jueves, 10 de abril de 2014

a-CERCA DEL TRAUMA EN PSICOANÁLISIS. Actualización del trauma hoy: EL DESAMPARO DEL DESAMPARO.


“(…) el desvalimiento y el desconcierto del género humano son irremediables.”
“De este modo se creará un tesoro de representaciones, engendrado por la necesidad de volver soportable el desvalimiento humano, y edificado sobre el material de recuerdos referidos al desvalimiento de la infancia de cada cual, y de la del género humano
    
 Sigmund Freud, “El porvenir de una ilusión “, 1927.


 Mejor que renuncie quien no pueda unir su horizonte a  la   subjetividad de la época"            
    Jaques Lacan  "Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis”  

            

“A pesar de todo,
de su  mala fama
de que te acorrala
 y aún te disfama
yo sigo creyendo,
sigo
querer creer
seguir
creer crear creyendo 
que no  hay peor desamparo
que el de la ausencia de la palabra
para  poder aunque sea lejana,
metonímica -mente,
nombrarlo
y poder hacer algo con el mismo”.

            Anabella Rodríguez.


“…    incluso en las condiciones de mayor inclemencia, la explicación, la justificación, el recurso al sentido -aún en su presumible insensatez-, posee una fuerza vital extraordinaria, al ejercer propiamente una función de velo, de velar. Se trata de una especie de trama, de pantalla, de intermediación, capaz de irrealizar la desnudez del acontecimiento, refractando su inmediatez y resguardando aunque sea en un nivel elemental, las condiciones mínimas de su posible subjetivación; una delgadísima malla que recubre con alguna opacidad la crudeza del hecho”   
                                      “Trauma y desamparo” Mario Pujó (vivilibros.com)




Hay algo del orden del azar, de la tyche o tuje que Lacan toma de Aristóteles, para teorizar el trauma, ese encuentro con lo real, y del automatom que hace que en una misma semana (la última de este marzo próximo pasado) en mis dos lugares fundamentales de residencia (Montevideo donde viví hasta que emigré a España, y Asturias, específicamente en  Gijón donde ahora vivo) se estuviera hablando al mismo tiempo del trauma.

Mientras que en Montevideo Mauricio Tarrab- presentado y comentada su exposición por Jorge Bafico, ambos psicoanalistas-, hablaba en una conferencia en la Facultad de Psicología acerca de “La  actualidad del trauma”, acá en Gijón,  Miralpeix psicoanalista del Foro psicoanalítico de Barcelona, dictaba su conferencia “La dimensión traumática de la sexualidad humana” en la Biblioteca Jovellanos a instancias del foro Psicoanalítico de Asturias, y mantenía una actividad de profundización en el tema con los analistas y participantes miembros de dicho Foro.

Quizás este encuentro de psicoanalistas en torno al trauma se deba a la  ex-istencia  de un real de la clínica  que insiste en  la repetición para poder ser simbolizado (trabajado, cuestionado, pensado, teorizado) por los propios analistas. Lugar del agujero en el saber del analista, trou, troumatisme decía Lacan, algo del orden de lo innombrable a él también lo afecta ante los sujetos que hoy día consultan, quienes cada vez parecen contar menos con la posibilidad de tratar, de bordear ese agujero de lo real inherente a toda estructura, con la palabra. Y esto precisamente en tiempos en que  las condiciones sociales parecen arrojar a muchos a experiencias de despojo donde  la dimensión traumática de las mismas es experimentada con mayor  brutalidad debido a la inconsistencia de las vestiduras imaginarias que al no estar anudadas a lo simbólico, dejan al sujeto ante el puro vacío(diferente de la experiencia de la falta).

