Cosa es, de otro orden, que el orden de los significantes, está del lado de la causa, por la tanto del lado de lo real
Este objeto perdido, no ha sido en realidad nunca perdido, ni ha sido nunca dicho. Se desliza entre las palabras y las cosas con la ilusión que entre ellas podría haber alguna correspondencia, ilusión desmentida por el permanente malentendido.
Entre lo Real y el Significante, está la Cosa.
La cosa representa el vacío.
Desde el punto de vista de los significantes, será el significante faltante, el que hace mover la cadena, el cero de la serie de números.
Desde el punto de vista topológico será el agujero.
El agujero en lo real, es la nominación .
De lo que se puede estar seguro, es que, lo que hace agujero es el significante del Nombre del Padre.
Así tenemos que, el vacío no es sólo una función especial, sino que además es una función simbólica. De modo que el vacío no es la nada
El Arte, utiliza lo imaginario para organizar simbólicamente ese Real que está entre lo Real y el Significante.
Del lado del significante, es fácil encontrar lo que se escribe en tanto está localizado en la letra, pero cuando más se habla del vacío más se lo cubre