Tiempos de crisis, de desamparo globalizado, de caídas de las identificaciones, de los semblantes que antes otorgaban valor y cohesión personal e integración,  y de una cada vez mayor recesión de los   “artilugios” que brindaban sostén social,  los sujetos se ven enfrentados  y cada vez más, a situaciones plausibles de devenir traumáticas pues remiten más cercanamente al trauma en su estatuto originario.  Situaciones que  hacen posible la puesta en acto, o  la actualización repetitiva del trauma originario, sujetos que viven situaciones que los hacen quedar a la intemperie y a la deriva, desnudos y congelados, anonadados  y fijados “en” y “a” situaciones de pánico y angustia, desbordados, o sea, sin recursos  y sin siquiera el recurso a la  palabras frente a algo(una excitación , un goce) que los arrasa: despido laboral e imposibilidad de conseguir  un nuevo empleo,  desahucios, pérdida de todos sus bienes, imposibilidad o dificultad extrema en cubrir las necesidades primarias, viajes que constituyen peligros para la integridad física, ya ni hablar de la psicológica, y que implican muchas veces la muerte real de los embarcados en tales odiseas, migraciones obligadas que los despojan de su tierra real y simbólica, etc.

Y contraproducentemente, ante situaciones que son vividas por el yo como de desposesión subjetiva extremas, que le dejan como seres de despojo, de desecho social, los sujetos también se encuentran muchas veces sin palabras para poder  hacer frente a las mismas; despojado  muchas veces también del recurso que le permitiría estar en mejores condiciones de elaborar el trauma: la palabra, la simbolización , la capacidad de hablar y encontrarle sentido a lo que le sucede en relación a su historia vital, para desde allí poder resituarse vivo, resituarse como sujeto de deseo.
En este sentido me pregunto si se podría hablar de actualización del trauma ya que más que repetición (que supone la castración y la simbolización en la estructura), más bien parecería tratarse de una vivencia “concreta, bruta”  del acontecimiento traumático.

Y si bien lo que es inherente al trauma es precisamente que es un agujero ahí en acto en el origen, en el nacimiento del sujeto psíquico,  para el cual no hay palabras, me hace pregunta cómo se  tramita esa pérdida del objeto (lugar vacío) que uno mismo fue para el Otro, cuando el sujeto se enfrenta a la repetición de lo que sería entonces lo no perdido, si es que es posible hablar de repetición cuando no hay registro de la pérdida. Con esto intento decir, que muchos sujetos en la actualidad no pueden hablar de su trauma , esto es de su agujero o pérdida, ubicándose precisamente como diferente del mismo, diferenciándose aunque sea mínimamente, fallidamente como se da en todo síntoma cuando opera la castración :  soy X que vivo esta situación así y bla bla bla. Y lo que les sucede es que la pérdida imposible de  simbolizar recae sobre el yo psíquico y /o corporal, ellos ocupan el lugar del agujero, del objeto caído y caen o se dejan caer como tales (depresión, suicidio). O en otros casos, la pérdida real como goce  imposible de simbolizar, de apalabrar aunque sea mínimamente, queda  fijada a nivel del cuerpo en algún órgano en una enfermedad de las llamadas habitualmente psicosomáticas, u otras (he visto pacientes en que enferman por ejemplo de  cáncer  en momentos que sufren pérdidas importantes), como si la falta que no falta se intentara marcar sobre el cuerpo. O se presenta como angustia difusa sin relación a ninguna representación como se da a veces por ejemplo en el desborde del ataque de pánico, o en la ansiedad  experimentada también sin que el sujeto pueda vincular la misma a alguna representación y trabajar en una cadena significante asociativamente. 

Quizás precisamente por la complejidad de la clínica actual  los psicoanalistas escuchando a  Lacan: "mejor que renuncie quien no pueda unir su horizonte a la subjetividad de la época", tengan hoy más que nunca en diferentes partes del mundo, la necesidad y la obligación ética que como analistas le es inherente, de abordar el trauma, de hablar del mismo, quizás en parte  debido a que ellos mismos se encuentran muchas veces también desbordados por una clínica donde lo real hace acto de presencia en  sujetos que  se presentan con vivencias de desgarro y sufrimiento extremo que son referidos como simples signos, pues carecen de la envoltura simbólica que permitía- y en algunos casos aún hoy más “fácilmente” permite en  las neurosis- la construcción, de lo que llamamos un síntoma analítico. Sujetos donde el  recurso a posibles  vestimentas simbólicas, a la  protección del lenguaje que permita apalabrar y así elaborar el trauma está cada vez menos disponible en su psiquismos en la actualidad porque también lo está en la cultura que los des-sujeta más bien del lenguaje y así los des-subjetiva o los no- subjetiva.
Se trata también para el analista de saber hacer ahí, con lo que quizás constituye un desafío a la técnica más clásica ya sea tanto la referida a la neurosis como a la psicosis, con estos sujetos que lo enfrentan a una clínica diferente  llamada por muchos  clínica de lo real. Se trata de poder inventar  e inventarse desde otro lugar para poder generar una demanda en el sujeto.




Para entender el trauma y la actualidad, algunos otros textos que me parecen interesantes entre los muchísimos que circulan por internet son:  

_”TRAUMA Y DESAMPARO”, Mario Pujó.
_ “EL SUJETO A LA INTEMPERIE: LA CUESTIÓN DEL DESAMPARO EN FREUD Y LORCA”, M.   Carmen  Rodríguez Rendo.
_”DESNUTRICIÓN SIMBÓLICA Y DESAMPARO”, María Cristina Oleaga.


martes, 8 de abril de 2014

¿QUÉ LUGAR PARA LA FALTA, QUE LUGAR PARA EL PSICOANÁLISIS HOY?

Por :Anabella Rodríguez.

Me preguntó de esta forma,

CÓMO VIVIR EN FALTA, ¿SEGUIREMOS SIENDO HUMANOS?

Ahora que Dios ha muerto
y a rey muerto, rey puesto
un nuevo rey mercader se ha puesto,
y ahora que Dios ha muerto
todo está permitido,
es más, gozar es lo exigido,
sobre-exigido,
ser feliz
y tener todo
lo que para ser consumido
hecho haya sido.

Ahora que Dios
nunca ha existido
y las tablas de la ley
en la  tablet es la ley
han devenido,
ahora que todos los divididos
en dividendos se han convertido
y los siete pecados capitales
son cada vez más capitales
 y menos pecados
pues ya no están prohibidos,
que es ya consabido
que en su nuevo sentido
en las siete virtudes
cardinales y ordinales
del buen capitalista
se han convertido.

Ahora que estamos
todos tan bien mal cogidos
y jodidos.
Ahora que los gurú de moda
trabajan hasta después de hora,
 al nuevo Dios  se inmolan
y a nadie incomodan
y que  siguiendo las leyes del Mercado,
crecimiento personal ilimitado
para todos atesoran y pregonan.

Cómo hace uno/a
para estar en falta,
para aceptarse
como un ser en falta,
imperfecto,
incompleto,
en defecto,
desperfecto,
lleno de defectos
y de afectos,
un ser mal hablado
solo a medias
conformado,
dis-formado
un ser normal,
un pelado,
nadie tan especial
a pesar de su indudable
a-preciada singularidad.

Cómo hacer para no querer
las lolas de silicona,
los labios de Joliecona,
la piel del recién nacido
que aún no se ha curtido
de arrugas ni de costuras,
 de dolores consabidos ,
 de amores resentidos,
 de años vividos,
 de placeres marchitos o ya idos,

Cómo hacer para no querer
los órganos renacidos
que el desarrollo tecnológico
 nos tiene prometidos;
de la mortalidad ser resarcidos,
¡y si es posible revividos!
por la célula madre que del ombligo
o de algún otro tejido
en 3D imprimido
todo puede ser revertido
y serán bien compensados
de su ser tan vulnerable y dividido,
cada vez más in-dividuos
cuando de ningún donante
dependan ni  para un trasplante
solo de un banco
no de órganos ni de tejidos,
que el dinero es ya sabido
 toda indefensión bien alimenta
cual  pan comido .

Cómo hacer para no querer
el manco recuperar
el brazo que ha perdido
en uno de artificio
si no está nadie
(ni siquiera los físicamente completos)
 por el oficio
de hacer ningún sacrificio,
o el que ha perdido su pierna
que la ortopedia remedia
y felicidad promete regia.

O la pareja hetero u homosexual,
cuando sin saber sabiendo
 que hijos no pueden donar,
cómo hacen para no desear
una reproducción artificial,
asistida, que sí se les puede dar

O el que hombre no quiere ser
pero hombre es,
o la mujer
que mujer no es
y hombre quiere ser,
cómo hacen para no tener
en su haber
lo que quieren,
en su no haber
lo que no quieren,
tener ni ser
si con unos buenos billetes
un cirujano y un estilete
maravillosos filetes
pueden en su haber
tener o no tener
según sea su parecer.

También lo intelectual
y lo emocional
se ha de poder tratar
para sin falla quedar
hasta la perfección
en algunos genes
 poder lograr
gracias al buen medicar:
inteligencia despierta,
autoestima perfecta
autocontrol a prueba
de impulsos, exabruptos , insultos y disgustos
permiso de darse todos los gustos
sin culpa ni angustia
y deprimirse, sólo lo justo.
  
Con tanta  mercantil oferta
ya nadie habrá de la falta padecer,
que esta sociedad no es violenta
y todo lo que se quiera
se lo puede tener
y en el futuro más,
eso sí, mientras el dinero tengas
para pagar a cada quien
su ortopédico quehacer,
tu ortopédico placer.


ENTRE ALIENÍGENAS Y MUTANTES, un Hombre nuevo.

Tanto jugar,
 tanto asustarse
y horrorizarse
con alienígenas y mutantes
de otras galaxias
imaginarios habitantes
que al hombre quieren
supuestamente echarle el guante.

Tanto jugar
tanto asustarse
con seres extraterrestres
que con malas y oscuras intenciones
andan cazando desprevenidos
hombres para sus huestes .

Tanto mirar infinito al cielo
y a los vecinos si portan armas
con tanto celo,
y es que no vemos
otros  posibles ¿peligros?
que tenemos  a dos palmos
de  nuestro suelo.

Tanto creerse
que de otra esfera
vienen los seres
que nos vulneran,
y que de nuestra Tierra
tal y como la conocemos
tienen la fecha
de nuestro entierro,
¡que no hay derecho!,
¿ tanta ceguera
al Hombre acecha? ,
que ya es un hecho ,
el Hombre por  la ciencia y la tecnología
sólo en el futuro será hecho.

Las siliconas en el pecho
o en los labios cual berberecho,
la botulina la piel afina
borra el abismo
que de los pliegues
marca la vida,
los implantes en los dientes
que ya no huelen ni son dolientes,
que es un gran aliciente
para mejor poder hincar el diente,
el audífono en el oído
que si no de  la vida se pierde el equilibrio
y el  sentido,
al láser el ojo no se ha resistido
pues hoy para la vista
hay mucho tentador ruido,
casi todo está permitido
partes del rostro ya hoy se imprimen
y de los órganos,
que los trasplantes  son rechazados
y los donantes tan espaciados.
Y hasta  el alma han bien sondeado
que en el cerebro todo es muy bien investigado
cuando descubran en qué gen
la culpa,
la angustia
 la depresión
la insolación
se ha procesado
solución a todo habrán encontrado
y al fin el Nuevo Hombre perfecto, equilibrado
tal vez inmortal y a partes armado
esquizofrénico normalizado
a todos los que adquirirlo  puedan
 os será otorgado.


Textos inéditos agrupados bajo el título "MINOTAURO DE LA ERA TECNOLÓGICA"

lunes, 7 de abril de 2014


  ¿QUÉ PUEDE APORTAR HOY, EN MOMENTOS DE CRISIS, EL PSICOANÁLISIS?



PROLEGÓMENO 1

"Para todo ser hablante, la causa de su deseo es estrictamente, en cuanto a la estructura, equivalente, por decirlo así, a su pliegue, esto es, a lo que he llamado su división de sujeto." (Lacan, El seminario, Libro XX, Encore)

El sujeto no es el individuo. Es sujeto por el hecho de hablar, pero su lugar es excéntrico a la persona, ya que al hablar aparece una escisión entre el enunciado y la enunciación.
"El sujeto siempre es feliz" nos dice Lacan en Televisión, sosteniendo lo que Freud dice en La represión: que la satisfacción de la pulsión reprimida despertaría placer en el inconsciente y displacer en lo consciente. Es el yo con sus identificaciones e ideales el que sufre por no afrontar ni querer saber de su goce.
El sujeto aparece:
Como supuesto en la transferencia.

Como corte en la asociación libre
Como defensa en el trauma
Como deseo en el sueño
Reducido al cuerpo en la angustia
Ligado a la pulsión en el fantasma
En el síntoma, como significante que lo representa


¿Qué implica una clínica que no excluye al sujeto?
Implica la forma de tratar la demanda. Es necesario que aparezca lo subjetivo de esa demanda, la particularidad de su síntoma, que permitirá a ese sujeto hacerse cargo de su goce. Es decir la histerización de cualquier demanda.

Victoria Torres
Miembro del Foro Psicoanalítico de Asturias. 



 PROLEGÓMENO 2


El horror al desamparo es inherente al ser humano. Como psicoanalistas no hemos tenido que esperar a la crisis en la que estamos inmersos para escuchar de nuestros pacientes, muchos de ellos en familias de opulencia, su horror a situaciones traumáticas vividas o imaginadas; otros sujetos, muchas veces niños en situaciones familiares de pobreza económica y espiritual, y ellos si con muy escasos recursos para hacer frente a dichas situaciones, nos muestran como la clínica del sujeto permite, aún en situaciones muy extremas, hacer algo “con eso”.
Esto hoy es especialmente acuciante, ya que vivimos un tiempo de desagregación, de descompletamiento de las relacioes familiares y sociales con las consecuencias de desestrucuración concomitante en la estructuración subjetiva.

¿Será capaz el psicoanálisis de abordar la angustia que esta crisis globalizada presentifica para los sujetos con las herramientas de su práctica, manteniendo abierta la pregunta que eventualmente guíe una salida subjetiva?

La clínica del sujeto nos obliga a escuchar los ecos de ese desamparo, que la actual coyuntura social reduplica para cada uno, manteniendo abierta la brecha de la subjetividad,
Es un hecho que ningún Otro vendrá a ofrecer una respuesta satisfactoria ni una salida posible; vano anhelo del neurótico de todos los tiempos Cada época crea sus propios reales y sus síntomas correspondientes; la brújula del psicoanálisis nos indica el camino en la vía de lo particular, particular del goce de cada uno como única puerta de salida. Un goce al que habrá que darle un nuevo destino al servicio de lo productivo para el sujeto, en el envés de degradación.
Ahí debemos orientar la dirección de las curas en nuestro tiempo, ni querellarnos con el orden social, ni menos aún sostenerlo. Se trata de hacer surgir lo particular en el deseo de cada cual en su propia subjetividad al servicio de una satisfacción que alivie el peso moral más allá de los vaivenes de la ferocidad del sistema.
Esta es la apuesta del psicoanálisis: permitirá a los sujetos que se adentren en ella una vía diferente de alienación donde el lugar de la falta quedará resguardado como siempre pero en una irónia siempre posible de hacerse presente frente a él mismo, pues la falta no hay que arreglarla sinó hacerla funcionar; en una palabra, sacar a sus limitaciones partido frente a la hipocresía social y sexual de todas las épocas.

Camila Vidal. Foro psicoanalítico de Vigo.


viernes, 4 de abril de 2014

El don de amor en Psicoanálisis .
    
 Por :  Anabella Rodríguez.


“… el amor que me darías transformado volvería un día a darte  las gracias”. cada uno da lo que recibe, luego recibe lo que da, nada es más simple, no hay otra forma...."
 Todo se transforma”,  Jorge Drexler.                                                  

                   
 “Dar es dar…Hoy los tiempos van a mil y tu extraño corazón ya no capta como antes las pulsiones del amor”
     “Dar es dar”   Fito Paez.


 Y yo he tenido la dicha de comprobar que hay veces que una da sin saber que da,  
 ni  que da en  lo que da,
 alguien te sorprende  y de la mejor forma,
 dándo-te las gracias.



Un día preguntándome sobre el dar me dio por escribir-me esta respuesta:


  
DAR  ESQUIVOCADO.

¡Pobre este mundo!
¡Pobres los humanos!
que tan mal llevamos
el dar y su hermano,,
obrar como buenos humanos
aún no advertimos
años ha vividos
que si en verdad damos
se enciende
la mano
del otro atraviesa
del alma la grieta
la á-Vida espera
del alma la carne
de la carne el alma
estruja la entraña
de ternura y calma,
más no terminamos
de dar
al dar su lugar
y su grado,
y en eso
 yo creo que igual 
pecamos
aunque en estos tiempos
Dios no vaya
ya de nuestra mano dado,
o bien nunca damos
nada
o damos un dar
que no damos,
y así desandamos
 y así rebajamos
del dar su legado
pues damos
un dar obligado,
un dar desconfiado,
otro a cuenta dado
que en algún momento
ha de ser cobrado,
dar interesado,
capitalizado,
que lleva la cuenta
no importa qué sienta
¡si hasta las parejas
que dicen amarse
separan las cuentas!
un dar
que busca en la cuenta
valor agregado
cobro revertido
¡ha de ser pagado!
un dar rebuscado
que busca no perder
nadita de lo que hay
en su haber
u otro de tanta piedad
empalagado
¡qué lástima!
y ciega
de honores
¡y horrores!
la estima,
que no honra al gesto de dar,
lo dado
ni a quien lo ha dado,
¡y menos a él destinado!,
que en un torbellino
de amor-odio encontrados
se siente humillado,
se culpa
tal vez sin querer,
 tal vez sin saber ,
al donado,
al necesitado,
más aún así
este se somete
a lo que el otro
 bajo subterfugio
exigencia arremete,
y agradece
y agradece
conmiseración -con mísera acción
hasta más de lo dado
y así cada vez
es más mal donado
y sigue en la vida
siempre mal parado,
siempre mal ojeado,
mal fiado,
mal  mal hado,
 ¡y pelado!,
¡Y sí confundimos!
el agua con vino
como en aquel cuento
que dicen que de oriente vino,
de un comerciante
que con agua
alargaba el vino,
más todo cobraba
cual si fuera vino,
y dar la limosna
es dar lo que sobra
y encima  buscamos
y encima creemos
honrar nuestras s –obras
nos llena el orgullo
más  de Perogrullo
que no sabe dar
quien hace aspaviento,
que no viene a cuento
 a los cuatro vientos
ponerse a gritar:
¡qué bien que sé dar!,
dar lo que nos sobra
autosuficiencia encumbra,
hacer de la dádiva
valor agregado
en la propia cuenta,
si autocomplacencia
se suma a la cuenta,
dar para que vean
lo mucho
que mi dar cuenta
( que de mi –pretende, más que del otro- dar cuenta)
está el que da
para el buen obrar,
cree hacer buenas obras en nombre de Dios
en su santo n-o(m)bra-r
y si solo da
aquello que sobra
en el propio acto anula la obra,
¡la llena de sombra!
¡y de sobras!
¡Puaj!
no se da ni cuenta,
oxímoron aqueja
el supuesto bien
que su obra deja,
dar lo que sobre
dar sobrado
dar lo que nos sobra,
dar lo que nosobra  no –s- obra
¡dar que no es obra!
que no debería
ser honrado
ni recordado
con ninguna obra
por los ciudadanos
pues primero
habría que ver
con qué sobras
restadas
 robadas
que en otro son faltas
(pagos en menos, ausencias de pagos)
ha hecho el donante su s-obra
pues seguramente
con ese sobrante
de haberlo tenido
el ahora mendigo
no habría requerido
ni un solo don-ante
y habría conservado
su honor y su dan-te,
dar e(s)quivocado 
dar esquivo y caro,
dar esquinado,
contaminado,
empequeñecido,
condicionado,
ruin,
 de oscuridad plagado,
lleno de miedo,
auto-fagocitado,
dar adelantado:
favores a cuenta
¡mi brillo que cuenta!,
dar atrasado: 
le gusta hacerse de rogar,
dar denegado:
¡que  acá no somos ni una ONG
ni unas hermanitas de la caridad
 sino algo serio –con ademán estirado que muestra el orgullo- una Empresa!,
hemos olvidado,
hemos descartado
que Jesús decía
que la viuda pobre
solo en dos monedas
 daba más que los pobres
ricos
y que de Bozz
ni avara ni odiosa era su gavilla,
aún no entendimos
del dar
del amar la cizalla,
la esquirla
y solo seguimos con otros
rostros extraños
que nunca dejan de serlo
al lado,
caminando,
hemos olvidado
o quizás nunca aprendido,
ni ha prendido
el dar des prendido,
el dar dividido,
el dar horadado,
el dar ahora dado
el dar dado a la  hora-en que el otro lo necesita-,
el dar abismado
abismarse en el dar ,
dar a cambio de nada
dar por dar
dar por nada
solo por amor
dádiva de amor
que no es igual
que  no dar nada.






Sucede  que la mayoría de las veces, aún el que da aparentemente de manera desinteresada, oblativa,  tiene algún interés siempre sumamente narcisista: dar para sentirse bien consigo mismo, para ser querido y admirado por el donado y por otros, para alivianar alguna culpa consciente o inconsciente, en fin para alimentar una buena imagen de sí mismo de acuerdo a patrones donde el dar forma parte de su imagen ideal, o para dominar al otro, negar la agresividad dirigida a ese otro.


Oh innoble servidumbre de amar seres humanos, 
y la más innoble 
que es amarse a sí mismo!
                                                            Gil de Biedma

Y por eso la advertencia de  Jaques Lacan a los  psicoanalistas: “con el analizante  hay que cuidarse de jugar al profeta  pues “solo los santos están lo bastante desprendidos de la fe profunda de las pasiones comunes para evitar los contragolpes agresivos de la caridad”. “En cuanto a ostentar el ejemplo de nuestras virtudes y de nuestros méritos, nunca he visto recurrir a ello sino a algún gran maestro todo imbuido de una idea, tan austera como inocente, de su valor apostólico; pienso todavía en el furor que desencadenó”.
“Por lo demás, cómo asombrarnos de esas reacciones, nosotros que denunciamos los
resortes agresivos escondidos en todas las actividades llamadas filantrópicas”.
(Cita de “La agresividad en psicoanálisis “Informe teórico presentado en el XI Congreso de los psicoanalistas de lengua francesa, reunido en Bruselas a mediados de mayo de 1948)

Pero aún así, también Lacan dice que “el amor es dar lo que no se tiene a alguien que no lo es “ y habla  también de “un nuevo amor” , refiriéndose a una nueva forma de amar que posibilitaría al sujeto el fin de análisis:

Amor que tiene calidad de vida, 
Amor sin exigencias de futuro,
Presente del pasado,
Amor más poderoso que la vida:
Perdido y encontrado.
Encontrado, perdido
...                  Gil de Biedma


Sobre “un nuevo amor” citaré íntegro este fragmento del trabajo “Un nuevo amor, aquel que conlleva el saber de la no relación” de María José Freiría (ELP Barcelona)

“Para elaborar la idea de un amor que sería producto de un recorrido analítico, Lacan usa nociones como la del amor sin límites, del seminario XI, o más tarde un nuevo amor, en Encore. Se trata del amor pensado más allá de los límites del registro freudiano del Edipo, más allá de la ley del padre bajo la cual, la versión del objeto de amor está ya escrita.
La expresión un nuevo amor, la toma de un poema de Rimbaud que se titula A une raison (A una Razón).
Es la segunda vez que Lacan toma esta referencia. La primera es en el seminario del acto analítico, cuando ubica la operación analítica de plantear el inconsciente, como un acto, como algo que se ha de producir porque no está dado de antemano.
El amor aparece en ese poema como algo que surge, como una revelación que, al mismo tiempo escande cada versículo. Como signo de que se cambia de razón, de dimensión, de discurso, dice Lacan.

A UNA RAZÓN
Un golpe de tu dedo en el tambor descarga todos los sonidos e
inicia la nueva armonía.
Un paso tuyo. Y el alzamiento de los hombres nuevos y su
caminar.
Tu cabeza se vuelve: ¡el nuevo amor! Tu cabeza gira, ¡el nuevo amor!
'Cambia nuestra suerte, criba las plagas, empezando por el tiempo,
 te cantan esos niños. 'Eleva no importa cuánto la sustancia
de nuestras fortunas y nuestros anhelos', te ruegan.
Llegada desde siempre, tú que irás por todas partes".
                                                                             (Arthur Rimbaud. Francia, 1854-1891)

Si el signo, según una cierta lógica que aparece como referencia en este seminario (de Port-Royal), es lo que se define por la disyunción de dos sustancias que no tienen ninguna parte en común, el amor como signo, se refiere a dos sustancias, la del goce del Uno y la del Otro al que el amor aspira.
Pero ¿qué sería lo nuevo de este nuevo amor del psicoanálisis?, esa nueva armonía de la que habla el poema.
En la experiencia analítica, lo que dignifica al amor es que éste no rechace la no relación, que se sepa nudo de una disyunción. Es eso lo que tal vez permite escapar a la repetición sabiendo que uno nunca sabe a dónde va a llegar o qué le deportará el futuro, incluso el más inmediato”.
Fin de la ilusión del amor neurótico de la reciprocidad, cuya pretensión es velar la falta, siempre acaba encontrando la imposibilidad de hacer Uno con el Otro.

“La forma de concebir el amor fue subvertida por Lacan al plantear el amor como suplencia de una imposibilidad, la relación sexual que no hay. De ahí que el amor en psicoanálisis podríamos decir que va de la condición de amor ligada al fantasma, y por tanto a un goce del que no se sabe nada sin el paso por la experiencia analítica, hasta la salida por el amor como sinthome. Se trata de pasar de la significación a la satisfacción, es decir al vínculo del amor con lo real del goce. En efecto, Lacan apostó por un nuevo amor que no fuera negación de la castración sino por el contrario expresión de la misma, de ahí el dar lo que no se tiene. En este sentido el verdadero amor tendría vocación de “significación vacía”. Por tanto, frente los impasses de la civilización por la no relación entre los sexos, debemos tener claro que la apuesta del discurso psicoanalítico es sostener una modalidad de amor que no solo no prescindiría del imposible sino que partiría de él.
Esto hace del amor contingencia. Hay encuentros, pero éstos no borran la diferencia entre un hombre y una mujer, distintos en la forma de sentir y de gozar”(“el amor en las neurosis” (Conversación clínicas del ICF, Tres preguntas a Xavier Excqué)